Escultores

Mendiburu Miranda, Remigio

Escultor guipuzcoano, uno de los principales representantes de la escuela de escultura vasca contemporánea, nacido en Hondarribia en 1931. Cuando contaba pocos años, huyendo de la guerra, emigra, solo y a pie, a Francia, experiencia que marca notable huella en su vida.

Su actividad creadora comienza en la década de los cincuenta, coincidiendo con su etapa de formación. En 1956 estudió, como alumno libre, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, marchando al poco tiempo a Barcelona, a la Escuela de San Jorge. Allí toma contacto con artistas de vanguardia e intelectuales como Tapiés, Guinovart, Llorens-Artigas, Miró, Mensa, Brossa, etc. En 1958 viaja a París, donde se interesa por el informalismo, tendencia que no será ajena a su obra. En diciembre del año siguiente obtiene el primer premio de escultura en la XIX Exposición de Artistas Noveles guipuzcoanos, organizada por la Diputación Provincial, en la que concurre con las obras tituladas Náufragos (dos versiones en relieve y contrarrelieve), Maternidad, Hombre de Mar, Mujer y Sueño.

En 1962 participa en la convocatoria provincial del I Certamen Nacional de Artes Plásticas. Obtiene el primer premio con la obra Escultura n.° 2, pasando así al Certamen Nacional celebrado en Madrid. Ese mismo año expone, junto a Basterrechea, dentro de la colectiva "Arte Actual" en el castillo de Carlos V de Hondarribia.

En 1963 toma parte en la muestra colectiva "Presencia de Nuestro Tiempo" en la galería René Met de Barcelona y realiza una obra de gran importancia para su carrera, el monumento del monte Jaizkibel.



En 1965 concurre a la exposición "Man 65" organizada por el "Ciclo de Arte de Hoy". Ese mismo año, de gran actividad para Mendiburu, participa en las colectivas de "Arte Actual" de su ciudad natal y en los museos de Bilbao y Vitoria; expone individualmente en las salas Neblí de Madrid y Aranaz Darras de la capital guipuzcoana; es seleccionado para participar en la XXIII Bienal de Venecia y becado por la Fundación March.

En 1966, formando parte del grupo Gaur del Movimiento de la Escuela Vasca, presenta tres obras en madera -Enborbarru, Lagar y Dunbots- en la exposición realizada por el colectivo en la galería donostiarra Barandiarán. Meses más tarde, expone junto a los demás grupos del Movimiento de la Escuela Vasca, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, junto a Emen, y en el Museo Amárica de la capital alavesa, esta vez junto a Emen y Orain.

En 1968 toma parte en una exposición colectiva de escultura contemporánea en Barcelona y expone, individualmente, en la Galería Huts de Donostia.

Al año siguiente realiza una individual de nuevo, en la galería bilbaína Grises, así como una pieza para el museo de dicha capital.

A partir de 1970 se reduce la gran actividad divulgativa de Mendiburu, comenzada en el 65, participando en adelante en las muestras de artistas vascos y quedando atrás, salvo varias exposiciones, las individuales y colectivas de carácter nacional e internacional. Participa este año en la muestra de "Pintura y Escultura Vasca Contemporánea", junto con Basterrechea, Chillida y Larrea, celebrada en el Palacio de Bellas Artes de México.

En 1971 , con su obra Tiempo de Vuelo, acude individualmente a la exposición nacional "El Metal en el Arte", de Valencia, y realiza una muestra más en solitario en la galería Mikeldi de Bilbao. Entre diciembre de 1971 y febrero de 1972 se celebra en Barakaldo (Bizkaia) la "I Muestra Indiscriminada de Arte Vasco" colaborando con su obra Tortura para un trozo de hombre.

En 1972 toma parte en la "I Exposición de Arte Vasco", en el palacio de Zabala de Tolosa, con las esculturas Sugan y Gizaki batentzat odol-Zigorra. En este mismo año participa, en el marco de los "Encuentros" de Pamplona, en la muestra de Arte Vasco Actual, celebrada en el Museo de Navarra, junto a Chillida y Basterrechea. También ese año concurre con Eduardo Chillida al "I Ciclo de Escultura española contemporánea" celebrada en Madrid por el grupo asegurador La Estrella, y posteriormente en la "Exposición de Arte Vasco" en la casa de Anchieta de Azpeitia, organizada por la Caja de Ahorros de Guipúzcoa.

