Concepto

Borda

Es un tipo de construcción rural construido en pleno campo o montaña para fines agrícola-pastoriles. Entra esta voz en topónimos y apellidos con una cierta abundancia, como en Bordaberri, Bordagarai, Bordazuri.

La acepción que da Azkue en el Diccionario vasco-español-francés y sigue después Mitxelena en Apellidos vascos, como "caserío", "redil para caballerías", no es correcta. Existe una gran confusión en los diversos autores que han tratado este tema, ya que alterna como equivalentes borda, choza, chabola, cabaña y aun caserío. La palabra borda no es vasca. Según Corominas procede del fráncico.

Iribarren, en su Vocabulario Navarro, define con más exactitud lo que es la borda vasca.

"En Salazar y Roncal unos edificios de planta y primer piso donde viven los pastores y guardan el ganado y la hierba. Las bordas suelen estar aisladas y generalmente alejadas de los pueblos. Muchas de ellas tienen delante del portal una era donde realizar la trilla. En Valcarlos las bordas sirven para el alojamiento del ganado. En Jaurrieta el ganado tiene sus cuadras en las casas del pueblo y las bordas, que son un anejo, sirven de almacén de cosechas y útiles. En Puente la Reina siguen llamando bordas a unos pequeños edificios, sitos en el monte, donde guardan el ganado y almacenan estiércol, etc.".

El bordal es una borda mayor, para fines agrícolas, donde se guardan las caballerías. En euskera roncalés la palabra borda ha logrado formar algunos compuestos y derivados como bordal-berri, "recién casado", bordalgarri, "aspirante a casado", bordalgei, "novio"; bordalgu, "casamiento"; bordalsari, "estipendio al cura que bendice el matrimonio", bordaltu, "casarse"; bordalte, "bordal", y en Gipuzkoa, Navarra y Laburdi, bordari, "inquilino", "casa alquilada".

Los apellidos formados con borda son numerosísimos en el siglo XVII, pero se ven ya en documentos de comptos de 1344 y 1401, como en Esteban de Bordel y Johan de Bordas.

Caro Baroja ha estudiado la borda en el contexto de las construcciones de la villa de Lesaca, Navarra. De 195 construcciones que existen en el casco del pueblo hay 109 del tipo -enea, 20 del -baita, 4 del -egi, 3 del -etxe, 4 del -aga y ningún borda. En cambio en las construcciones en los cuarteles o barriadas rurales encuentra 60 del tipo borda, 20 del -enea, 4 del -baita, 7 del -egi, y el resto muy diversas. Estos tipos se refieren a la terminación específica del nombre de la casa, por ejemplo, Trukenea, Apeztegi, Sastrebaita, Etchebesteborda, o bien en el comienzo, Bordagarai, Bordatxipi. Siempre la borda suele depender de una casa del pueblo y puede reflejarse en el nombre de la misma: Apeztegikoborda, Sastrebaitekoborda. En Gipuzkoa, Ataun, por ejemplo, apenas hay bordas que hayan sido habitadas. En el valle de Roncal, hasta no hace mucho, algunas familias de Isaba y otros pueblos se trasladaban a las bordas durante el verano. Las bordas son, pues, fundamentalmente, dependencias. En Cuartango, Álava, el borde es una construcción que tiene una galería baja para guardar el carro, los aperos de labranza y la leña, y sobre ella un corredor que sirve de secadero y que da al pajar y henil (Caro Baroja: Los Vascos, 156). En las regiones vascas occidentales (Bizkaia, Gipuzkoa, Laburdi y Navarra oceánica), la borda no es habitada y sirve para que se guarezcan las ovejas durante la noche. Diremos, concretando, que la borda es menor que el bordal y mayor que la txabola o cabaña y que la choza.

Según Arin Dorronsoro, en Ataun las bordas, saltxe, sirven para el albergue del ganado y para guardar hierba, hojarasca, etc. y, a veces, están más arriba que la zona habitada y constan de planta baja y desván. La planta baja, que sirve para albergue del ganado, se llama artedi o ikullu, y el desván, ganbara, para guardar hierba. El saltxe o borda viene a ser una dependencia del caserío y se suele edificar en el monte donde tiene aquél posesiones y pastos. Algunas veces tienen un lugar para ordeñar en la entrada, llamado eskortea. Cuando se temen daños de los jabalíes en los maizales se suele dormir en la borda. Muchos saltxes han llegado a ser habitados y convertidos en caseríos. En el término de dicho pueblo guipuzcoano cita hasta 18 saltxes o bordas que se convirtieron en caseríos desde el s. XVII (1640) hasta el XVIII.

Las txabolas se diferencian de los saltxes o bordas en que son menores, de única planta y sirven únicamente para refugio de personas. Las bordas tienen siempre paredes de piedra con argamasa de cal y arena, y el techo, de dos vertientes. El interior se divide en planta baja y desván (sabai) y cuando el techo es muy desnivelado, en cuadra, planta y desván. Algunas bordas proceden de una antigua cabaña o txabola. Algunas veces el desnivel del terreno ayuda para poder entrar desde el exterior al pajar del desván. De conjuntos de bordas han nacido algunas aldeas como Aldudes, en la Baja Navarra. Las bordas tenían los tejados de tablilla llamada lata y los armazones de madera de roble u otro árbol.