Arquitectura

Parroquia de San Esteban. Alzuza

Como tantas veces ocurre en los templos de la Navarra rural, este de Alzuza tiene su origen en la Edad Media, aunque ha sufrido importantes intervenciones en épocas posteriores, lo cual ha alterado su fisonomía originaria.

En planta presenta una única nave, dividida en cuatro tramos iguales, de los cuales el último ejerce de cabecera, rematada en estero recto. Una capilla se abre a la altura del tercer tramo, por el lado del Evangelio, muro en el que también advertimos el volumen de la escalera intramural de acceso al coro y a la torre. En el lado de la Epístola se encuentra la puerta de acceso al templo, a la altura del segundo tramo, mientras que la sacristía se abre en el muro testero, y es una estancia de planta cuadrada.

Los muros son de sillarejo y sillar, y acusan en su diferente estereotomía la presencia de diversas intervenciones. Van perforados por dos ventanas, una abierta en el muro de la cabecera, por el lado meridional, rematada en arco de medio punto, y otra recta en el muro de los pies. En este mismo ámbito se levanta un coro, erigido a posteriori, en madera.

En época medieval la nave se cubrió con bóveda de cañón, articulada por fajones que apeaban sus empujes en ménsulas encastradas en el muro. No obstante, en época barroca este sistema de cubiertas fue sustituido por la actual bóveda de lunetos, que afecta también a la cabecera, y que va separada en tramos por los arcos fajones originales.

Al exterior, la torre se levanta sobre el primer tramo de la nave. Tiene planta rectangular y fuste corto y ciego, rematado en alto por los huecos de medio punto en los que se alojan las campanas. Por el lado de la Epístola apreciamos una cerca de piedra en sillar, abierta por un arco de medio punto al que se accede por tres escalones. La puerta propiamente dicha va cobijada por un arco de descarga de perfil escarzano, y consta de arco de medio punto románico, cuyo abocinamiento se salva mediante tres arquivoltas lisas, que apean en otros tantos pies derechos, también sin decoración, aunque llevan una moldura a modo de capiteles corridos.

El presbiterio va presidido por un retablo mayor barroco, bajo la advocación de San Esteban, cuya traza consta de banco, un cuerpo de tres calles y ático entre aletones, rematado con frontón curvo partido. Se articula mediante columnas de orden corintio. El sagrario es reaprovechado, procedente de una obra romanista de fines del siglo XVI. En cuanto a la iconografía, encontramos las tallas barrocas de San Pedro, el San Esteban titular, Santa Bárbara y un Crucificado en el ático. La talla de Nuestra Señora de los Remedios es copia de la original, gótica del siglo XIII y procedente de la ermita homónima, de donde fue robada en los años 70 del siglo XX. Dentro de este mismo ámbito encontramos un sagrario intramural, con arco conopial cerrado con una cancela de hierro.

En muro del Evangelio encontramos un pequeño retablo dedicado a San Francisco Javier, con banco, un cuerpo con columnas salomónicas pareadas y ático entre aletones. La talla del titular es barroca del XVII, y en el ático un relieve de Santa Lucía. En el bajo coro hay una pila de bautismos medieval, con basa circular, corto fuste cilíndrico y copa semiesférica gallonada.

  • CARO BAROJA, J.: La casa en Navarra, Pamplona, vol. III, C.A.N. 1982, pp. 46.
  • FERNÁNDEZ-LADREDA, Clara: Imaginería medieval mariana. Pamplona, Gobierno de Navarra, 1988, pp. 342.
  • GARCÍA GAÍNZA, M.C. (et. alt.): Catálogo Monumental de Navarra, vol. IV*, Merindad de Sangüesa, Abaurrea Alta-Izalzu, Pamplona, Gobierno de Navarra, Arzobispado de Pamplona, Universidad de Navarra, 1989, pp. 200-202.
  • PÉREZ OLLO, Fernando: Ermitas de Navarra, Pamplona, C.A.N., 1983, pp. 25.