Pintores

Barbara y Balza, Joaquín

Aunque realizó cuadros de historia, asuntos religiosos, escenas costumbristas y paisajes, es Joaquín Bárbara y Balza, sobre todo, un consumado retratista. Ha pintado admirables efigies de su entorno social y familiar, incluido algún autorretrato. Son sus composiciones, históricamente, de un academicismo agonizante donde desarrolla una elocuencia de dibujante neto y de pintor sobrio, ya que no se adentra en atrevidos cromatismos. Los modelos están expuestos y retratados bajo una depurada técnica, con una morosa paciencia de estudio que revierte en la reproducción atinada de rasgos fisonómicos, telas, objetos y escenarios.

Desgraciadamente, la actividad creadora de este pintor no es conocida como debiera en su tierra natal y en el resto del País Vasco. Las escasas noticias que de él se tienen, el temprano alejamiento de la geografía vascongada, el magisterio como profesor de dibujo y el que una parte señera de su producción haya estado orientada hacia los encargos de tipo particular, principalmente retratos, son factores que han contribuido a que no se prestara la conveniente atención crítica a sus obras.