Escultores

Etxebeste Zuloaga, Ion

Escultor nacido en Errenteria (Gipuzkoa) el 26 de enero de 1959.

Entre 1975 y 1980 estudió en la Facultad de Bellas Artes de Bilbao y al acabar la carrera se planteó el dedicarse a la escultura. Las razones que motivaron este cambio las señala el propio artista en una entrevista concedida al diario "Gara":

"[?] por circunstancias sobre todo económicas me puse a trabajar en una productora de cine, de dibujos animados, y allí me tiré seis años dedicado únicamente al cine porque era una actividad que me absorbía completamente y luego no me quedaban muchas ganas de hacer otras cosas. Pero llegó un momento en que tenía que tomar una decisión, o seguía dedicado al cine ya de lleno, como profesión y como fin, o daba un cambio a mi vida y saltaba ya a lo que más me interesaba".

Finalmente, decidió abandonar el cine y dedicarse a la escultura, actividad que hasta 1989 compartió con la enseñanza de dibujo y anatomía en el centro Xenpelar de Renteria (Gipuzkoa).

A lo largo de su trayectoria artística ha participado en diversas exposiciones, tanto individuales como colectivas. La primera la realizó en 1987 en la Galería Gaspar de Errenteria. Ese mismo año también exhibió su obra en la Casa de Cultura (Kapitain-Etxea) de su villa natal y participó en la V Muestra de Escultores Vascos de Tolosa (Gipuzkoa). En 1988 trabajó en Arteleku (Centro de Arte de la Diputación de Gipuzkoa), volvió a participar en la VI Muestra de Escultores Vascos de Tolosa y realizó un mural cerámico para las piscinas del Polideportivo Municipal de Renteria (Gipuzkoa).

Un año más tarde sus obras Torsos y Cabezas se pudieron admirar en la Caja Postal de Donostia.

Para el crítico Edorta Kortadi, en aquel momento, la escultura de Ion Etxebeste se inscribía en:

"la línea post-industrial y de derribo, en la que diversos elementos como el hierro, cristal, cemento y objetos de cocina, son manipulados y utilizados como piezas de un puzzle con el que se construye y articula la obra artística".

En 1990 mostró, de nuevo, sus esculturas en la Galería Gaspar de Rentaría (Gipuzkoa), donde acudió con una series de obras más maduras y estudiadas. En esta ocasión, además de mostrar los torsos y cabezas, también mostró esculturas más conceptuales - Carretilla abierta en canal o Pala con embudo- en la línea de los Ready-made de Marcel Duchamp. Sin embargo, para el crítico Iñaki Ruiz de Eguino:

"lo más interesante de la labor investigadora de Ion Etxebeste no sea tanto la filosofía de aplicación de los ready-made, como la carga simbólica que imprime a cada una de estas imágenes referenciales".

Así, la confluencia de una carga onírica, se impone sobre otras referencias iconográficas.

Ese mismo año, expuso en la Galería Pintzel de Pamplona varias esculturas y dibujos, una serie de bustos donde reflejaba el deterioro del cuerpo y del paisaje urbano. En lo que respecta a los materiales, en esta etapa se observa un cierto endurecimiento. Anteriormente, en sus esculturas pintadas, empleaba materiales como el poliéster o la madera, luego comenzó a introducir hormigón, materiales más pesados y más rudos, más reales. Como el propio artista indica:

"no se trataba tanto de manipular un material y darle una forma, sino de coger la materia misma y presentarla tal y como aparece en el paisaje urbano".