Cantidad léxica. Un superficial examen de dos diccionarios, uno vasco y otro castellano, de aproximadamente el mismo número de páginas, nos ha proporcionado ciertos datos de interés en relación a los fonemas iniciales, finales e intermedios de los vocablos. ¿Con qué fonema se inician con preferencia las palabras vascas? ¿Con cuáles terminan? ¿Qué grupos consonánticos o consonantes y vocales llenan la trama interior de las mismas? El procedimiento más simple es contar el número de páginas dedicado a cada letra. Un conteo del Azkue nos da estas cifras:
La consonante Y está incluida en el grupo de I, J euskéricas. Con R no comienza ninguna palabra vasca pero en el diccionario figuran los sufijos, muchas veces iniciados ahí con una r de ligadura, que en rigor, no es parte del sufijo: -r-entzat, -r-ik, etc. La H aspirada solamente la poseen los dialectos nórdicos y no figura en esta estadística. La suma total de páginas da para el euskara 957 y para el erdara 964. Si contamos cuántas pertenecen a las vocales y cuantas a las consonantes vemos que, mientras el vasco tiene 386 páginas de vocales, el castellano, 252. Este dato nos informa de la preferencia del vasco por iniciar con vocal sus palabras y sobre todo con A y E, lo mismo que el castellano. Es sorprendente el contraste de 60 páginas iniciales O . en euskara y solamente 17 en erdara; de 43 en U, en vasco, y solamente 6 en castellano. Entre las consonantes es el fonema K (k, que, qui, ca, co, cu) el que prefiere el castellano (105 páginas), contra solamente 54 en nuestra lengua. Respecto a los finales de palabra no es tan sencillo averiguar las proporciones exactas. Nosotros hemos tomado unas muestras, cien palabras cada una, de voces iniciadas por A, O, l, K, elegidas y correlativas pero señalada la serie al azar. Su conteo nos ha dado el resultado de la tabla. En estos resultados, puramente provisionales, la sorpresa la ofrece el fonema terminal -i y el -u. Respecto al grado de apertura de la boca su grafía sería así:(véase imagen). Esta estadística de iniciales y finales de palabra es puramente externa. El interior del vocabulario es complicado y obliga a complicar los resultados anteriores que únicamente pueden tomarse como punto de partida. La fisonomía fónica de la palabra vasca se vislumbra cuando se procede a analizar el contenido léxico de cada inicial. El examen de una de estas series nos descubre factores muy interesantes. Hemos examinado las primeras páginas del vocabulario iniciado por D. Vemos:
Inicial D, que no puede cambiar como tal inicial, por llevar en sí carga semántica: da, "es"; dan "que es"; dago, "está", cuya d- es un pronombre verbal.
Inicial d-, de afijos, destinada al interior de un bloque fónico: -dan como en aintziña Danik.
Inicial D-, onomatopeica por imitación de ruidos o movimientos muy en D: dardar, "temblor", darga-darga, "a tragos".
Inicial D-, abundante por derivados de un radical en D: dantza, dantzari, dantzatu, dantzaurre.
Inicial D, en erderismos: deabru, "diablo"; denda,"tienda"; denbora, "tiempo"; desbardin, "desigual"; darda, "flecha".
Inicial D, de palabras dudosas: delient, "decidido"; dama, "señorita"; dafailla, "servilleta".
Inicial D, de palabras independientes: dauzi, "saltar"; dana, "todo"; dei "llamada"; dizdira, "brillo".
Pero es, precisamente, el grupo de los erderismos el más interesante para descubrir el sistema fónico de la palabra vasca. Es ahí, precisamente, donde el hablante vasco trata de vasquizar la palabra extraña haciéndola entrar en el sistema castizo. Entre los erderismos citados, denbora, "tiempo". nos descubre su transformación vasca:
¿Qué descubre este vasquizamiento? Parece deducirse, cuando se observan grandes series de erderismos, que existe una regla vasca en la asimilación.
