Jon Arretxe nació en Basauri (Bizkaia) en 1963 y vive en Arbizu (Navarra) desde 2004, tras residir 15 años en Vitoria.
Estudió la carrera de piano en el conservatorio de música de Bilbao, Euskal Filología y el doctorado (en esta disciplina) en la Universidad de Deusto, y la licenciatura de Educación Física en la IVEF-SHEE de Gazteiz. Además realizó estudios de canto en los Conservatorios de Música de Vitoria y Bilbao y el grado de Filología Inglesa en la UPV-EHU. En tanto desarrollaba sus estudios, ejerció como profesor de euskara en Euskal Irakaslegoa de la Universidad de Deusto, y durante otros tres años como profesor de Educación Física en la Escuela de Magisterio de la UPV-EHU de Vitoria.
Desde 1998 su oficio ha sido escribir, impartir conferencias sobre sus libros y viajes y, como complemento, cantar en el Coro de la Ópera de Bilbao. Aunque la verdadera fama y renombre los ha logrado merced a sus relatos de género de viajes y a la trilogía basada en la vida estudiantil de los universitarios de Gasteiz. Además ha sido merecedor de algunos premios literarios: Idatz eta Mintz (Labayru) con el relato Harpa liluragarria, Igartza por la crónica de viajes Tubabu, y 7 kale (Feria de Bilbao) en dos ocasiones, con el libro de relatos de viajes Zazpi kolore y con la novela negra Fatum. Ha publicado también la investigación dialectológica Basauriko euskara, (Basauriko udala, 1994).
Según sus propias palabras, Arretxe no ve su recorrido literario especialmente unido a la filología vasca, aparte de la influencia que pueda ejercer afianzando el euskara. Confiesa que, para él, escribir es un trabajo realmente costoso, pues el escritor en pocas ocasiones queda satisfecho, corrigiendo y reescribiendo sus obras numerosas veces (Arretxe, 2004).
A pesar de su renombre, admite que la oportunidad de comenzar a escribir le llegó por casualidad y no demasiado joven:
"batez ere, bidaiengatik. Nik idatzi ez dut oso gaztetatik idatzi. Hamabost urte daramat idazten, baina bidaiak egiten, hogei urte baino gehiago. Halako batean, Labayruko lagunek, Adolfo Arejitak bereziki, "zergatik ez duzu liburu bat egiten, bidaiei probetxua ateraz?" esan zidan. Hasieran ez neukan asmorik, baina geroago animatu egin nintzen eta halaxe atera zen lehen liburua: Hakuna Matata (...). Nik ez neukan batere argi idazten jarraitu edo ez. Idazle asko dago Euskal Herrian liburu bat argitaratu eta desagertu egin dena. Ni horietako bat izan nintekeen (...). Bidaiak egiten jarraitu nuen (...) neukan lana utzita, bizikleta hartu eta Afrikara joan nintzen hiru hilabeterako (...) hartaz zerbait idatzi eta Beasaingo lehiaketa batera aurkeztu nintzen (...) irabazi egin nuen (...) Tubabu izenarekin kaleratu zen (...) Harrera ona izan zuen (...) Horrek animatu egin ninduen mundu horretan sartzera." (2004).
["sobretodo, por los viajes. Yo no he escrito desde muy joven. Llevo quince años escribiendo, pero más de veinte viajando. En una ocasión, los compañeros de Labayru, en concreto Adolfo Arejita me dijo "por qué no escribes un libro, sacando partido de tus viajes?". En un principio no tenía ninguna intención, pero después me animé y así surgió el primer libro: Hakuna Matata (...). No tenía nada claro si seguir escribiendo o no. En Euskal Herria ha habido muchos escritores que han publicado un libro y han desaparecido. Yo pude haber sido uno de ellos (...) Seguí viajando (...) dejé el trabajo, cogí la bici y me fui a África para tres meses (...) escribí algo sobre aquello y me presenté a un concurso en Beasain (...) lo gané (...) se publicó con el título Tubabu (...) recibió buena agogida (...) Eso me animó a meterme en este mundo" (2004)].