En 1973, al lado de Basterrechea, Oteiza, Chillida y Ugarte, presenta su obra en la muestra "Cinco escultores vascos" en la madrileña Galería Skira; es asimismo seleccionado por Basterrechea para representar a Guipúzcoa en la "II Muestra de Artes Plásticas de Baracaldo", junto a Balerdi, Goenaga y Zumeta, pero al no considerar representativo el número de 4 artistas por provincia, no acuden a la convocatoria. Entre diciembre de ese año y febrero de 1974, acude a la "I Exposición internacional de Escultura en la Calle", celebrada en Santa Cruz de Tenerife, con la obra Dado para 13, realizada en hormigón.

Durante 1974, toma parte también en dos exposiciones al aire libre, en el Nuevo Club de Golf de Las Matas y en el Castro de Vigo; expone individualmente en la Sala Mikeldi de la capital vizcaína y participa en la exposición homenaje a Julio Beobide en la Galería Estudio de San Sebastián.

En el transcurso del año 1975, multiplica de nuevo su actividad expositiva. Participa Mendiburu en la muestra "Pequeñas esculturas de grandes escultores", celebrada en Granada, con obras de treinta escultores contemporáneos, fundamentalmente españoles. Y, en el ámbito cultural del País Vasco, en las colectivas "Exposición de Pintura y Escultura en Jakintza", en la Sala de la C AP de Gipuzkoa, así como en una muestra de la Galería Dag de Pamplona. Además expone, en solitario, en la Galería Lúzaro de Bilbao, y en otra muestra colectiva en la Sala de la CAP de Gipuzkoa junto a Basterrechea y Ugarte.

En 1976 es elegido como representante español en la "VII Feria Internacional de Arte" de Basilea. Toma parte además en la "Exposición Homenaje de Artistas Vascos a Bilintx", en el Museo de San Telmo de San Sebastián. Junto con Balerdi, Zumeta, Chillida y Basterrechea presenta algunas obras en la Galería Txantxangorri de Hondarribia, de las que Genua dice:

"Mendiburu, el ondarrabitarra refugiado en un caserío de Inza, Navarra, nos presenta unas obras muy rústicas, como en una comunión con los elementos tradicionales del trabajo campesino".

Toma parte también en la exposición de arte vasco celebrada en la casa de Zumalacárregui en Ormaiztegi (Gipuzkoa). Entre 1976-1977 realiza las esculturas murales en madera que se encuentran en el vestíbulo del edificio principal de la Caja de Ahorros de Guipúzcoa en San Sebastián, tituladas Ruido del Abismo y Viento del Abismo.

En 1978 es seleccionado junto a Ricardo Ugarte para acudir a la "I Trienal Europea de Escultura", celebrada en los jardines del Palais Royal de París, con una escultura en piedra titulada Arri biur. Participa en las colectivas: "Pintura y Escultura Vasca", dentro del I Salón de Verano de Pintura y Escultura Vasca, en la galería E 2 de Sn. Sn. "Arte Vasco 78", en la inauguración del aula de cultura de la CAM de Bilbao, así como en "Erakusketa 78", exposición itinerante organizada por la fundación Faustino Orbegozo.

En el año 1979 toma parte en la "Exposición Colectiva de Escultores y Pintores Vascos" (Galería Arte de Donostia) y en la muestra "Arte en Guetaria 79", en la sala Erakustoki de la localidad guipuzcoana. También expone junto a otros artistas vascos en las galerías Ttopara y Pórtico de Hondarribia.

AMA

En los años ochenta, Remigio Mendiburu, en relación con la década anterior, redujo sus apariciones públicas tanto en exposiciones individuales como en colectivas de carácter local. Sin embargo, participó en dos exposiciones internacionales: en la Feria Internacional de Escultura de Chicago Milla 3 (1984) y como miembro del grupo Hostoa exhibió su obra por Alemania (1986).

Del 28 de abril al 3 de mayo de 1981 Mendiburu participó, en la feria de "Arte Contemporáneo Arteder 81" celebrada en el recinto de la Feria de Muestras de Bilbao, que fue el ente patrocinador de la misma. Dos fueron los objetivos que se plantearon los organizadores, por una parte, la presencia de los artistas vascos consagrados a través de las galerías que dirigían sus intereses comerciales y, por otra, la oportunidad, mediante el Mercado Libre del Arte, de que los noveles pudieran llegar a un público más amplio del que les permitían sus circunstancias.

