Guerrilleros

Pablo Antón, Joaquín de

Txapalangarra

Guerrillero antinapoleónico liberal nacido en Lodosa (Navarra), el 26 de julio de 1784. Muere en 1830.

Su primera actuación militar fue formando parte de la guerrilla de Javier Mina, sobrino de Francisco Espoz y Mina, hasta que, cayendo aquél prisionero de los franceses, pasó a servir junto al segundo, siendo ascendido a capitán en 1811. En 1812 se le dió el mando del primer batallón de Aragón y sexto de la División de Navarra. Dicho batallón se formó con los soldados de caballería de Tris "El Malcarado". En junio del mismo año sorprendió a una columna francesa en la sierra de Leire, a la que causó cuantiosos daños. Al mes siguiente atacó a la guarnición francesa de Huesca con idéntico resultado. Acto seguido, marchó al encuentro de una columna de imperiales que salía de Zaragoza, batiéndola victoriosamente cerca de Nocito el día 20 de julio y causándole muchos muertos y heridos, pero, atacado por el general Rugier, tuvo que batirse en retirada ante contingentes superiores, no sin causarle 44 muertos, 200 heridos y 24 prisioneros.

El 10 de agosto quiso sorprender Casa Colorada, cerca de Pamplona, encontrándose con la guarnición de la ciudad que acudía en auxilio de los suyos, desistiendo del intento pero ocasionando a los franceses 48 muertos y más de 100 heridos. Tras los sucesos de 1814, siendo coronel junto a Barrena del 2.° y 6.° regimiento, abandonó a Espoz y Mina en su rebelión permaneciendo fiel a Fernando III de Navarra y VII de España. Pasó a residir a Bilbao donde hizo jurar la Constitución en 1820. Siempre liberal, desarrolló una actividad contraguerrillera después del levantamiento de Riego, durante la etapa constitucional de 1820 a 1823. Su lucha estuvo centrada contra las partidas realistas que operaban en el Norte. Así, el 20 de enero de 1823, rechazó, junto con Salcedo, a las tropas realistas de Santos Ladrón, en Sangüesa (Navarra), teniendo estas últimas que batirse en retirada.

El 16 de marzo del mismo año, según los partes dados por el Comandante General de Navarra, Joaquín de Pablo y Antón, venció a una partida de caballería realista en Monreal (Navarra), protagonizando, además, por esas fechas, numerosas batidas en diversos pueblos de la Ribera de Navarra, participando en la batalla del monte San Cristóbal, en la que ganaron las tropas realistas mandadas por Ladrón de Cegama, teniendo los constitucionales que replegarse hacia Pamplona. Cuando el Duque de Angulema entró en España con los "Cien Mil Hijos de San Luis" para destruir la Constitución y proclamar a Fernando VII como rey absoluto, Pablo se vio obligado a aceptar una honrosa capitulación y marcharse a Gibraltar el 13 de noviembre de 1823. Exiliado ya en Londres, diremos a título anecdótico, que el año 1826, fue acusado por un periodista de malversador y tirano.

Acudió a los tribunales y demandó al injuriante pero éste se replegó retractándose de lo dicho a condición de una suma de dinero para engrosar los fondos en favor de la causa, entregándolos su jefe para costear la revolución. Entró en Navarra finalmente por Valcarlos con el poeta Espronceda a mediados de octubre de 1830, en plena decadencia absolutista, integrando una partida de 40 compatriotas y 100 hombres de diversas nacionalidades, que se enfrentó el día 20 a otra de 1.000 hombres, soldados y voluntarios realistas, al mando de Eraso, más tarde célebre carlista. Pablo arengó a sus contrarios alegando su condición de navarros obteniendo por respuesta una descarga cerrada que le privó de la vida. Este suceso, la muerte de Txapalangarra, dio ocasión a Espronceda para dedicarle la poesía titulada, A la muerte de don Joaquín de Pablo, "Chapalangarra" en los campos de Vera.