Artista vizcaíno nacido en Bilbao en 1964.
Se licencia en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco en la especialidad de Pintura en 1988, año en que recibe una beca de la Junta de Andalucía en la Fundación Rodríguez Acosta de Granada. En 1990 asiste a un curso en Arteleku bajo la dirección de Rafael Canogar. Entre 1989 y 1991 obtiene una beca y una ayuda, siempre dentro de la especialidad de pintura, concedidas por la Diputación Foral de Bizkaia. Los años 1991 y 1992 disfruta la beca de Artes Plásticas de la BBK (Bilbao Bizkaia Kutxa) y en 1998 la beca en el Sexto Curso de arte de Mojacar (Almería).
Desde 1987 su obra se ve seleccionada en numerosos certámenes, como V Certamen internacional de pintura Festivales de Navarra en Pamplona, 3ª Bienal de Arte Vasco de Amorebieta, 5º Certamen de Pintura de Santurtzi, donde recibe un premio-adquisición (1988), Getxoarte (1989), Gure Artea y Bizkaiko Artea (1990), 42 Salón Internacional de la "Jeune Peinture", Grand Palais, París (1991); Pabellón de Euskadi de la Expo'92 de Sevilla (1992), 3ª Muestra Unión Fenosa, La Coruña (1993); XXIII Salón de Otoño de Pintura, en la Obra social y cultural Bancaixa de Sagunto, Valencia (1994); XXII Premio Bancaixa, Valencia (1995); XII Premio de pintura L'Oreal (1996), V Mostra Unión Fenosa (1997), XXVI Certamen Nacional de Pintura Caja Madrid (1998), XIII Bienal Internacional del Deporte en las BB.AA. (1999), XVI Premio de pintura L'Oreal (2000) o VII muestra Unión Fenosa (2001).
Además de estar presente en muestras como éstas, recibe numerosos premios como el segundo Bizkaiko Artea (1989), primer premio en el Tercer Concurso de Pintura del Banco Hispano Americano "Imagínate Euskadi" (1990), segundo premio Gure Artea, Gobierno Vasco (1991); Mención de Honor en el XX Premio Bancaixa "Pintura y Escultura" (1993), accésit en Gure Artea, Gobierno Vasco (1995); mención de honor en el XXIV Premio Bancaixa de pintura y escultura, Valencia (1997); entre otros.
En 1990 tienen lugar sus dos primeras exposiciones individuales, una de ellas en la Galería de la Rue-en-pente de Bayona y la otra, Visión-estado de excepción en Igorre (Bizkaia). En 1991 muestra su obra en las Salas del Paseo Ezkurdi, Museo de Arte e Historia de Durango y en la Galería Windsor Kulturgintza de Bilbao. Un año después la madrileña Galería Eladio Fernández apuesta por él. En 1993 expone en la Sala de Exposiciones de la BBK de Bilbao y en 1994 en la Casa Municipal de Cultura de Basauri. Dos años más tarde muestra obra en la Galería Senda de Barcelona, para regresar en 1997 a la Galería Windsor Kulturgintza de Bilbao y Galería 16 de Donostia. En 2002 expone en la Galería Fernando Silió de Santander y en 2003, nueva individual en la Galería Windsor Kulturgintza de Bilbao.
Entre una gran lista de participaciones en exposiciones colectivas, se encuentran Colectiva 75 en la Galería Eladio Fernández de Madrid (1990), Memoires Des Lieux en el Museo de Ghétary (1991), A la Pintura. Pintores españoles de los años 80-90. Colección Argentaria en el Palau de la Virreina en Barcelona (1995), Arco'96, Stand de la Galería Windsor Kulturgintza, Madrid; Arco'98, Stand de la Galería Senda, Madrid; La Pintura Vasca en el Siglo XX, en la Fundación Kutxa de Donostia (1999), Premios de arte Caja Madrid, Generación 2000, muestra itinerante (2000); Arco'01, stand de la Galería Windsor Kulturgintza, Madrid (2001).
Su obra está presente en las colecciones de la Diputación Foral de Bizkaia, Gobierno Vasco, Museo de Navarra, Colección Grupo Argentaria, Colección Ernesto Ventós Omedes, Museo de Bellas Artes de Álava, Colecciò Testimoni, Fundaciò La Caixa o Colección de la BBK (Bilbao Bizkaia Kutxa).
A. Okariz recoge las siguientes declaraciones del artista:
"Tienes que estar ahí y mirar y esperar. Yo estoy continuamente canalizando cosas para que suceda algo; al final la cuestión es todos los estímulos que yo recibo y la forma en que lo traspaso en mi intento de comunicar, no hay mas secreto. Á veces es una idea, una memoria, algo que has visto, lo que te motiva para empezar a trabajar y cuando empiezas a veces es como si se desplazara todo, como el caldo, y luego ves tus cuadros y es como si fueran casi cataclismos, hechos a base de montar y desmontar. Y llegas a creer que ése es el juego, hacerte a ti mismo, o bien -otras veces- deshacerte, diluirte". "Es difícil comunicar pintando -añade-, porque la pintura encierra una especie de traición, ya que no hay directo, todo se da en diferido".
Egin 20 - 11- 1997
Hablando de su oficio de pintor dice:
"Sufro bastante - asume - y no me resulta divertido, porque acabas por mirar el fondo de las cosas. Y el fondo es lo que no quieres ver nunca".
Puede verse una muestra de su obra en la sección Art Aretoa del número 596 de la revista Euskonews.