Dicc. Azkue (euskara) | Dicc. Larousse (castellano) | ||
A, E, Z, I, J, B, G, (ga), H, O, M, K, L, S, U, T, TX, P, N, X, (Chez), D, F, TZ, TT, Ñ, LL, R, Y. | 118 pags 91 84 74 72 70 -- 60 58 54 46 44 43 38 34 34 19 16 14 5 4 4 3 1 1 (sufij) -- | A, E, Z, (ce), I, J, B, G, H, O, M, K, (que), L, S, U, T, CH, (tx), P, N, -- D, F, -- -- Ñ, LL, R, Y. | 111 pags 72 23 46 45 36 27 17 74 105 27 46 6 56 12 85 14 -- 53 30 -- -- -- 2 48 2 |
-i -a -u -n -o -e -r -l -tz -z -ts -t -k -s -tx | 82 palabras 65 62 41 36 33 27 14 14 8 6 4 2 2 1 | -i -a -ú -n -o -e -r -l -tz -z -ts -t -k -s -ch -d | 5 palabras 77 0 28 109 85 56 16 0 2 0 2 1 15 0 10 |
-b, -d, f, -g, -j, -m, -p, -y | 0 palabras | -b, -f, -g, -h, -j, -m, -p, -u | 0 palabras |
La consonante Y está incluida en el grupo de I, J euskéricas. Con R no comienza ninguna palabra vasca pero en el diccionario figuran los sufijos, muchas veces iniciados ahí con una r de ligadura, que en rigor, no es parte del sufijo: -r-entzat, -r-ik, etc. La H aspirada solamente la poseen los dialectos nórdicos y no figura en esta estadística. La suma total de páginas da para el euskara 957 y para el erdara 964. Si contamos cuántas pertenecen a las vocales y cuantas a las consonantes vemos que, mientras el vasco tiene 386 páginas de vocales, el castellano, 252. Este dato nos informa de la preferencia del vasco por iniciar con vocal sus palabras y sobre todo con A y E, lo mismo que el castellano. Es sorprendente el contraste de 60 páginas iniciales O . en euskara y solamente 17 en erdara; de 43 en U, en vasco, y solamente 6 en castellano. Entre las consonantes es el fonema K (k, que, qui, ca, co, cu) el que prefiere el castellano (105 páginas), contra solamente 54 en nuestra lengua. Respecto a los finales de palabra no es tan sencillo averiguar las proporciones exactas. Nosotros hemos tomado unas muestras, cien palabras cada una, de voces iniciadas por A, O, l, K, elegidas y correlativas pero señalada la serie al azar. Su conteo nos ha dado el resultado de la tabla. En estos resultados, puramente provisionales, la sorpresa la ofrece el fonema terminal -i y el -u. Respecto al grado de apertura de la boca su grafía sería así:(véase imagen). Esta estadística de iniciales y finales de palabra es puramente externa. El interior del vocabulario es complicado y obliga a complicar los resultados anteriores que únicamente pueden tomarse como punto de partida. La fisonomía fónica de la palabra vasca se vislumbra cuando se procede a analizar el contenido léxico de cada inicial. El examen de una de estas series nos descubre factores muy interesantes. Hemos examinado las primeras páginas del vocabulario iniciado por D. Vemos:
Inicial D, que no puede cambiar como tal inicial, por llevar en sí carga semántica: da, "es"; dan "que es"; dago, "está", cuya d- es un pronombre verbal.
Inicial d-, de afijos, destinada al interior de un bloque fónico: -dan como en aintziña Danik.
Inicial D-, onomatopeica por imitación de ruidos o movimientos muy en D: dardar, "temblor", darga-darga, "a tragos".
Inicial D-, abundante por derivados de un radical en D: dantza, dantzari, dantzatu, dantzaurre.
Inicial D, en erderismos: deabru, "diablo"; denda,"tienda"; denbora, "tiempo"; desbardin, "desigual"; darda, "flecha".
Inicial D, de palabras dudosas: delient, "decidido"; dama, "señorita"; dafailla, "servilleta".
Inicial D, de palabras independientes: dauzi, "saltar"; dana, "todo"; dei "llamada"; dizdira, "brillo".
Pero es, precisamente, el grupo de los erderismos el más interesante para descubrir el sistema fónico de la palabra vasca. Es ahí, precisamente, donde el hablante vasco trata de vasquizar la palabra extraña haciéndola entrar en el sistema castizo. Entre los erderismos citados, denbora, "tiempo". nos descubre su transformación vasca:
t-en-p-ora | t- -p- | t-ien-d-a | t- -d- |
d-en-b-ora | d- -b- | d- en-d-a | d- -d- |
¿Qué descubre este vasquizamiento? Parece deducirse, cuando se observan grandes series de erderismos, que existe una regla vasca en la asimilación.