Realizador de cine y televisión españoles. Nació en 1936 en Lasarte (Gipuzkoa). Terminada la carrera de Derecho, ingresó en la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid. Allí terminó sus estudios de realización en sólo dos años, en lugar de los tres que incluye la asignatura oficial. Pasó dificultades económicas para terminar estos estudios por lo que se vio obligado a ejercer, al mismos tiempo, otros cometidos como crítico cinematográfico o ayudante de otros realizadores como el francés Denys de la Patelliere en Un taxi para Tobrouk (1961), o el catalán Jorge Grau en Noche de verano (1963). Gran amante y conocedor del cine universal del pasado, sentía verdadera admiración por el cine cómico yanqui de la época muda al igual que por el especial humor del cineasta francés Jacques Tati. Esta es la razón del estilo y temática que trató en su trabajo fin de estudios, titulado Trotín Troteras. Se trata de un argumento lleno de imaginación, poesía y humor en torno a un personaje marginal, el tonto del pueblo, que cual nuevo «flautista de Hamelín» capta la simpatía, primero de la chiquillería y luego de los mayores, gracias a su gracia y su especial modo de ser y de actuar. Un cortometraje de humor perfectamente conseguido en su línea narrativa, en su construcción plástica y en su riquísima banda de efectos sonoros. También pudo realizar durante este tiempo el corto Lección de Arte (1961). Por fin, en 1963 debuta en el largometraje con la cinta Se necesita chico. Este argumento ideado por el propio Mercero con la ayuda de Claudio Barbatti conservaba el mismo espíritu y era fruto de la misma inquietud del realizador de Trotín Troteras. Esta cinta fue presentada en el festival del cine de humor de Bordighera. Allí la crítica vio su humor demasiado amable y carente de la acidez suficiente para ser un nuevo Berlanga. Pero esto ya vendría más tarde y Berlanga nunca ha ido tan lejos como iría Mercero en programas de TV como La cabina. Consecuencia de este fracaso, el realizador lasartearra no volverá a hacer cine hasta 1974. Manchas de sangre en un coche nuevo tampoco convence a la crítica por lo confuso, tal vez, de la tesis de la cinta. Más homogénea y lograda resultó Las delicias de los verdes años (1976), pero al auténtico triunfo popular vino con La guerra de papá (1977), graciosa y sencilla, con algún que otro toque sensiblero y la presencia de un niño precoz, Lolo García, al que volvería a utilizar al año siguiente en Tobi, cinta de similares características a la anterior. En esta cinta, interpretando al Dr. Juldain, aparece el actor Antonio Ferrandis que sería el protagonista absoluto de una serie de TV que llenó muchas tardes de domingo en RTVE, logrando una inmensa popularidad entre la gente menuda y no tan menuda, Verano azul. Este hecho da pie para decir que el trabajo de Mercero en la TV ha sido mucho más pródigo y más conocido y admirado que en la pantalla grande. Su programa más famoso ha sido, sin duda, La cabina que ha sido premiado en todos los certámenes y festivales de TV a los que ha concurrido. A través de un personaje, interpretado magistralmente por José Luis López Vázquez, que se cree inocentemente atrapado en el interior de una cabina telefónica se descubre la trama que va secuestrando, poco a poco, a la Humanidad. Visión futurista aterradora, lograda con soltura y densidad. Otro de los grandes programas artísticos de Mercero fue Los pajaritos. Entre tanto siempre ha podido hacer alguna escapada al cine grande como las dos cintas que realizó en 1982: Buenas noches, señor monstruo con unos niños que en una excursión dan con una cueva llena de sorpresas; y La próxima estación, describiendo la conflictiva situación entre padres e hijos. En 1985 realizó la serie para TVE Turno de Oficio y el film Espérame en el Cielo, en 1987.
Bibliografía.
EL CINE Y LOS VASCOS*i>, de José M. Unsáin, pág. 270.
Luis de LARRAÑAGA
Bibliografía.
EL CINE Y LOS VASCOS*i>, de José M. Unsáin, pág. 270.
Luis de LARRAÑAGA