Con motivo de los Ihautiri de Zuberoa se celebran las mascaradas entre el principio de febrero y del día de Ceniza. Rojos y negros integran el personal de las mascaradas suletinas. Una serie de funciones o de danzas consecutivas pero dentro de un orden inmutable se corona siempre con el Godelet-Dantza o danza del vaso que se estima la más difícil. Un vaso de vino a medio llenar se coloca en el suelo y los principales "Rojos" empiezan a bailar alrededor de él. Saltan por turno por encima del vaso con trenzados dobles y triples y se ingenian por no volcarle. El momento alcanza su punto culminante cuando el Zamaltzain, cuyo "caballo" le impide ver el vaso y sus propios pies, sube encima de él a la pata coja, hace el signo de la cruz con el otro pie y después, de un poderoso salto, baja de un brinco. El vaso permanece de pie.