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Errenteria

Economía tradicional. Al comenzar el siglo XIX es ya una villa industrial. Las cosechas principales, manzana y maíz, son insuficientes para el consumo de la población. Hay en su término minas de hierro y, aunque ya no puede llegar a la villa buque alguno por estar totalmente encenagada la ría, quedan ruinas de tres astilleros que construyeron bajeles reales y navíos hasta de 800 toneladas. La industria está representada por tres molinos y dos ferrerías, y trabaja, al final del paseo llamado de las Riberas, una fandería (tren de laminación) muy famosa, primera de las que se instalaron en el País, que posee dos hornos de reverbero, y fue puesta en marcha por el marqués de Iranda, con obreros alemanes. Tira y corta de 50 a 60 quintales de hierro diarios. Ciento veinte años más tarde la industria siderúrgica ha desaparecido; en cambio la Real Compañía Asturiana de Minas posee una fábrica de tratamiento de minerales de plomo con más de 200 obreros. Parecido número de empleados trabajan en tres fábricas textiles, una de galletas y en la de Papelera Española, habiendo otras muchas fábricas más pequeñas. En 1894 se citan las siguientes industrias:

"La de Capuchinos, de la Real Compañía Asturiana, de metalurgia de plomo, zinc y plata; la Fabril linera, de tejidos de lino; la Fábrica de tejidos de lino, de Salvador Echeverría y Compañía; la de harinas, de la Sra. Viuda de Londaiz; La Ibérica, de Olibet, Jne e hijo; la Vasco-Belga, de pasta de papel; y la Fabril lanera, de tejidos de punto".

(Ref. "La IGFS.", 1894, pp. 64-65).

Sobre la fábrica de Capuchinos, Bustinduy reseña lo siguiente:

"Esta fábrica, de la Real Compañía Asturiana, es, sin género de duda, una de las más importantes explotaciones industriales de la provincia, ya por el gran número de edificios, talleres, hornos y demás elementos materiales de que dispone, como también del número de obreros que ocupa, y productos que elabora. Fundada en el año 1833, se dedica principalmente a la elaboración del plomo y plata, y preparación de diversos objetos de construcción con el primero de dichos metales, como son: creterías, balaustradas de galería, jarrones, surtidores, planchas, tubos, etc., y a la obtención de lingotes de plata, de los plomos argentíferos que explota en diversas minas; de cuya plata obtenida, vimos en la Exposición universal de Barcelona, en la hermosa instalación que esta casa presentó, un lingote de dicho metal de 30 x 8 x 6 centímetros. En la misma Exposición universal de Barcelona, vimos la producción de esta importantísima fábrica durante el año 1887, que alcanzó las siguientes cifras:

[Ref. "La IGFS", 1894, p. 65]
Plata refinada5.028 Kgs.
Plomo refinado6.496.526 Kgs.
Planchas de plomo498.290 Kgs.
Tubos de plomo899.619 Kgs.

Acerca de la Fabril Lanera, el mismo autor señala:

"Esta fábrica fue fundada por los Sres. D. Gersan, Pereyre y Dallemagne, quienes con los primeros operarios franceses que trajeron, han enseñado a la gente del país, que es la que ahora se emplea en la industria. El principal objeto de esta industria es la fabricación del chaleco de punto, mal llamado chaleco de Bayona, puesto que en dicha ciudad francesa no hay fábrica de este género. Esta fabril lanera tiene una sucursal suya en Vitoria, donde se ocupan 20 operarios en confeccionar la toquilla o chal de lana, a mano. Daremos también algunos detalles de esta fabricación, por ser única en su género en la provincia. La lana sucia, como primera materia, recibe de Aragón, Alava, Soria y Ligoria, limpiándola en la fábrica por medio de tres depósitos de agua caliente, procedente del condensador de la máquina de vapor; estos tres depósitos están colocados con diferencia de nivel, de manera que puede correr el agua del uno al otro.

