Concepto

Literatura Oral Vasca

La imagen más utilizada para representar la literatura oral tradicional es la de un grupo de personas en torno al fuego o alrededor de una mesa contando cosas o cantando. A esa escena se añade la de las tareas realizadas en grupo. En esas circunstancias se contaban muchos cuentos, leyendas o historias, cuando la sociedad se desenvolvía de esa manera. Por eso, este género literario está estrechamente ligado a la agricultura y a la vida en el caserío.

El cuento es un género más extenso, pero si nos referimos al cuento tradicional, lo describiremos como una narración que reúne sucesos ficticios que se suelen transmitir en la sociedad de generación en generación. La transmisión suele ser colectiva, y no hay un autor concreto, cada narrador le añade su impronta. Dentro de la narración, en prosa se van encadenando los sucesos de forma lógica, siendo el resultado el cuento.

Como toda la literatura oral tradicional, el cuento está vivo y en constante cambio, dependiendo del narrador y del auditorio. El narrador utiliza una serie de recursos para contar la historia, conscientemente o no. En los cuentos se suelen dar generalmente una serie de características estilísticas.

Tras una introducción tranquila, la acción va tomando cada vez más tensión, y al final vuele a relajarse.

Se repiten mucho los elementos para dar mayor intriga o tensión al desarrollo de la acción, aunque también vale como técnica que ayuda a registrarla en la memoria.

Los personajes responden más estereotipos que a características individuales: padres e hijos, ricos y pobres, buenos y malos... que muchas veces adquieren su personalidad en contraposición al otro.

Es raro que se den detalles sobre los personajes, el espacio o el tiempo en que se desarrolla la acción. El narrador tiende a menudo a situar la acción en su entorno cercano, en tal pueblo, monte o río, pero en realidad son universales.

La forma de encadenar las acciones es sencilla, normalmente se suceden unas a otras, con estructuras simples y pasajes que a menudo se componen por medio de fórmulas hechas, como por ejemplo las fórmulas de comienzo y final y las de nombrar a los personajes.

Los cuentos populares se clasifican en tres grupos: cuentos maravillosos, de animales y los de risa, divertidos.

El corpus cuentístico vasco se integra en la tradición europea y paneuropea, es decir, coincide en gran medida con la tradición de esos lugares. Aunque de un lugar a otro toman características propias, tienen una gran semejanza, ya que finalmente tienen el mismo objetivo, que no es otro que saciar las necesidades de las personas y las sociedades. Las personas, con nuestros límites, vivimos situaciones semejantes y esas son la base de las narraciones.

El grupo más interesante lo constituye el de los cuentos maravillosos. Se les suele denominar cuentos de hadas en castellano, contes de feés, contes merveilleux en francés, fairy tales en inglés, Märchen en alemán. En euskara se les designa de varias maneras: ipuin miresgarriak, ipuin harrigarriak, amandre-ipuinak e ixtorio-mixterio.

Al igual que en otras lenguas, en los cuentos vascos se utiliza una fórmula de comienzo. Lo que en castellano se dice Erase una vez, en inglés Once upon a time, en alemán Es war einmal, en euskara tiene su equivalente en Bazen behin, Behin, beste askotan bezala. Esta frase significa que no hay un lugar o un momento concreto, que la acción sucede en algún momento en algún lugar, eso hace que los sucesos puedan ser maravillosos.

Otro tanto puede decirse de los personajes. Normalmente no tienen nombre, y si lo tienen, es un nombre común. Habitualmente se utilizan otros recursos para designarlos: parentesco (padre, madre, hija pequeña, hijo mayor...), nivel social (criado, rey, soldado...), oficio (carnicero, herrero, casero...).

Entre los estudiosos de los cuentos maravillosos, fue el ruso Vladimir Propp quien resumió las funciones que habitualmente se cumplen en ellos. Según él, los cuentos tienen una estructura y morfología bastante constante, y así completó la cadena de secuencias que él denominó funciones. Esas secuencias siempre se dan en el mismo orden, si bien no siempre aparecen todas. Según la teoría de Propp, en los cuentos maravillosos hay un héroe que sale de casa para recorrer el mundo en busca de suerte. En ese camino, tendrá que superar de uno en uno algunos obstáculos, para lo que contará con ayudantes y enemigos.

Una vez demostrada la valentía del héroe capaz de superar todos los problemas, llegamos al final, un final feliz, que es lo que caracteriza a este tipo de cuentos. Para finalizar, igual que al comienzo, se utilizan fórmulas ya hechas como Ongi bizi izan baziren, ongi hil ziren (Si bien vivieron, bien murieron), Halan bazan ez bazan, sar dadila kalabazan, eta urten dadila Derioko plazan (Fuese así o no, que se meta en la calabaza, y salga en la plaza de Derio).

Hay veces en que el narrador se incluye en la historia que narra, de la que se muestra como testigo, tratando de dar credibilidad y mayor fuerza al hecho misterioso. Este tipo de finales dan muestra de lo dicho: Orduan han nintzen o Orduan han nintzen eta orain hemen (entonces estuve alli y ahora aquí).

El misterio de estos cuentos se basa principalmente en romper con las leyes de la naturaleza, que se manifiesta de diferentes maneras: los animales hablan, animales generalmente pequeños aparecen como gigantes, personas del tamaño de los ratones, príncipes y princesas convertidos en pato, paloma, animal o monstruo...

Dentro de las narraciones tradicionales otro grupo lo constituyen las leyendas. En ese caso los hechos narrados no suelen ser ficticios o inventados, sino que tienen relación con algún hecho real, si bien el hecho original puede estar tergiversado a lo largo de su devenir en el tiempo. Tratan muchos tipos de temas, por ejemplo leyendas hagiográficas, históricas, relacionadas con la construcción de puentes, fuentes, etc., que generalmente se sitúan en un lugar y un tiempo concreto.

En nuestro caso, las narraciones sobre los grandes seres mitológicos nos han llegado a través de leyendas, es el caso de lamias, basajaun, prakagorri, gentiles, Tartaro.