En 1984 concurrió a la "Feria Internacional de Escultura de Chicago Milla 3". La muestra se celebró en el mes de mayo, en el Auditórium del Instituto de las Artes de Chicago, en donde figuró su obra junto a la de los escultores Néstor Basterretxea y Vicente Larrea. Como consecuencia de este viaje, entre los tres escultores que participaron en la Milla 3, surgió un proyecto, promovido por José Ramón Cengotitabengoa (Presidente de la Sociedad de Estudios Vascos en Estados Unidos), para realizar un monumento dedicado al pastor vasco, en Reno (Nevada), que el propio artista, en una artículo publicado en la revista Punto y Hora de Euskal Herria, resumía del siguiente modo:

"En principio se quiere hacer un monumento que memorice y recuerde la gran labor de unos pastores y una gente humilde de nuestro pueblo vasco hicieron: ser pastores de verdad en los Estados Unidos. Es una idea que trajimos de nuestra estancia en Chicago. No es que tengamos ya el encargo, sino que puede llegar a hacerse; estamos preparando el proyecto. Me gustó la idea; me trasladó a la vida del caserío, al contacto con la gente, los pastores que conocimos, sus costumbres, rebaños, el monte..., es dar proyección a la cultura rural que llevo dentro".

El motivo y eje principal que se propuso tratar plásticamente Mendiburu para el conjunto monumental fue el carnero -posteriormente Néstor Basterretxea realizaría el pastor y Vicente Larrea la makila (palo, en euskera)-, modelando en barro inspirado en aquellos que pastaban habitualmente en las praderas hondarribitarras.

De 1984 a 1987 trabajó en este proyecto, con una importante cantidad de dibujos y estudios preparatorios, así como pequeñas esculturas trabajadas en diferentes materiales (madera de tilo policromada, hierro, bronce, alabastro o técnicas mixtas, realizando una serie de cabezas de carnero que denominó Aria. Para conseguir que el animal se ajustara lo máximo posible a la realidad, acudía junto a su amigo Juan Pablo Zabala a fotografiar los carneros que se encontraban por los alrededores de la localidad.

Sin embargo, a pesar de que el proyecto se encontraba muy avanzado, no llegó a ser realizado conjuntamente por los tres artistas; ya que finalmente se convocó un concurso público que ganó Basterretxea.

Del 4 de agosto al 15 de septiembre de 1984 tuvo lugar en la Sala de Arte Kezka de Hondarribia una exposición antológica de su obra, compuesta por un total de 48 piezas escultóricas y algunos dibujos, grabados y collages de celulosa.

A pesar de que las piezas de mayor envergadura, por falta de espacio, no pudieron estar presentes, en la exposición el visitante pudo contemplar buena parte del trabajo realizado por el artista desde el año 1968 hasta 1984.

En el verano de 1986 Mendiburu formó parte del grupo Hostoa. Exhibió su obra por Alemania (Frankfurt y Colonia) y por las Islas Baleares (Mallorca y Menorca). La iniciativa de mostrar el arte de este grupo de ocho artistas vascos por Europa fue patrocinada por el Gobierno Vasco. El viceconsejero de Cultura del Gobierno Vasco, Sebastián Agirretxe, informó de cómo desde el departamento se asumió la idea por entender que era un buen proyecto.

Durante los meses de julio y agosto la exposición permaneció instalada en el hall del Commerzbank de Frankfurt. Sin embargo, pese a las expectativas que se habían propuesto los artistas, no se vendió ninguna obra.

Después, la muestra se exhibió hasta el mes de octubre en Colonia, en la villa Rheingold, en la zona residencial de Rodenkirchen, donde fueron instaladas casi todas piezas, excepto la escultura de Remigio Mendiburu que se exhibió al aire libre, en la plaza de la catedral de Colonia, a escasos metros del nuevo museo.

Del 27 de febrero al 15 de marzo de 1987, Mendiburu exhibió su última producción plástica en una muestra individual celebrada en la Galería Windsor Kulturgintza de Bilbao. El motivo principal de la exposición fue el estudio-proyecto para la realización del monumento dedicado al pastor vasco en Reno (Nevada), idea que surgió de su participación en la "Milla 3" de Chicago. También mostró una serie de piezas de gran formato, tituladas Hostoa, y dedicadas a las estaciones del año, y una serie de collages esculto-pictóricos que recreaban recuerdos infantiles de su paso por el campo de concentración. Se tratan de unas pinturas con relieve de gran formato sobre madera contrachapada denominadas: La Noche del Exilio y La noche delCarnero.