A pesar de sus dudas, ha publicado casi un libro por año. En su opinión se puede hacer un buen trabajo, una vez logrado el ritmo, y sobre todo, teniendo qué contar -y esto es algo de lo que no carece gracias a sus experiencias de viajes-. Su primer intento como escritor fue la novela juvenil Hakuna Matata (Labayru, 1991 y Elkar, 1995) relato que aúna el exotismo de los viajes con narraciones fantásticas.
Para Jon Arretxe, que percibe la escritura como otro aspecto de la vida, escribir libros supone una actividad placentera, especialmente si hay público, y recibe respuesta y opiniones de los lectores habituales. Así pues, se ha tomado el tiempo de escribir sucesos de otros lugares con intención de acercar esos mundos a nuestro entorno.
"Bidaia-liburuak bidaietan oinarritutako liburuak dira. Bi gauza edo gehiago egin daiteke hor: Batetik, ahalik eta modu ederrenean errealitatea kontatu eta kito. Nik hori egin izan dut bidaia-kroniketan: Tubabu, Tuparen seme-alabak eta Ekialdeko mamuak liburuek kronika egitura dute eta dena da egia, goitik behera. Beste batzuetan, egia eta fikzioa uztartu izan ditut (...)" (Arretxe, 2004)
["Los libros de viajes son libros basados en los viajes. En esto pueden conjugarse dos o más objetivos: Por un lado contar la realidad del modo más hermoso posible, y punto. Yo lo he hecho en las crónicas de viaje: los libros Tubabu, Tuparen seme-alabak y Ekialdeko mamuak mantienen el formato de la crónica, y todo en ellos es verídico, de arriba abajo. En otras ocasiones he unido la realidad y la ficción (...)" (Arretxe, 2004)].
Así se publicaron Tubabu (1994) - publicado en castellano por Ttarttalo, en la colección Abra con el título Tubabu, hombre blanco en África en 2001- y la crónica de viajes Tuparen seme-alabak (1996) en la editorial Elkar. Tras un intervalo sin publicar, el autor regresó al mundo de la edición con las crónicas: Ekialdeko mamuak (Elkar, 2002) y Griot (Elkar, 2004) -Griot, Alma Africana (Elea, 2006)-.
Tubabu (1994) cuenta el viaje en bicicleta, atrevido, maravilloso y peligroso a la vez, a través del desierto del Sahara hacia el interior de África. El autor ha reflejado con un gusto especial un viaje singular en las sensaciones, en el que cada día trae una nueva historia, y con cada nuevo día surge un nuevo libro (Padrón, 2001). Aún así, en esta obra estructurada a modo de diario "bizi izandakotik paperera asko galtzen da" [de las vivencias al papel se pierde mucho] confiesa el escritor a R. Olasagasti (1996); aunque haya un intento de contarlo todo y la obra ofrezca mas posibilidades de contar sus experiencias. En opinión del autor la habilidad comunicativa del narrador es crucial en este aspecto; es evidente que el lector no siente todo lo que ha sentido quien lo ha experimentado.
La crónica Tuparen seme-alabak (1996) nos traslada a Brasil. De nuevo en bicicleta, comienza en la Amazonia y atraviesa Manaos para finalizar en Mato Grosso. En un recorrido de 3.300 kilómetros el relato nos aporta todo tipo de novedades: la selva, animales salvajes, inmigrantes pobres del noroeste, garinpeiros en busca de oro y diamantes, indios... Aunque el estilo se mantiene en los parámetros de la crónica de viajes, basado en la realidad, junto con los sucesos que se relatan se intercalan relatos de los indios del lugar, mitos y cuentos. Según el autor, no ha sido fácil acceder a esa literatura popular. Algunos de los relatos los recogió directamente de boca de sus relatores, y otros los ha localizado en las bibliotecas de las grandes poblaciones. A pesar de todo, admite que le ha resultado extraño no encontrar literatura popular en las librerías de esas grandes ciudades:
"(...) indioen istorioak oso zaila da topatzea. (...) Modernizatuta ez dauden herri guztiek oso herri literatura aberatsa dute. Afrika iparraldean, Afrika beltzean, Pakistanen, Txinan, Amazonian leku ugaritan topatu dut herri literatur aberatsa. Askotan, ordea, ez dago batuta. Herriak modernizatu ahala, ordea, galduz doa literatura hori" (Olasagasti, 1996).
