Léxico

NATACION

La abundancia de playas en la Costa Vasca propicia la práctica natatoria entre los naturales del País, aunque su iniciación sea obra de foráneos. En opinión de José Berruezo «es probable que hayamos de buscar en la permanencia de las fuerzas extranjeras en San Sebastián-los Cien Mil Hijos de San Luis o la Legión Británica- el ejemplo imitado después por los donostiarras, hasta convertirlo en costumbre de utilizar la playa para baños ajenos a la pura talasoterapia». A finales del XIX la ciencia médica aconseja los baños de mar para determinadas enfermedades y tal es el caso de Isabel II que a los quince años padece una afección cutánea. Los galenos de la corte le aconsejan baños marinos y la soberana elige la playa donostiarra, iniciando la tradición del veraneo. Así se fomenta la práctica de la natación, de un modo particular en San Sebastián, ejemplo que siguen Biarritz, Zarautz o Lekeitio, entre otras playas vecinas. Ya iniciado el siglo XX, en 1904 exactamente, se anuncia la exhibición que va a realizar en San Sebastián un tritón germano, llamado Leo Lendemann. Realiza un largo recorrido dentro de la bahía de la Concha, entre el aplauso de muchos espectadores, entre los que se encuentran el Rey, la Reina y la Infanta Teresa. Poco tiempo después, la Sociedad de Náufragos de Guipúzcoa organiza un «Concurso de Natación» exhortando a participar «en este sport tan útil y necesario para salvar vidas humanas». En 1911 la revista donostiarra «Novedades» organiza la travesía Pasaia-San Sebastián. Sobre una distancia de siete Kms., compiten los dos únicos nadadores inscritos. La vencedora es Irene Willmer. En 1914 se celebra por vez primera la «Copa Navidad» con riguroso clima como corresponde al 26 de diciembre. Sólo dos competidores, Lobato y Maeso, con victoria del primero. En 1915, el recién nacido C. D. Fortuna, organiza varias competiciones entre sus nadadores y los del Club Natación de Barcelona, principio de una rivalidad vasco-catalana, con resultados diversos pero que sirven para fomentar el deporte de la natación. Los años veinte van a conocer una clara progresión en la especialidad, debido fundamentalmente a las Travesías de bahías y ríos, siendo la del Urumea una de las más prestigiadas y de más dilatado historial. Por lo que se refiere a Vizcaya hay que recordar la influencia inglesa en las más diversas facetas, no siendo una excepción el «sport», de un modo más evidente con la llegada del «foot-ball». Por eso no es extraño que sea inglés el vencedor en la primera prueba celebrada en la Ría del Abra, considerada como I Campeonato de Vizcaya. Tiene lugar el 18 de agosto de 1905 y el vencedor es Juan Anderson, sobre un recorrido de 600 yardas. En el II Campeonato de Vizcaya, disputado un año más tarde, volvemos a encontramos con Anderson como vencedor en 100 yardas, seguido de Jorge Lagford. El tercero es vizcaíno, se llama Manuel Iñiguez y se proclama campeón de velocidad. En resistencia, sobre 400 yardas los dos primeros son Apolo Cela y Moisés Espinosa, venciendo José Arana en la llamada Prueba Popular. Sigue celebrándose el Campeonato de Vizcaya en los años siguientes, con participación de dos clubs pioneros en el deporte bilbaíno. Se trata del Gimnasio Zamacois y de la Gimnástica Bilbaína que se fusionan en 1912 dando nacimiento al Club Deportivo, que va a impulsar de un modo decisivo el deporte de la natación. Un año más tarde el nuevo club instala un bou de pesca, como eficaz ayuda en la preparación de sus nadadores e introduce la práctica del water-polo. En 1915 se inicia la especialidad de saltos, en la que el gimnasta Pedro Cabezuelo es figura destacada. Este año destacan Raimundo Moreno y Ramón de Lequerica. En 1917 resurge la Federación Atlética Vizcaína, incluyendo la natación entre sus actividades. Por