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MUERGAS

Entre el caserío de Muergas, situado en ladera, destacan notables construcciones de siglos pasados con amplios arcos de medio punto como vano de entrada, lo que denota la entidad del poblamiento. Hoy algunas de esas viviendas se encuentran lamentablemente en estado de ruina.

De todo el conjunto urbano sobresale la iglesia dedicada a san Cosme y san Damián, una bella edificación del siglo XVI en estilo Gótico-Renacimiento, con diferentes construcciones anexas como la sacristía, de mediados del siglo XVII, la torre rectangular a los pies del conjunto y el pórtico realizado en 1794, en un injustificado estado hoy, al haberse hundido el tejado. Hacia el exterior la iglesia es un cajón con cabecera ochavada y de considerable altura al que se han ido adosando los elementos antes citados. Unifica todo el conjunto una bella cornisa de piedra, que junto con las bolas de remate de la torre son el único elemento decorativo. El ingreso al interior se hace a través de un arco de medio punto moldurado, típico de mediados del siglo XVI. La nave de la iglesia, con coro bajo a los pies, dos tramos, dos capillas laterales próximas al ábside y cabecera, está toda ella cubierta por bellas bóvedas de terceletes y estrellada en la cabecera, soportados por ménsulas. Algunos de estos nervios todavía conservan la policromía original, en tonos rojizos. La construcción del conjunto se hace a mediados del siglo XVI por el cantero cántabro Sebastián de la Cantera (M. J. Portilla Vitoria y J. Eguía López de Sabando: 1968: 143/146). El coro es una bella construcción del siglo XVIII que consta de antepecho con decoración de cuarterones labrados en piedra al igual que todo el intradós del arco de medio punto que sirve de acceso. Las cortas escaleras de acceso al mismo, se rematan con pilastras cajeadas y decoración de bolas hoy muy dañadas. En el muro norte y cerca del coro se encuentra la capilla bautismal con una bella pila medieval con basa y pie cilíndrico y copa semicircular decorada con palmetas, cruces griegas y motivos heráldicos de castillos y leones.

Como parte importante de su ajuar mueble destacan el retablo mayor y los laterales, todos ellos barrocos. El mayor es un conjunto Barroco churrigueresco, organizando el único cuerpo con cuatro esbeltas columnas salomónicas y con un ático entre aletones vegetales, realizado a partir de 1690 por el arquitecto Pascual Oraa y el escultor Francisco Jiménez, del taller de Viana-Cabredo. La iconografía del conjunto incluye los evangelistas en el banco, la Asunción de la Virgen y el Calvario en la calle central y san Cosme y san Damián en las laterales. El retablo lateral dedicado al Santo Cristo, ubicado en la capilla del lado del evangelio, es un conjunto de talla, con el cuerpo del mismo organizado en tres calles por columnas de fuste machihembrado que permiten datar la obra en torno a 1660 o 1670. De la iconografía original del conjunto perviven en su sitio las tallas de san José y santa Lucía en las calles laterales y el arcángel san Rafael en el ático. El retablo de la capilla del lado de la epístola, ejecutado a principios del siglo XVIII, se dedica a la Virgen del Rosario. En las calles laterales se ubicaron pinturas barrocas de san Joaquín y santa Ana y remata el conjunto san Bartolomé.

Amaia GALLEGO SÁNCHEZ (2008)