[(...) es muy difícil encontrar historias de indios (...) Todos los pueblos no modernizados poseen una literatura popular muy rica. En el norte de África, en el África negra, en Paquistán, en China, en la Amazonia, en multitud de lugares he encontrado literatura popular muy rica. Sin embargo, en muchas ocasiones, no está recogida. En la medida en que se modernizan los pueblos, esa literatura se va perdiendo" (Olasagasti, 1996)].
El autor ha utilizado como base los detalles apuntados en su cuaderno de viajes, los amigos que ha conocido, las experiencias... escogiendo el modo más directo y claro, es decir priorizando en sus escritos el registro y estilo más directos:
"Ni ez naiz ibiltzen gauzak esateko modu berezi, zail eta arraroen bila. Uste dut inportanteena esan nahi duzun hori erraz komunikatzea dela... Hortaz hizkera ulergarria, samurra nahi bada, irteten zait, eta gainera ez daukat asmorik korapilatzeko" (Olasagasti, 1996).
["Yo no voy en busca de modos extraños y difíciles de decir las cosas. Creo que lo más importante es comunicar de modo sencillo aquello que quieres decir... Por tanto, me surje un lenguaje sencillo, humilde si se quiere, y además no tengo intención de complicarlo" (Olasagasti, 1996)].
Ekialdeko mamuak (Elkar, 2002) se basa en un viaje de Estambul a Teheran. Arretxe llegó a Estambul tras el ataque a las Torres Gemelas de New York en 2001, con intención de dirigirse a Teheran. Tras auyentar a los fantasmas comenzó su viaje de 2.500 kilómetros sin ideas preconcebidas, persuadido de que debía ver los hechos por sí mismo y conocer a la gente personalmente. Encontró abiertas las puertas que desde la distancias parecían cerradas. Como dijo a I. Susaeta (2002): "Egitura aldetik garrantzitsuena edo pisu handiena duena bidean ezagututako jendea da". [En cuanto a la estructura, lo más importante o lo que tiene mayor peso es la gente que he conocido en el viaje]. Esto es evidente en el título de cada capítulo tomado del nombre de las personas a las que ha conocido, en tanto que el interés del libro va in crescendo.
En Griot J. Arretxe nos presenta a la gente que conoce en en viaje en bicicleta a través de Burkina Faso, esto es, gente de la casta griot a la que pertenecen los artistas, versificadores, cantantes, bailarines, percusionistas... de Burkina Faso. Los años no han pasado en balde, y Arretxe, como escritor, aparece más maduro que en Tubabu: posa su mirada en la gente, recoge su voz mientras la del viajero narrador es cada vez menos evidente.
Ekialdeko mamuak, a semejanza del anterior toma como eje de cada capítulo del libro a cada una de las personas que conoce en el viaje. No hay ficción, pero el autor reconoce: "Lortu behar dena, egia hori interesgarri izatea da eta askotan, ez da erraza." (Arretxe, 2004) [Lo que se debe conseguir es, que esa realidad sea interesante y en muchas ocasiones, no es fácil. (Arretxe, 2004)]. Esta crónica llena de emoción tiene como precursor a Zazpi kolore (Elkar, 2000). La obra imprime ligereza, tranquilidad y alegría lejos de un mundo estresado; pero la oscuridad y la impotencia también son evidentes cerca de la miseria. El autor ha intentado en esta obra, explicar lo que es África, y, de nuevo ha reflejado los sucesos interesantes recogidos en el cuaderno de viaje:
"(...) momentu horretan sentitzen ditudan bezala. Hori da garrantzitsuena. Bestela, hona etorritakoan, modu azalekoagoan gogoratzen dira. Sentimenduak hotzituta egoten dira eta momentuko bizipenetatik urrundu egiten zara. (...) gogorik izan ez arren ere, nik beti idazten dut egunerokoa bidaietan." (Arretxe, 2004)
[(...) como los siento en ese momento. Eso es lo más importante. De lo contrario, al regresar se recuerdan de un modo superficial. Los sentimientos se han enfriado y te alejas de las vivencias del momento (...) aunque no me apetezca, siembre escribo un diario durante el viaje. (Arretxe 2004)].
