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GÓNGORA - GONGORA

Góngora fue un pueblo de señorío con larga historia, en el que la parte arquitectónica refleja claramente su naturaleza jurídica y su vida civil. Está emplazado en un llano y es bastante disperso. Cuenta con pocas construcciones, aunque antiguas e interesantes, no muy bien conservadas.

Destacan dos grandes construcciones palaciegas y de ellas, la más interesante acaso, no es la mejor conservada. Se trata del palacio de los marqueses de Góngora, situado a la salida del pueblo. Es un gran edificio de planta irregular constituido por varios cuerpos hechos en época algo distinta. En primer término se distingue una fachada con entrada a un gran patio cerrado con una tapia, alrededor del cual hay varios cuerpos de construcciones rectangulares, con tejados a dos aguas y similar altura salvo en el caso de una torre cuadrada que queda al fondo del patio y a mano izquierda, lo que debe ser la parte más antigua, como otras torres de formas parecidas. Pegada a ella y dando también por dos entradas al patio, hay un edificio que consta de un cuerpo de dos pisos, con entrada propia también y varios cuartos en el piso primero, que fueron, sin duda, la vivienda más usada y otro patio cuadrado con galería sobre columnas toscanas que expresan su mayor modernidad respecto a la torre. El cuerpo que tiene al otro lado es de piedra hasta el término de la planta baja y de ladrillo en el primer alto. El otro palacio situado frente a la iglesia, aunque está mejor conservado, no tiene el mismo interés. Es el llamado Palacio Nuevo con una construcción sólida como la de la iglesia. Este palacio tiene dos cuerpos rectangulares en forma de L. El mejor conservado tiene planta baja y dos pisos, con cinco huecos: dos ventanas laterales, dos balcones y otra ventana central. Arco de entrada, gran reja a la izquierda. También a la izquierda hay también otro cuerpo que sigue esta fachada con un gran espacio arriba a modo de solana. El que queda en ángulo, muy largo también parece más antiguo y tiene una puerta con escalera exterior, un arco a la izquierda y encima de la puerta y pocos huecos más.

La iglesia parroquial de Góngora, dedicada a San Andrés, es una construcción de origen medieval por el alzado de la nave y la torre, emplazada a sus pies en el último tramo, y nave única. La cubierta es ya de un periodo posterior, de la primera mitad del siglo XVI, a juzgar por la rica molduración de los nervios de los dos tramos de la nave. Ya en 1575 se lleva a cabo la construcción del crucero y la cabecera actual, con documentos en los que se atribuye el pago en 1579 a José Pérez Ladrón con tasación de José de Villarreal. Cabe destacar la diferencia cronológica existente entre la nave, por un lado, y el conjunto del crucero y la cabecera, por otro, dada la distinta tipología de nervios, siendo en el caso de los últimos de sección muy rectilínea, característicos de un renacimiento tardío, además también de una leve diferencia de nivel entre las dos zonas, encontrándose el crucero y la cabecera ligeramente elevados con respecto a la nave. Esta separación entre las dos zonas queda acentuada por la presencia de una reja. Su planta es de cruz latina con cabecera recta, crucero resaltado en planta y nave única. La sacristía es una pieza cuadrada con cubierta moderna y está situada en el ángulo formado por la cabecera y el brazo del crucero del lado de la Epístola. El coro, situado a los pies es de madera.

Al exterior se accede por medio de una puerta con arco de medio punto simple situado en el segundo tramo de la nave, lado de la Epístola. Ya al aire libre se encuentra un pórtico, relativamente moderno, posterior a cualquier otra parte de la iglesia. En su parte alta se encuentra un balcón y en la baja una puerta adintelada que da salida al pórtico por la parte de los pies. El pórtico está sustentado por pilastras yuxtapuestas y un pilar central.

Entre las piezas que conserva la iglesia, destaca la pila bautismal, situada en el sotocoro del lado del Evangelio. Taza de piedra de forma semiesférica lisa, de base troncocónica y fuste cilíndrico con bocel superior.

La reja de separación anteriormente mencionada, que cierra el crucero y el presbiterio, se puede datar, con bastante seguridad, a principios del siglo XVI, coincidiendo con la realización de la cubierta de la nave. Sobre un escalón, se alza el plinto del que arranca la reja.

El retablo de la Santísima Trinidad que preside el muro frontal del crucero en el lado del Evangelio, fechado en la primera mitad del siglo XVII. Es muy probable que sea obra de Pedro de Iroz, vecino de Villava, quien realiza también el retablo mayor y el otro retablo colateral y en los que pudo colaborar también José de Iturmendi, vecino de Arazuri. Este retablo es de traza muy sencilla, con un lienzo central de la Santísima Trinidad, de estilo popular y con líneas de gran dureza.

El retablo mayor, en el presbiterio, es, como se ha reseñado anteriormente obra de Pedro de Iroz, también en el siglo XVII. Es de traza recta, con banco muy breve, dos bancos divididos en tres calles y ático. Las esculturas del retablo son coetáneas a su estructura, en altorrelieves, salvo el titular y el Crucificado del ático, ambas de bulto redondo: San Pedro y San Pablo con sus atributos respectivos (llaves y espada), la Sagrada Familia, el titular sedente sobre una cátedra, San Joaquín y Santa Ana. El ático alberga un Crucificado de línea barroca, con profusión de pliegues acartonados en los ropajes que recuerda la escuela del escultor vallisoletano Gregorio Fernández.

En el lado de la Epístola se encuentra el retablo de la Inmaculada, también obra de Pedro de Iroz. Con una estructura idéntica al de la Santísima Trinidad y muy parecida al retablo mayor. El lienzo de la Inmaculada, de la misma época que el retablo, sigue modelos de la escuela madrileña de la época, representando a la Virgen en pie, con la mirada hacia el cielo, manos juntas y manto envolvente, con los únicos atributos de la media luna sobre la que apoya los pies y la serpiente.

En este mismo brazo de la Epístola se sitúa el sepulcro de los marqueses de Góngora, de piedra, muy sencillo, con una estructura paralelepípeda con cubierta a dos aguas y totalmente lisa.

En la sacristía se guarda únicamente una pieza de orfebrería. Se trata de un cáliz en plata dorada, de estructura gótica de principios del siglo XVI, idéntico al que se guarda en la parroquia de San Vicente en Aranguren, excepto en algunos detalles de la decoración del nudo. Lleva el punzón AR/AIB del maestro de Aibar, repetido en la copa y en el reverso.

Aunque no es una pieza que se conserve en la actualidad en esta parroquia de San Andrés es interesante nombrar un frontal de madera pintada que poseyó la iglesia y que actualmente se conserva en el Museo de Arte de Barcelona. Por las estructuras arquitectónicas que emplea y por el tratamiento del plegado, plenamente góticos, apuntan más al siglo XIV que al XIII. La tabla representa al Pantócrator en mandorla con los símbolos de los Tetramorfos en los ángulos y a los lados los apóstoles bajo arcadas apuntadas trilobuladas dispuestas en dos pisos.

Carmina RIUS SALETA