iniciativa de su homónina guipuzcoana compiten en 1918 Vizcaya, Guipúzcoa, Castilla y Cataluña en el Campeonato de 100, 500 y 1.500 metros. En 1921 comienzan a destacar con motivo de los Torneos Infantiles de Guecho, José y Manolo Valdés. En 1922 Ramón de Lequerica se proclama subcampeón de España de 200 metros braza, en Alicante. Como sucede en San Sebastián y Bilbao, también son extranjeros los pioneros de la natación en Pamplona. A raíz de la guerra 1914-18 se instala en la capital navarra una colonia alemana procedente del Camerún. Practican la natación en el Arga, en la zona de la Chantrea, en el lugar que a partir de entonces se llamará «de los Alemanes», siendo los pioneros Müller, Rother, Stanfus, Freudenphor... En agosto de 1931 la Sociedad «El Irati» autoriza al Club Natación a utilizar el terreno próximo a su central eléctrica e instalar en el mismo una caseta-vestuario. En esta misma fecha, el Club Natación, recientemente constituido, elige a su primer presidente, Francisco Javier de Frutos. Las primeras pruebas se celebran en este mismo año de 1931 siendo los ganadores Cecilio Aldaz en 60 m. Jesús Azpilicueta en 300 m. y Francisco Andrés en saltos de trampolín. El citado Jesús Azpilicueta es precisamente el vencedor, en este mismo año de 1931 , de la Travesía del Urumea, una prueba ya arraigada en el calendario de la natación vasca. Reseñados los prolegómenos de la natación en Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra, nos hemos situado en los años treinta, a punto de iniciarse ya la guerra civil. En Alava la práctica de la natación llega con notable retraso con respecto a sus provincias hermanas y hay que esperar hasta 1935 para encontrarnos con las primeras pruebas. Hay que apuntar el nombre de Patxi Martínez de Lecea como el pionero de la natación alavesa, ya que es el que inicia a un grupo de jóvenes gazteitarras, pertenecientes al Batzoki, en la práctica de esta especialidad deportiva. El día de la Blanca de 1935, se celebran los primeros campeonatos oficiosos de Alava. Mariano Lorente vence en 50 m. libres, Pepe Mardones, gran futbolista en otros tiempos, es el triunfador en los 400 m. y el propio Patxi Martínez de Lecea vence en 100 m. braza con un tiempo de 1' 36". El nombre de Martínez de Lecea va indisolublemente unido al del Club Natación Judizmendi que inaugura su piscina en este año de 1935. Como es lógico, en esta primera etapa de la natación vasca las competiciones tienen un carácter provincial. A partir de la mitad de los años veinte y sobre todo en los que preceden a la guerra de 1936, se compite ya a nivel de todo el País Vasco e incluso los nadadores vascos participan en los Campeonatos de España. Se daba noticia anteriormente de la Travesía del Urumea cuya primera edición se remonta al año 1919 por iniciativa de un ejemplar club donostiarra, el C. D. Fortuna. Ramiro Goñi es el vencedor en categoría masculina mientras Irene Wilmer lo es entre las féminas. El propio Goñi vencerá en otras dos ediciones. Fortunista como Goñi es Pedro Méndez que inscribe en dos ocasiones su nombre como ganador. Ya en la tercera edición, la victoria es para un vasco-francés, Lacambie, y a partir de 1925 los galos acaparan triunfos, gracias a André Eizaguirre, Henri Pouech y Gaston Barocco entre otros. Sólo en 1958 se rompe la racha con la victoria del donostiarra Josetxo San Sebastián, del Amaikak-Bat. Todo ello referido a la anteguerra. En cuanto a los Campeonatos de España disputados en esa misma etapa, hay que recordar los campeonatos conseguidos por Pedro Méndez en 400 m. libres en 1923 y 1924 y en los mismos años en 1500 m. libres. Este mismo nadador acapara los títulos de Salvamento de Náufragos sobre 2.000 metros y participa en el equipo de relevos 4 x 200 del C.D. Fortuna, que se proclama campeón