Alternando con el anterior, Arretxe publicó Urrezko triangelua (Elkar, 1995): "Nobela fantastikoa zen, beste estilo batekoa"[Era una novela fantástica, de otro estilo]. En la estela de esta novela surgen también Oroituz (Elkar, 1998) y El sur de la Memoria (Ttarttalo, 2009). Urrezko triangelua nos lleva a Tailandia a través de sus aventuras y viajes. El título, además de la localización geográfica en Asia, sugiere otras posibilidades, no en vano nos hallamos ante una novela de doble intención. En un comienzo, parece totalmente previsible, pero no faltan las sorpresas. "Honela, partitzeko orduan liburu osoaren haria zena ez da azkenean kristal zati hautsi bat baino,...eta eleberria ipuin bilduma ere badela ikasten du irakurleak". (Iribarren, Ibon, 1996). [Así, lo que e el punto de partida parecía el hilo del libro, no es más que un trozo de cristal roto,... y el lector comprende que la novela es, también, una colección de cuentos]. Sin embargo, el estilo fácil y sencillo no le resta un toque literario, en especial al final, aunque en opinión de J. Aramendi (1996) el más débil de los tres vértices es precisamente el último.
Como en las anteriores publicaciones de Arretxe el eje temático de Oroituz gravita entre el viaje por el interior de la India y el ambiente cercano al autor. Ha habido cambios, pero se trata de un texto más extenso en cuanto al estilo y el tratamiento del tema, además de los cambios evidentes en su desarrollo. Aquí podemos encontrar al nuevo Arretxe en opinión de J. J. Fernández (1999). Precisamente, el viaje que recoge el texto es doble: por un lado es físico; y por otro se trata de un viaje espiritual que pretende analizar las diferentes religiones y sociedades de la India. Pero el autor repara en que su afición por el viaje es algo que, aún sin saber de qué se trata muestra la carrera de algo que busca sin cesar. Esto toma cada vez más fuerza en la medida en que la novela avanza, la pluma de Arretxe es más rica y los silencios de antaño se unen a la sugerencia.
La senda de la literatura infantil y juvenil que comenzó con la publicación de Hakuna Matata ha seguido su recorrido de la mano de otras novelas y relatos. El autor ha acercado la literatura de viajes a los jóvenes. Muestra de ello son el relato infantil Harresi Handirantz (Zubia-Alfaguara, 1997) que Alfaguara publicó en castellano con el título Hacia la Gran Muralla (2001); y la novela juvenil de aventuras Lurraren taupadak (Zubia-Alfaguara, 2001) donde Arretxe se sirve del mukaxi Aturi para presentarnos a su familia, su tribu, su cultura... "Mitologiatik abiatuta, eguneroko gaiak aletzen ditu Aturik: bizinahia, heriotza, maitasuna, borroka, elkartasuna..." (Iban, 2001) [Partiendo de la mitología, Aturi desgrana los temas cotidianos: las ganas de vivir, la muerte, el amor, la lucha, la solidaridad....] (Iban, 2001).
No podemos dejar de mencionar en este compendio de obras, Zazpi Kolore (Elkar, 2000), el libro de relatos que sin duda más fama y difusión ha logrado en la literatura de viajes y que RBA-Integral tradujo en 2004 como 7 Colores. El autor muestra en estra antología de narraciones cortas las vivencias recogidas en numerosos lugares: Amazonia, Argelia y Mali, India, Pakistan, Indonesia, China y Siberia. El primer texto se sitúa en Euskal Herria e inicia un viaje a través de los diferentes sentimientos que sugieren los colores -"beltzetik zurirantz doa, negatibotik positiborako bidaia da" (Arretxe, 2000) [va del negro al blanco, es un viaje de lo negativo a lo positivo](Arretxe 2000)-, donde el negro refleja la muerte en la cultura occidental, el gris la desesperanza, el rojo el miedo y la violencia, el amarillo la locura y lo que hay al otro lado de la realidad, el verde la esperanza, el azul la armonía y la paz, y el blanco el sentido positivo de la muerte en oriente. En opinión de Ana Urkiza (2000) "liburuaren erritmoa oso zaindua bada ere, intentsitate edo indarra ez da berdina kontakizun guztietan (...) Hasierako atalek indar handia dutela esan daiteke, erakartzeko gaitasunari dagokionez"[ aunque el ritmo del libro es muy cuidado, la fuerza y la intensidad no es la misma en todos los relatos (...) Puede decirse que los primeros capítulos tienen mucha fuerza, en el sentido de la atracción], mientras que los finales muestran el modo de entender la vida y de gozar de ella.
