Religiosos

GOYHENECHE, Bernard de

Matalas. Párroco de Moncayolle, su pueblo natal (Zuberoa), que encabezó la sublevación del tercer estado suletino contra el poder señorial y el absolutismo de Luis XIV en 1661. Sobre su apodo no existen seguridades. Según Menjoulet (Chronique d'Oloron, París, 1884) "on le surnommait "Matalas" depuis qu'il avait été battu comme tel par les écoliers de Bordeaux durant le cours de ses études...". No se conocen más datos personales suyos. Las causas de la sublevación fueron diversas pero especialmente puede consignarse la conculcación brutal a la que se ven sometidos los Fueros Vascos -en este caso, el suletino- por el poder absolutista francés al aplicarse en Zuberoa el edicto de marzo de 1639 que pone en venta las tierras comunales en beneficio de la Corona, bienes adquiridos por el señor de Troisvilles junto con los derechos inherentes a las mismas. Troisvilles -Arnaud-Jean Peyré, uno de los tres mosqueteros de Dumas- será así nombrado vizconde de Zuberoa. Esta se ve desposeída de sus tierras y recurre a una serie ininterrumpida de pleitos que vacían las arcas públicas e hipotecan sus posibilidades. El levantamiento masivo tiene lugar en junio de 1661. Los sublevados cercan el castillo de Maule y atemorizan a sus habitantes, en especial a los burgueses y funcionarios protestantes, al grito de Herria!, Herria! Jaques de Bela, protestante, al que la corte de Lextarre había encargado una comisión cerca del rey, refiere los hechos y las represalias ejercidas sobre los protestantes: quema de dos casas en Sohüta, violencias sobre la iglesia de Montory y la persona de Jacques de Bustanoby (pastor protestante de Maule) al que dio asilo el obispo de Olorón Maytie, etc. Este eclesiástico vasco consigue, a duras penas, contener a los sublevados. El 16 de julio viene el Consejero del Rey, Bernard d'Arche, que parlamenta con los deganes que, en sus dos tercios, apoyan a Matalas. No se llega a un acuerdo. Mientras, entre agosto y septiembre, el párroco de Moncayolle organiza su territorio mediante impuestos, gentes en armas, ordenanzas, incluso sobre el clero católico (supresión del cepillo y donaciones al clero reducción de estipendios, etc.). Pero la nobleza suletina consigue que el Parlamento de Burdeos tome en sus manos el fin de la sublevación. Una tropa de 400 de a caballo acude a Undurein a las órdenes de un mercenario llamado Calvo. Un primer encuentro tiene lugar el 11 de octubre tomando parte miles de campesinos armados someramente. Al día siguiente, de 4 a 5.000 de ellos chocan en Chéraute con las tropas reales, engrosadas con gran parte de la nobleza suletina, siendo derrotados. Goyheneche se refugia en Gentein donde el día 13 es hecho prisionero tras un asalto. El 8 de noviembre, por orden del Parlamento de Burdeos, Matalas y el degan del Val Senestre, Roquehort, son ejecutados. Ocho compañeros más serán condenados a muerte en rebeldía, y tres más -su sobrino Jean, un tal Bernard de Beheity y Jean de Cachau- a galeras de por vida. Su cuerpo degollado en Lextarre fue enterrado, por orden del obispo Maytie, ante el altar mayor de la iglesia de Bérraute. Su cabeza fue expuesta en la barbacana de la muralla de Maule hasta diciembre. La nochevieja de este año fatídico manos piadosas la hicieron desaparecer del lugar infamante para enterrarla con toda probabilidad en sagrado. Una cruz blanca señaló, hasta 1967, el lugar de su muerte y el del nogal multisecular que la presenciara. (Una glorieta de tráfico sustituyó la cruz en dicha fecha). El aplastamiento de este levantamiento masivo y la represión subsiguiente marcó el inicio del naufragio del tercer estado suletino. "En somme -comenta Goyhenetche en Le Pays Basque (Pau, 1979) le but des révoltés était uniquement la restauration des libértés suletines telles qu'à de multiples reprises elles avaient été garanties par le serment des réprésentants du roy; un véritable complot aboutit á l'écrasement de la révolte et á la ruine des libertes de la Soule." Sobre la víctima principal, Matalas, dirá Nussy Saint-Saéns (Le Pays de Soule..., p. 128) "Bernard de Goyheneche venait trop tard ou trop tôt; il aurait pu être un héros de la Ligue ou de la Convention; il ne fut qu'un pitoyable suppli cié". Ello no obsta para que, en nuestros días, Matalas sea un símbolo de la pérdida de las libertades vascas, como lo testifica la pastoral Matalaz de Pierre Bordarçarre "Etxahun" estrenada en Eskiula en 1955, en la que el héroe suletino reviste todo su talante épico.

Ainhoa AROZAMENA AYALA