de España en 1924, junto a Armisen, Franken y Maíz. El mismo Mendez participa en la Olimpiada de París en 1924 en las distancias de 400 y 1.500 m. libres. Otros nombres de 1924 son Azaola, Lozano y Careaga. En categoría femenina e igualmente en el Campeonato de España, María Luisa Méndez es la vencedora en los años 1924 y 1925 en 100 m. libres. Otra figura de la natación vasca en los años veinte es el vizcaíno Valdés, del Arenas Club de Guecho, que consigue los subcampeonatos de España en 150 y 400 m. libres en 1925 al igual que Llanos del Portugalete. En esta misma edición de los campeonatos nacionales los clubs vascos Arenas y Fortuna se clasifican en segundo y tercer lugar, lo que nos sirve para conocer la potencialidad de la natación vasca de esa época. En 1931 hay que consignar un hecho de vital importancia para la natación vizcaína. Se trata de la inauguración de la piscina cubierta del Club Deportivo, la primera de que dispone la natación vasco-navarra. Y al referirnos a la natación vizcaína, es obligado aludir a la saga de los Espinosa, que a lo largo de tres generaciones han conseguido los más altos logros para la natación vasca. Moisés Espinosa inicia la serie, proclamándose campeón de Vizcaya en 1905, coge el relevo su sobrino Benjamín «Mincho» Espinosa que en 1936 consigue un «crono» de 5.26.5 en los 400 m. lo que hace presagiar un buen puesto en los Campeonatos de España. Campeonato que no llega a celebrarse por la llegada de la guerra civil, que corta así la trayectoria de «Mincho» Espinosa en un momento crucial de su trayectoria deportiva. De su segunda etapa, así como de sus hijos Elisabeth y José Miguel, se da noticia más adelante. En 1933 se inaugura otra piscina, la del Club Larraina de Pamplona. En los IV Campeonatos de Navarra que se celebran este año los vencedores son Juantxo Huici (33 m.), Jesús Azpilicueta (200 m. braza), Teodoro Pérez de Eulate (trampolín), Francisco Andrés (100 m. libres y mediofondo). Son unos campeonatos oficiosos y hay que esperar hasta el año siguiente para celebrar los I Campeonatos oficiales. Los primeros campeones navarros son: Francisco Andrés (400 y 800 m. libres), Baldomero Barón (trampolín), Juantxo Huici (200 m. libres y 400 m. braza), Manuel Labrata (66 m. infantil) y Ana M.ª Poza (100 m. libres). En 1935 tiene lugar un encuentro Vizcaya-Navarra con una victoria total de los vizcaínos, con una más larga trayectoria que sus rivales. Se ha repetido la alusión a la guerra civil que va a suponer un obligado paréntesis de toda actividad deportiva. Sigue un lustro 1939-1944, que puede considerarse de transición, por un doble motivo. Junto a algunas de las figuras de la anteguerra, surgen promesas que se irán consolidando en estos cinco años. Por otra parte hay que esperar hasta 1944 para asistir a la creación de la Federación Vasco-Navarra de Natación, hecho de gran trascendencia que redundará en una mejor organización y mayor difusión de este deporte en el PaísVasco. Luego del paréntesis bélico se reanudan las competiciones a partir de 1939 y a pesar de contar ya con varias piscinas, siguen siendo las travesías de bahías y ríos las pruebas que gozan de una mayor popularidad. Se reanuda la travesía del Urumea con triunfo del navarro Alfredo García-Garamendi, dejándose sentir la ausencia de nadadores galos, que no competirán en San Sebastián hasta 1948. También es García-Garamendi el vencedor en la bahía de la Concha mientras el fortunista Juan José Montoya se proclama vencedor en saltos dentro de la dársena donostiarra. Vuelve a la competición Josetxo San Sebastián con dos segundos puestos en la XIX Travesía del Urumea y en la I Travesía del Paseo Nuevo, pruebas disputadas en 1940. A partir de 1941 se suceden las victorias del navarro José Luis Ollo, encuadrado inicialmente en las