El 17 de noviembre de 1989, Mendiburu, junto a autoridades institucionales, familiares y amigos, acudió a la inauguración de su exposición antológica en el Museo de San Telmo de Donostia-San Sebastián, patrocinada por el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de la ciudad.

En la muestra se exhibieron 120 obras, entre esculturas, grabados, collages y obra plástica. Se montó con los fondos del taller y de la residencia del propio Mendiburu, más aportaciones de entidades y particulares.

Ante la imposibilidad del escultor de realizar el montaje, se ocupó de esa labor el artista Néstor Basterretxea, mientras G. Etxeberria se hizo cargo de coordinarla. Basterretxea explicó al periódico donostiarra El Diario Vasco la configuración de la exposición de la siguiente manera:

"[...] he intentado realizar la distribución de las obras con absoluto respeto a un orden cronológico, por series y buscando un efecto visual. La exposición es bien representativa de los treinta años de trayectoria artística de Remigio Mendiburu, desde 1959 a 1989".

Sin embargo, en San Telmo faltaron algunas obras que, bien por razones de espacio, de conservación o técnicas, no pudieron exhibirse.

A pesar de que la exposición fue un éxito, todo hacía presagiar que con aquella muestra antológica terminaba su producción artística. El propio escultor, en una entrevista concedida a El Diario Vasco, dejaba entrever su estado anímico:

"Ya no soy el personaje vital de antes, sino otro muy dependiente; recién trasplantado hay que cuidarse de forma intensiva, hacer periódicas analíticas, revisiones... en fin, es cuestión de adaptarse a las circunstancias. [...] No, no me da por leer; tan sólo me dedico a la observación de todo lo que me rodea -explica- . La realidad me interesa mucho; la ficción, cada vez menos; las personas que antes veía como más distantes, más ajenas, ahora me parecen más reales, me interesan".

Una vez concluida la muestra, ésta se expuso, del 16 de enero al 25 de febrero de 1990, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.

En el ámbito personal el final de los años ochenta estuvo caracterizado por el diagnóstico de su enfermedad (hepatitis B), por lo que tuvo que someterse a un trasplante de hígado en el Hospital Clínico de Barcelona. En el mes de febrero de 1989 entró en la lista de "alerta europea de donantes de hígado". La espera duró tres meses; el 4 de mayo fue intervenido en una operación que duró nueve horas. En dicha localidad permaneció dos años, acompañado por su mujer, Mª Carmen Inda y por su hijo Urko, hasta su fallecimiento, el 16 de abril de 1990. La enfermedad le ocasionó una larga convalecencia en la que el artista redujo considerablemente su producción artística. Durante ese tiempo realizó algunos dibujos en papel empleando rotuladores, bolígrafos, lápices de colores y acuarelas.

En una entrevista concedida al periódico El Diario Vasco, al poco tiempo de haber sido intervenido quirúrgicamente, el artista explicaba, en su hogar de Hondarribia, la falta de estímulo que la enfermedad le había dejado para enfrentarse a la escultura:

"No he pensado nada sobre escultura -reconoce-; la situación en la que me encuentro es tan dura, tan terrible, le hacen a uno tales pruebas, que es imposible pensar en otra cosa".

A finales de marzo de 1990 el artista sufrió un agravamiento en su delicado estado de salud que obligó a su internamiento en la Unidad de Cuidados Intensivos. Diez días antes de su fallecimiento, el 16 de abril, entró en coma profundo. La muerte le sobrevino a los 59 años de edad, en la Ciudad Condal, a consecuencia de una parada cardiaca inducida fundamentalmente por un fracaso renal y por una infección en el sistema nervioso central.

El cuerpo del artista fue incinerado y sus cenizas trasladadas a Hondarribia donde, el día 20 de abril, se celebró un acto civil de homenaje.

Poco después, bajo el mismo monumento se plantaron, en un acto simbólico, tres árboles que representaban la materia prima utilizada por el escultor para realizar sus principales obras: un abedul, un haya y un gynko-biloba. Al lado, un romero, una planta que pretendía simbolizar la relación del escultor con Cataluña, una tierra de la que era originaria su primera esposa y cuya lengua y costumbres conocía perfectamente.

LML