Pelota

BELOQUI, Román

Pelotari de fines del siglo XIX. Su juego era desigual, como el del «Zurdo de Hernani»: o lo arrollaba todo o perdía los tantos más claros y fáciles. Jugaba como delantero y tenía un terrible brazo, que, unido a su asombrosa ligereza de piernas y agilidad, hacían del gran Beloqui un temible adversario. Esta potencia y su ligereza le permitía cubrir una cantidad de terreno enorme, llegando a salirse a los cuadros de atrás, desde los que a volea colocaba la pelota en el rebote. Pero hubo una jugada en la que fue maestro: la dejada, con lo que lograba desconcertar al contrario y animar enormemente el espectáculo. Tuvo un defecto, consecuencia de su exceso de facultades. Ese defecto tan común entre los delanteros; era un «tragón» empedernido y les quitaba las pelotas a sus compañeros en entradas inverosímiles que no le correspondían. Ref. Luis Bombín; Uranga, J. I.: Gure pelotariyak. Roman Beloki (poesía). «Euskal Erria», 1892.