Bordatxuri, Gaztelu, Goyola
Sacerdote y escritor en lengua vasca nacido en Gaztelu (Gipuzkoa) el día 5 de mayo de 1908 en el caserío Bordatxuri. Falleció en San Sebastián el 6 de enero de 1983.
Cursó estudios para fraile capuchino en Alsasua, Hondarribia, Estella-Lizarra y Pamplona y se ordenó sacerdote en 1933. En 1935 se traslada a Argentina donde residió sucesivamente durante 22 años en Buenos Aires, Llavallol, Mar de Plata, Córdoba y Mendoza. Residiendo ya en Argentina, en 1948 es premiado en el certamen de traducciones de Buenos Aires. Es profesor en Euskal Etxea. En 1952 deja la orden de los capuchinos y se queda como cura seglar. Seis años más tarde, en 1958, regresa a su tierra natal y se establece en San Sebastián, entrando a formar parte de la redacción de la Editorial Auñamendi, tomando parte en la sección de lexicografía. De 1959 a 1962 fue capellán del Colegio de los Hermanos del Sagrado Corazón.
Se inicia en la literatura en 1934 como colaborador de la revista Yakintza con diversas poesías en euskera. Obtuvo mención honorífica en el Concurso "Loramendi" (1959). Colaboró en Zeruko Argia, Egan, Euzko Deia de Buenos Aires, Euzko Gogoa y Olerti. En 1961 obtiene el primer premio de poesía del Concurso Olerti. En 1962 publica las traducciones de las poesías de Fray Luis de León y San Juan de la Cruz, con el título Musika ixilla, en la Colección Azkue de Auñamendi.
En 1968 edita en Buenos Aires la traducción en euskera de Parnaso colombiano en euskera bajo el título Kolombiar olertitxoria euskeraz. Al año siguiente se edita en Bilbao su obra titulada Nora zuaz? Método intuitivo y ameno para aprender euskera (1969). El 28 de noviembre de 1970 obtiene un premio de poesía en euskera en el concurso literario "Ciudad de Irún" establecido por la Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa con la colaboración del Ayuntamiento irunés. En 1971, premio de poesía en euskera, por segunda vez consecutiva, en el mencionado concurso literario "Ciudad de Irún". Pasa luego a formar parte del Jurado de este premio.
Entre 1979 y 1981 vierte al euskera los poemas de Bernardo Estornés Lasa con el título Orreaga-ko Kanta (El Cantar de Roncesvalles) y Kixmiren Kanta (El Cantar de Kixmi). Queda todavía inédita otra versión en euskera de un Cantar de Euskalerria del mismo autor, con cerca de trescientos poemas. Musika Ixilla fue prologada por Orixe que emite en dicho prefacio este juicio:
"Beraz, Gaztelu'k bi aundienetara io du; euskeraz poliki iantzi ditu bi aundien orien olerkirik onenak. Ez ote du ioko laister goiena gure izkuntzak? Guk baiñon obeki itzuliko duztenak etorri ditezke, iakiña, ta iatorrizkoekin berdindu ere egin ditezkela dirudit, erabat gaintzea neke ba'da ere. Gutxi al lizake gure ele ederrarentzat, besterenak olan emaitea, geronetik aiek lako olerkaririk atera ez ba'ledi ere?... Xoragarri zalzkit niri (itzulkizunak), ta ala zalzkiela, nik uste, gaiñekoeti. Zearo zintzo egiñak, eta ortatik asi bear da. Oso tokigune gutxitan ez dira irixten iatorrizkora... Itzultzaleak ez du errua beure; izkuntza da irixten ez dana, oralndik ez baitaukagu ongi egiña gauza guzietarako. Erabat esan, iatorrizkoa berdintzen du eskuarki, ta ez bakan ere, kentzen dio, gure adierazte ugariari ta gure mintzo-mintxoari esker. Gaztelu'k ezagutzen deuz adierazpide guzi oriek, eta aletaz ongi baliatzen da. Esangunea kutun dauka, ta musikari begiratuz, ahapaldi bikain bikaiñak ateratzen deuz".
Su profundo conocimiento del idioma, que puede calibrarse cada vez que se consulta el Gran Diccionario Clásico Español-Vasco, fue puesta de relieve por Koldo Mitxelena (Egan, 1963) al enjuiciar su traducción de los clásicos castellanos:
"... Gutxi bezain liburu joria eta ugaria eman digu Goikoetxea jaunak gutxitan landu den sail bat lantzen duena, gaiñera. Euskal-poesiaren atzeaz eta geroaz kezkatan denak usu erabilliko du, ezpairik gabe, esku-artean".
José de Arteche comentó a propósito de Musika ixilla prologado por Orixe:
"Labor muy difícil, que exige muy larga dedicación, un amoroso inclinarse hacia la obra de los excelsos poetas objeto de la versión. Para comprenderlo basta con abrir en cualquiera de sus páginas el tomo objeto de este comentario, porque a doble página, en las páginas pares el original castellano y en las impares la traducción vasca correspondiente, dan fe de la abrumadora tarea. Seguir paso a paso las dos versiones, la versión original castellana y la condensadísima traducción vasca, es un verdadero placer. El mejor elogio que puede hacerse del trabajo de Gaztelu es reconocer que su versión, sin mengua ninguna de la profundidad de los conceptos, suena perfectamente... D. Nicolás de Ormaechea, nuestro grande y finado humanista, maestro en literatura grecolatina y excelso poeta él mismo, aparece prologando todo el libro con una póstuma introducción, en donde el enamorado de los místicos castellanos y conocedor como pocos de la obra de éstos, viene a decir que Gaztelu, en ciertos momentos, llega a aventajar algo al original".
A propósito de su producción literaria creativa, Jaime Aizpitarte diría (Unidad, 14 de julio de 1971):
"Hay también en Joan Inazio Goikoetxea, sin olvidar ese estremecimiento de su voz, ese dolor de todo, un juego de palabras, un juego de sonidos que a veces, como juego que es, quiere distraer la importancia esencial de su poesía, la importancia de un hombre que va cantando con dolor, pero con esperanza, la enorme amargura de tantas cosas que le duelen, queriendo alumbrar esta amargura, queriendo alegrar esta amargura con una alegría arrancada también desde lo más hondo suyo aunque quiera disfrazarlo como de algo que le haya nacido gratuito y fácil:
kantuz piztu behar ditut nire gogamen-izarrak
kantuz eta txistuz jalki nire gozamen-nigarrak
que se pudiera decir que es otro San Manuel Bueno, mártir, unamunesco, el que vibra y late en la voz de Joan Inazio Goikoetxea, quizá tretas de hacerse creer cosas que evidentemente no cree o que le cuesta creer. La poesía de Joan Inazio Goikoetxea "Gaztelu", cuyas muestras hemos empezado a gustar desde estos dos volúmenes, nos aventura la promesa de un auténtico poeta de voz recia y dolorida.".