Concepto

Historia del Arte. Renacimiento (versión de 1995)

Penetración del Renacimiento artístico en Euskal Herria. Este vasto movimiento cultural, sustentado en otro socioeconómico de iguales dimensiones, va a penetrar en el País de diversas maneras adaptándose, como ocurrió en zonas alejadas de la latinidad (Alemania, Inglaterra, etc.), a las peculiaridades e idiosincrasia locales y lanzando, por primera vez, los nombres de artistas vascos a la palestra pública. La penetración se efectúa por dos vías principales:

1) La vía marítima. Esta se sustenta en los puertos cantábricos, especialmente en aquellos que ejercieron un muy importante tráfico de contratas con el comercio mediterráneo a lo largo de los ss. XV y XVI. Mercancías de diversa índole, entre las cuales libros, lienzos, tablas, partituras, orfebrería (ver PLATERIA), escultura, llegaron a Euskal Herria junto con las entonces denominadas "Noticias de Italia". También hay que citar en esta puerta de comunicación portuaria la llegada de objetos y artistas flamencos y hanseáticos ocasionada por el amplio intercambio comercial y cultural con el movimiento renacentista de los Países Bajos.

2) La vía castellana. Esta vez a través de la meseta nos llega la influencia castellana en un doble sentido, tanto por los canteros y maestros de obras vascos cuya actividad se desarrolló a lo largo y ancho de toda la Península, como por obra de la nobleza vasca perteneciente a los servicios burocráticos de la Corona de Castilla que erigieron en sus lugares de origen hermosas mansiones y templos renacentistas. Con una u otra procedencia la impronta renacentista va a hacerse patente a través principalmente de la arquitectura, soporte del resto de las manifestaciones de artes plásticas, ámbito en el que los constructores y canteros vascos supieron manifestar su genio y en el que se puso de relieve la afluencia de las riquezas de origen americano. Inmediatamente después de la arquitectura se desarrolló la escultura en la que nombres como Juan de Anchieta o Pedro González de San Pedro destacaron con relieve propio. No puede decirse lo mismo de la pintura que no encontró otra manifestación importante que la auxiliar policromática tanto en retablos como en imágenes exentas. La música polifónica, característica del período, penetró también por estas vías (ver MUSICA). Digamos ultimamente que nuestros canteros recorrieron la Península incluida Portugal ejerciendo una impronta destacable en templos, conventos, palacios civiles o episcopales de lugares como Toledo, Sevilla, Valladolid, Salamanca, El Escorial, Uclés o Huesca. Nombres como Juan de Olózaga, Diego de Mendieta, Pedro de Tolosa, Juan de Alava, Martín de Gainza dan testimonio de la oriundez de unos artistas que poseyeron un estilo y hasta una jerga propia (ver CANTERO). Finalmente, conviene resaltar que el Renacimiento apenas llegó al País Vasco de Francia que ofrece una arquitectura y decoración populares, de gran sabor pero escasa vinculación con la moda flamenca o italianizante.