Guerras carlistas. Nada más comenzar la segunda guerra carlista (1872-1876) las fuerzas de Serrano entran en el valle de Durango, procedentes de Guipúzcoa, mandadas por el duque de La Torre. Los carlistas deciden dar frente en las Peñas de Mañaria, el 14 de mayo de 1872, situándose en el monte de Beranzar, los batallones de Guipúzcoa, Durango y el de Las Encartaciones. Aunque las condiciones del terreno eran favorables a los carlistas, los liberales eran superiores en número, armamento y disciplina. Por falta de municiones en el momento crítico, los carlistas tuvieron que emprender la retirada, teniendo pérdidas considerables; entre ellos, personajes distinguidos como Agastuy quien dirigía el batallón de Guipúzcoa y D. Manuel Altube. Los liberales, entre los que destacaron los miqueletes o txapelgorris de Guipúzcoa, quedaron dueños de la situación.