Cada año, Mariano Zubiria ofrecía una barbacoa a la comunidad vasca que vivía en Pendleton. Lo hacía con comida vasca y tenía éxito por la escasez de ésta en Oregón. Zubiria llegó a Oregón, en 1959, a trabajar para la compañía de ovejas de Cunningham. Los vascos no se reunieron con sus rebaños de ovejas en la zona hasta la década de los 1950. Mariano Zubiria fue uno de los pocos que se establecieron permanentemente en Pendleton.
No hubo una organización vasca en Pendleton, pero durante los años 1960, Zubiria y otros vascos de la zona, organizaron una barbacoa para el picnic de la comunidad en Ukaih. El plato principal, por supuesto, era el cordero asado. Pero según Zubiria, el evento se convirtió en algo demasiado comercial y él y sus amigos lo abandonaron.