Arquitectura

Fuerte de Ametzagaña

Fortaleza situada en el alto de la colina éponima, entre los barrios donostiarras de Egia, Intxaurrondo Sur y Loiola, al que pertenece. El fuerte de Ametzagaña inicial, levantado durante la Primera Guerra Carlista (1833-1839), tenía una planta rectangular, estaba rodeado por un foso, armado con dos cañones y contaba con un grueso parapeto que llegaba a tener seis metros de espesor.

Fueron dos fuertes los que allí se crearon sucesivamente en el siglo XIX. Cuando estalló la II Guerra Carlista (1873-1876), San Sebastián había derribado sus murallas, por lo que, como explica Sáez García,

"las tropas que defendieron la liberal San Sebastián se apoyaron en tres líneas de fortificación provisional construidas apresuradamente en torno a la ciudad. La primera, la más próxima al enemigo carlista, estuvo constituida principalmente por los fuertes de Hernández, Farola, Lugaritz, Puyo, Ametzagaña, Altza, Miracruz y Almirante".

Este segundo fuerte de Ametzagaña, construido en 1875 sobre el primero y del que quedan ruinas, tenía forma de pentágono irregular. "Su función era la de contrarrestar la posible ocupación por parte de las tropas carlistas del abandonado convento de Uba y hostigar con su artillería a las cercanas posiciones enemigas de San Marcos y Santiagomendi". Con un foso de cinco metros de ancho y cuatro de profundidad, el fuerte cumplió su misión y no fue desguarnecido hasta 1891.

Sáez García, Juan Antonio describe todo ello en Altza, hautsa kenduz (2003), la publicación del Altzako Historia Mintegia.