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Laredo

Villa santanderina. La primera referencia documental (Cartulario de Sta. María del Puerto en Santoña) de Laredo es del año 1068. El mismo año, Martín Armendáriz, un pamplonés de origen, donó un quiñón de la iglesia de San Martín de Laredo a Sta. María del Puerto. Poco después de la incorporación de Guipúzcoa y de la Álava nuclear a la Corona de Castilla, Alfonso VIII otorgó, en el año 1200, un fuero a Laredo, derivado del de Castro Urdiales, este a su vez derivado del fuero de francos de Logroño. El rey castellano trataba de fomentar el desarrollo de una población marítima que, ya en los años 1130-1131, había colaborado con Alfonso I el Batallador, rey de aragoneses y pamploneses, en el cerco de Bayona. En lo privado, Laredo se rigió por el fuero de Vecio (Véase Vecio) hasta la codificación del siglo XIX.

La importancia mercantil, además de la pesquera, de Laredo en el siglo XIII, exenta del portazgo de Medina de Pomar desde 1221, explica la integración de su concejo a la Hermandad de las Marismas de Castilla con Vitoria, esta última principal redistribuidora de la lana y la sal castellanas, entre los puertos cantábricos, antes de ser exportados. En el año 1306, Eduardo I, Rey de Inglaterra, dominando en Aquitania, aprobó las treguas entre Bayona y Laredo, además de otros puertos cantábricos, treguas que fueron ratificadas en 1309, 1404 y 1407. La importancia bajo-medieval de Laredo, en sus vertientes náutica y mercantil, adquirió su cenit en el siglo XV, siglo en el que los numerosos judíos de Laredo pechaban conjuntamente con los de Balmaseda. Laredo, en la crisis bajo-medieval, por los testimonios de Lope García de Salazar en su "Bienandanzas e Fortuna" conoció acontecimientos y luchas muy similares a los de la cercana Vasconia. Similar a la Vasconia marítima, al comienzo de la Edad Moderna, fue abrumadora la mayoría de hidalgos en Laredo, mayoría que revela el padrón de 1584, aunque la mayoría del Ayuntamiento fuese oligárquica hasta bien entrado el siglo XIX.

En las Capitulaciones (1499) entre el Consulado de Burgos con el de Bilbao, Laredo quedó adscrito al de Burgos. Laredo fue durante el siglo XVI, y en menor medida durante el XVII, un importante puerto para las expediciones a las Indias y las comerciales y militares hacia la Europa atlántica, amen de pesquero. Laredo llegó a ser durante la Edad Moderna, la capital de hecho del Corregimiento de las Cuatro Villas.: Castro Urdiales, Laredo, Santander y San Vicente de la Barquera y del correspondiente Regimiento de Milicias, cuyo bastón de mando (Bastón de Laredo) correspondía al Corregidor.

En 1792 se construyó el camino de Laredo al interior de Castilla, camino que nunca logró competir con la carretera real hacia Santander por Reinosa (1749-1753) y con la algo posterior del Señorío de Vizcaya por la Peña de Orduña. Laredo continuó en su decadencia, iniciada con la crisis del siglo XVII, trasladándose en 1801 el Corregimiento a Santander, aboliéndose en 1836 el "Bastón de Laredo" y disolviéndose en 1841 el Regimiento. Laredo, pueblo liberal, armado espontáneamente en 1833 contra los carlistas de Vizcaya, tuvo como alcalde en 1836 al progresista navarro Manuel Abete, militar. En ese mismo año, marineros de Laredo en 16 lanchas acudieron a Bilbao para combatir contra los sitiadores carlistas. En 1874, el general Concha organizó en Laredo el cuerpo de ejercito vencedor de los carlistas nuevamente sitiadores de Bilbao.

En 1863 se fundó la primera fábrica laredana de conservas moderna, propiedad de Braulio Larrabide. En 1862 se inició el nuevo puerto, arenado el antiguo desde el siglo XVII. En el último cuarto del siglo XIX comienza a tener importancia la actividad turística en Laredo. Pero el impresionante desarrollo, turístico y comercial, de Laredo se efectuó durante el último tercio del siglo XX. Esta pendiente de detallado estudio (2001) la aportación vasca, especialmente vizcaina, a las inversiones turísticas de Laredo. Véase Santoña, Pacto de.

  • ORTIZ REAL, Javier; BRIGIDO GABIOLA, Beldonero: Historia de Laredo, Laredo, 2000.