La primera cura o depósito es la del nivel más bajo, en donde el agua se halla más sucia; la lana, primeramente se coloca en este primer depósito, permaneciendo en esta cura algún tiempo; pasa por entre dos cilindros movidos por la transmisión general de la fábrica; el agua sucia, resultante de esta compresión, cae en el primer depósito, y la lana en el segundo; después de la segunda cura, por otros cilindros análogos pasa al tercer depósito, donde se tiene el agua limpia, la que termina de quitar la última cantidad de grasa que la lana lleva; pasando luego por los últimos cilindros análogos queda la lana perfectamente lavada y seca. Preparada así la lana, pasa al aparato conocido con el nombre de diablo, el que abre la espesa y la divide en pedazos.

Consiste este aparato en un cilindro de 0,75 metros de diámetro, armado de dientes y que gira con gran velocidad. Colocada la lana sobre una mesa que lleva el aparato, es tomada por el cilindro, y después de hecha pedazos o porciones pequeñas, la echa a la parte inferior; y una nueva operación, la de susimage, de bastante cuidado, la detiene un instante más. Después de esta operación, la lana pasa a las máquinas, donde será cardada y convertida en hilo. Después de esta operación de la carda, la lana, pesada con exactitud, pasa a una segunda máquina de la que sale en forma de ovillos; luego pasa a otra tercera, análoga a las anteriores, pero de púas cada vez más finas; después de esta tercera máquina pasa a la cuarta que es la hilandera, la que por rotación separa y forma porciones de 25 hilos que vienen a arrollarse en un cilindro.

Está así el hilo formado, pero sin torsión alguna, la que le dará la siguiente máquina compuesta de dos partes diferentes, una fija, sobre la cual se ponen los cilindros sacados de la cuarta máquina, y otra parte que se mueve sobre railes y que posee las canillas, la que por un movimiento de rotación con mucha velocidad da al hilo la torsión necesaria. Al salir de esta máquina está ya preparada, y las canilladoras la preparan en canillas a propósito, para los diferentes telares; unos hacen las pecheras de los elásticos, con variedad de dibujos; otros, movidos a mano, hacen las mangas y las espaldas, con las dimensiones necesarias, para el buen juego de las mangas. Las costureras se apoderan de las varias partes del elástico; unas a máquina y otras a mano, unen las piezas para formar el conjunto del elástico. Esta fábrica emplea unos 200 obreros de ambos sexos; siendo su producción muy grande".

[Ref. "La IGFS.", 1894, pp. 68-70].

Molinos antiguos: Gabiri, Gabiriola, Beingo, Errotaberri, Pontika y Añarbe. (Ref. Antxon Aguirre Sorondo: "Tratado de Molinología").

Según el censo agrario de 1962, en este ayuntamiento había 296 explotaciones agrícolas, 78 de menos de 0, 1 Has, 62 de 0,1 a 1 Has, 76 de 1 a 5 Has, 77 de 5 a 20 Has, 2 de 20 a 100 Has, 1 de 100 y más Has. El régimen de tenencia era el siguiente:

  1. Propiedad: 2.434
  2. Arrendamiento: 212
  3. Aparcería: -
  4. Otros: 1

En 1986, con el ingreso en el Mercado Común, fue declarado este municipio "Zona de montaña" haciéndose acreedor a un subsidio del 35% sobre el proyecto de desarrollo integral del mismo.

1975: Había un total de 474 empresas, dedicadas a la alimentación 16, textil 19, madera y corcho 45, química 6, construcción 197 y metal 157. En 1981 poseía 89 empresas, de las cuales 70 ocupaban de 3 a 19 personas, 16 de 20 a 99, 2 de 100 a 499 y 1 más de 500. En las primeras trabajaban 429, en las segundas 709, en las terceras 794 y en la última más de 500. (Ref. ESICAE, l983, E. Jaurlaritza). Las empresas de más de diez trabajadores enclavadas en su término son:

  • Aguado Torquemada, Carmen, Panadería Aduriz, con 14
  • Ascasibar Sarasola, Guillermo (instalaciones sanitarias) con 13
  • Biain Jócano, Daniel, Industrias Biain (muebles) con 11
  • Bisseuil y Huet, S. A. (productos de limpieza) con 30
  • Construcciones Alzola, S. L. con 39
  • Construcciones metálicas Lagunak-Bai, S. C. L. con 25
  • Construcciones Michelena y Lecuona, S. A. con 13
  • Díez Carril, María Pilar, Litografía-Urezbea con 25
  • Esmaltería Guipuzcoana, S. A. (E. G. S. A.) con 66
  • G. Echeverria Cía, S. A. (Tornillería) con 398
  • Garro S. L. (mecánica) con 14
  • Industrias Españolas, S. A. (IESA) (contadores) con 396
  • Instalaciones Frigoríficas Franco Españolas, S. A. (IFFE, S. A.) con 38
  • La fandería, S. A. (B. Fandería, piensos) con 15
  • La Papelera Española, S. A. con 500
  • Laboratorios Carasa, S. A. (productos para peluquería) con 35
  • Lecuona Olazabal, Jenaro (pan) con 36
  • Mecanoplástica, S. A. (moldes) con 75
  • Montajes Tucal, S. A. (instalaciones) con 15
  • Niessen, S. A. (instalaciones para la energía eléctrica) con 18
  • Dyarbide Lecuona, Félix (construcción) con 13
  • Química industrial de Capuchinos, S. A. (QUINCASA) con 70
  • Real Cía. Asturiana de minas, S. A. con 76
  • Rodríguez Richero, Emilio (cintas) con 20
  • Sabino Olascoaga Barrenechea, S. A. (SOBSA) con 25
  • Segurola Olarriaga, Angel, Molxer, matricerías mecánicas (moldes) con 23
  • Talleres J. J. Echeverria, S. A. (moldes, troqueles) con 15
  • Talleres Zamalbide, S. A. (mecánica) con 57
  • Victorio Luzuriaga, S. A. (metales) con 69.

("Catálogo Industrial del País Vasco", 1982).

El total de población considerada activa en 1982 era de 12.262 varones y 4.130 mujeres. De éstos, 10.047 v. y 2.974 m. se hallaban ocupados, 730 v. y 761 m. buscaban empleo por primera vez y 1.485 v. y 395 m. habían trabajado anteriormente. El total de inactivos estadísticos era de 10.589 y de inactivas estadísticas 19.132. (Ref. Anuario Estadístico Vasco, 1982).

AAA

La irrupción de la crisis a finales de los años setenta supone, además de unos importantes saldos migratorios negativos, un descenso considerable del empleo industrial. En 1970 podíamos contabilizar 4.711 empleos en la villa, con papel destacado de la media y gran empresa; diez años después apenas se superaban los 2.000 y en 1990 se rebasan ligeramente los 1.800 empleos. En 1994, se contabilizan l12 empresas, la mayoría con un número reducido de trabajadores, inferior a cinco. Con 25 o más empleados encontramos las siguientes:

  • Bisseuil y Huet, S. A. (25 operarios)
  • Construcciones Alzola, S. A. (36)
  • Construcciones Erreti, S. A. (35)
  • Gecotor, S. A. L. (119)
  • Iberconta (295)
  • La Papelera Española, S. A. (284)
  • Mecanoplastica (88)
  • Panadería Lekuona (27)
  • Talleres Z. B., S. A. (25).

En los últimos años hemos asistido al traslado de empresas de gran tradición a las áreas industriales próximas de Lezo y Oiartzun, como el caso de Niessen una empresa muy vinculada al desarrollo industrial renteriano. En la actualidad, una de las empresas emblemáticas de la Villa, La Papelera Española, S. A., atraviesa unos delicados momentos económicos. El paro registrado en la villa es muy elevado, 3.781 personas, con unas cifras muy similares a las de principios de los años ochenta. Paralelamente al descenso de la actividad industrial se asiste en los últimos años a un aumento del sector terciario que emplea a más del 40% del total de activos de la villa.