filas del donostiarra Amaikak-Bat. Vence en las pruebas de 100, 400 y 1.500 metros, así como en las travesías del Urumea y de la Bahía de la Concha. Junto al navarro hay que consignar los nombres del vizcaíno «Mincho» Espinosa y Agustín Vaqueriza, así como a Mari Carmen García del Busto y Socorro Casas en categoría femenina. En 1942 hay que consignar nuevos triunfos de José Luis Ollo en la III Travesía del Arga, en la II Vuelta a la Bahía de la Concha y en la XXI Travesía del Urumea. En la Travesía del Puerto de San Sebastián el vencedor es Josetxo San Sebastián y en el match triangular Guipúzcoa-Vizcaya-Navarra, se produce la victoria de los guipuzcoanos seguidos de vizcaínos y navarros. En los años que siguen continúa la supremacía de José Luis Ollo sobre sus más próximos rivales, aunque hay que anotar igualmente brillantes triunfos de «Mincho» Espinosa, Domingo Alvárez, Guibernau, Salvador Guibernau y José María Arangüena. En 1945 José Luis Ollo se proclama campeón de España en Gran Fondo por la Federación Vasco-Navarra. En 1946 se disputan en Vitoria los Campeonatos Vasco-Navarros siendo éstos algunos de los vencedores: José Luis Ollo (400 m. libres), Julia García (100 m. libres), M.ª Jesús Jiménez (200 m. braza), Morales ( l00 m. espalda). En la clasificación general Vizcaya se impone en categoría masculina, mientras Alava triunfa en las categorías femenina e infantil. El Club Natación Judizmendi de Vitoria gana los Campeonatos Vasco-Navarros de 1950, 51, 52, 53 y 54. En estos años cincuenta hay que volver a hablar de los Espinosa, con Moisés y Benjamín en la etapa anterior y Elisabeth y José Miguel en los años cincuenta y sesenta. Son éstos, hijos de Benjamín «Mincho» y curiosamente no es él quien dirige los primeros pasos de Elisabeth y José Miguel sino el donostiarra Paco Yoldi, profesor de muchas generaciones y hombre al que tanto debe la natación guipuzcoana y vasca en general. Elisabeth bate el récord infantil de España en 100 m. libres y 400 en 1954, clasificándose en tercer lugar para el campeonato de España. José Miguel, es internacional a lo largo de once años conquistando repetidas veces los títulos y batiendo marcas en todo tipo de distancias, desde 100 a 1.500 metros. Olímpico en Tokio. En 1955 el vitoriano Jaime Cortázar cruza los 35 kilómetros del estrecho de Gibraltar en 8 horas y 24 minutos. Por lo que respecta a Iparralde, caben señalar la tradicional Travesía de Biarritz, en la costa; la Travesía de Bayona, en el río Adur, y la Copa de Navidad, que se celebra en el Port Vieux de Biarritz. Nombres destacados en los años 50 son: masculinos, Suhubiette, Courselles, Bainçonneau, Labruquere, y femeninas, Debeze, Limonaire, Salanne, Dubroca... Entre los días 21 y 22 de septiembre de 1961 el argentino de origen vasco Antonio Abertondo es el primer nadador que cruza, ida y vuelta, el Canal de la Mancha, empleando 18 h. y 50 m. de Inglaterra a Francia y 24 h. y 25 m. al regreso. Ya en 1950 había efectuado el recorrido sólo en un sentido, en 16 horas y 18 minutos. La década de los ochenta va a tener tres protagonistas en la natación vasca. Al margen de sus campeonatos provinciales, sus récords, sus títulos nacionales y sus participaciones en los más importantes torneos y competiciones, los tres llegan a participar en Olimpiadas, máximo logro de cualquier deportista. Se trata de un vizcaíno, Ramón Lavín, de un guipuzcoano, Harri Garmendia y de un navarro, Ricardo Aldave. Con el paso del tiempo se mejoran instalaciones, se construyen nuevas piscinas y surgen lógicamente nuevos clubs y figuras. Habida cuenta la dificultad que entraña el estudio pormenorizado de campeonatos, marcas, competiciones diversas, clubs e instalaciones, incluimos como final de este trabajo sobre la natación vasca una serie de datos orientativos.