Arquitectura

Iglesia de San Nicolás. Bilbao

La parroquia de estilo barroco de San Nicolás se localiza en El Arenal de Bilbao. Se trataba de un lugar pantanoso cercano al cauce del río Nervión. En este terreno inestable, se edificó una sencilla ermita durante la Edad Media. Con el paso de los años, este pequeño arrabal bilbaíno, confirma su importancia económica y la población aumenta considerablemente. En 1463, ante el crecimiento del número se feligreses, se solicita permiso para realizar un ensanche en la ermita. Se construye un nuevo edificio del que no queda resto alguno. En 1501 adquiere la denominación de parroquia. La inestabilidad del terreno amenazaba continuamente a la cimentación y por lo tanto, la estructura del edificio. En 1553, Bilbao sufre unas terribles inundaciones. Una vez derribada la torre se declara en ruina al recinto parroquial. En el siglo XVII, Juan de Bengoechea propone reconstruir la parroquia con la única condición de poder ser enterrado dentro de la misma. Las obras terminan en 1611. La nueva fábrica permanecerá hasta 1740. Una nueva amenaza de ruina hace que la parroquia se cierre al culto. En 1743, el ayuntamiento programa un concurso para la construcción de un nuevo templo, que luciera, en la zona de El Arenal. Será el tracista Ignacio de Ibero quien reciba el encargo para la ejecución del nuevo edificio. Ibero contará con la ayuda del también tracista Bernardo del Anillo. El 6 de diciembre de 1743, víspera de San Nicolás, se coloca la primera piedra. Se prevé que la obra se finalice en seis años. Sin embargo, dificultades técnicas y sobre todo, económicas, hacen que la nueva parroquia no se inaugure hasta el 11 de agosto de 1756.