Pintores

Mateo Real, Antonio

Antonio Mateo Real, pintor. Nace en Luanco (Asturias) en 1927. Tras la guerra civil, su familia se traslada a Madrid y es allí donde recibe su formación artística. Desde 1946 hasta su fallecimiento en 2012 reside en Irún (Gipuzkoa). Su obra pictórica se compone principalmente de paisajes o marinas en las que la naturaleza es representada con gran fuerza. También es un reconocido decorador de porcelana.

Estudia en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Madrid con, Carlos Sáenz de Tejada, José Ramón Zaragoza,, Antonio Solís Ávila y Enrique Bráñez de Hoyos. Trabaja la figura al desnudo en la Escuela de Bellas Artes de Madrid y consigue una beca para estudiar paisaje y figura en movimiento al aire libre. Es en este terreno de la pintura al aire libre en la naturaleza donde desarrollará su obra principal, paisajística, pintada del natural, directamente en el lienzo o tomando bocetos para luego, terminarlos o plasmarlos en el cuadro en su estudio.

En 1946 la empresa Luso Española de Porcelanas (luego Porcelanas Bidasoa), de Irún, le ofrece trabajar en la sección de decoración artística, oferta que aceptará. Decorador reconocido, algunas de sus obras sobre porcelana se encuentran depositadas en Gordailua, Centro de Colecciones Patrimoniales de Gipuzkoa.

Paralelamente a su labor como decorador, desarrolla su carrera como pintor con sus obras al óleo sobre lienzo, así como dibujo a lápiz y acuarelas.

Expone individualmente en San Sebastián, en las Salas Municipales de Arte (1965, 1967 y 1969) y en el Museo de San Telmo (1974 y 1980); en Bilbao, en las Salas de Bellas Artes de Artesanía Española (1963) y en la Galería Urrutia (1975); En Vitoria, en los Salones de Cultura de Olaguibel (1971, 1972, 1974), en la Galería Tartalo Arte (1975), o en los Salones Luis de Ajuria (1976, 1978, 1981); en Pamplona, en la Sala Doncel (1975) y la Sala de Exposiciones de la Caja Laboral Popular (1980); en Irún, en la sala del Casino (1957, 1958 y 1960), en la Sala de la Caja Laboral Popular (1978, 1980, 1982, 1984, 1986, 1988, 1990). Y en otras localidades, como Hondarribia (1956, 1976, 1980), Zumarraga (1983), León (1960), Obra Cultural de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia (1972), Sala del Ministerio de Información y Turismo de Santander (1977), Sala de Exposiciones Genaro Poza de Huesca (1976) o Sala Gambrinus de Zaragoza (1976). Su última exposición fue en el año 1990. En 1991, complicaciones de salud le obligaron a dejar de pintar paulatinamente.

También participa en numerosas exposiciones colectivas, como el l XXXIV Salón de Otoño de Madrid, en 1963, donde obtiene una tercera medalla ; el Gran Premio de Pintura Vasca de San Sebastián en 1965; los certámenes Vasconavarros de pintura del Museo de Bellas Artes de Bilbao en 1973 y 1976; la Bienal Plástica de Pintura y Escultura, Vitoria-Gasteiz en 1974; y otras exposiciones como la de Gipuzkoa  vista por sus pintores o La Montaña y su Entorno. en el Museo de San Telmo de San Sebastián en 1985. La última a la que acudió fue la Exposición Bidasoaldeko Margolariak - Pintores del Bidasoa, en el Amaia Kulturunea, Irún, en 1999.1

Obtiene un primer premio en el Memorial Elías Salaverria de Lezo 19732 donde también consigue una mención especial en 19793; el segundo premio del Bicentenario del Ayuntamiento de Pasajes (1970), 1º y  2º premio en Kerizpe de Hondaribia y 2º en pintura al aire libre de Zumárraga, y una tercera medalla en el XXXIV Salón de Otoño, de Madrid.

A raíz de la exposición en el Museo de San Telmo de San Sebastián, en 1974, el crítico de arte José Berruezo, dijo: “en cuanto a su oficio, Mateo lo posee en grado sumo, lo que le permite el virtuosismo de meter en sus cuadros ya un suave aire de poética fantasía, ya una imaginativa creación como para ilustrar un cuento oriental, ya una deformación geométrica de la realidad que roza lo abstracto, ya una réplica de Bernard Buffet… Pero donde nos encontramos al verdadero Artista, donde toda su sabiduría se hace espontánea captación del paisaje,  es cuando se enfrenta a él con la paleta dominada por los verdes, las tierras y los azules, y traslada al lienzo toda la emoción que existe en “El mar desde el Jaizkibel”, “Marinas con elementos sencillos”, “El bosquecillo de Ibarla”, y “Otoño”… Antonio Mateo, que es un excepcional dibujante y un gran colorista, tiene las dos condiciones esenciales para ser un auténtico creador”

El crítico Iñaki Moreno Ruiz de Eguino, en 1990, escribió: “Paisajista que compone sus cuadros trabajando directamente del natural, despliega en cada vista su emoción incontenida. Observador perspicaz y agudo, hace del dibujo un instrumento útil que apoya su pincelada. Una combinación medida de distintos grosores de pigmento, contribuye a que los efectos de perspectiva se establezcan con una más precisa nitidez. Pintura de una sencillez sobria, empapada de una claridad dilatada por nuestra luz ambiental. Paisajes del valle de Oiartzun, casas entre frondosas arboledas, vistas otoñales con las hojas caducas orquestando un fresco acorde musical.”

Notas:

1. Bidasoaldeko Margolariak. Pintores del Bidasoa. Ayuntamiento de Irún. Textos de Iñaki Moreno Ruiz de Eguino y Gregorio Díaz Ereño. Páginas 29 y 149.

2. Elias Salaverria Memoriala. Euskal Herriko artearen historian istorioa. J. Javier Fernández Altuna y Maria Pilar Matey Muñoz. Colección Lankidetzan Páginas 37 y 55.

3. Elias Salaverria Memoriala. Euskal Herriko artearen historian istorioa. J. Javier Fernández Altuna y Maria Pilar Matey Muñoz. Colección Lankidetzan Página 61