Mencionar también las obras de humor, y entre ellas, sobre todo, la famosa trilogía basada en la vida de los jóvenes y los estudiantes: los libros de relatos Ostegunak (Elkar, 1997) y Ostiralak (Elkar, 1999) y la novela Larunbatak (Elkar, 2001). Sin olvidar las novelas del subgénero negro de humor Manila konexioa (Elkar, 2003) y Kleopatra (Elkar, 2005). Jon Arretxe cambió el exotismo de los relatos de viajes por el ambiente urbano, despreocupado y alegre de los estudiantes universitarios, convirtiéndose quizás con ello, en el representante euskaldun más conocido del fenómeno best-seller en género narrativo. El autor muestra un mundo que conoce a la perfección, como confiesa en la entrevista al periódico Egin :"Parranda giroko ipuinak dira, eta ganberro samarrak gainera. Giro ganberro hori ondo ezagutzen duen idazle ganberro samar batek idatzia, irakurle ganberroentzat"(Egin, 1997-XI-11) [Son relatos de ambiente de parranda, y además, bastante gamberros. Escritos para lectores gamberros por un autor bastante gamberro que conoce ese ambiente gamberro](Egin, 1997-XI-11). En los relatos se refleja sobretodo el clima universitario, el ambiente en apariencia habitualmente irresponsable: poco estudio y muchas "chuletas", estudiantes que no llegan siquiera a nivel de zoquetes, fervientes ligones patéticos, extraños compañeros de piso tópicos y arquetípicos, y como confiesa su autor, gamberradas en abundancia. El libro reúne cinco relatos compuestos hilando anécdotas que consiguen su objetivo humorístico e hilarante avanzando desde el tópico a la exageración, aunque el humor deviene en crueldad en algunas ocasiones. De algún modo, se trata de un texto fundamentado en la exageración de los tópicos y las anécdotas en las que el autor es testigo y protagonista cercano a un tiempo. En los relatos hay elementos comunes como la universidad, las parrandas, y, sobretodo, los jóvenes, los estudiantes que imprimen al libro una apariencia de unidad, aunque esa unidad quede únicamente en apariencia.
Tratándose de relatos urbanos, parece que en el lenguaje se refleja cierta apariencia realista que compone diálogos reales, improvisados, ligados a la oralidad. Es una obra ágil y de lectura fácil donde pueden leerse con frecuencia expresiones estudiantiles relacionadas a la casuística realista. A este nivel hay que reconocer a la obra y a su autor el hecho de haber iniciado un género de seguimiento fiel y éxito arrollador entre los jóvenes. Las veinte ediciones publicadas y los 30.000 ejemplares vendidos han convertido la obra de J. Arretxe en paradigma del "best-seller vasco" como asegura A. Rabelli:
"Literatura onaren eta komertzialaren arteko eztabaida harrotu du... eta eztabaidak euskal literaturaren gaurko ezaugarriak utzi ditu agerian. Ezaugarri horiek tartean, eskola sistemaren menpeko literatura genuke. Irakurle multzorik handiena eskolako ikasleen artean daukagu eta eurentzako neurriko lanek daukate arrakastarik handiena. Horrela, idazleen partetik eta, are gehiago, argitaletxeen partetik horrelako literatura, eskolarako homologarria, bultzatuko litzateke." (Rabelli, 2005: 111)
[Ha desempolvado el dilema entre lo que es buena lieratura y literatura comercial... y la discusión ha dejado en evidencia las características de la literatura vasca actual. Entre dichas características, aparece la de una literatura subordinada al sistema escolar. El mayor número de lectores se halla entre los escolares, y las obras hechas a su medida son las que tienen mayor éxito. Así, por parte de los escritores, y, más aún, por parte de las editoriales se impulsaría este tipo de literatura, homologable a la escuela.] (Rabelli, 2005: 111)
No podemos contemplar Ostiralak y Larunbatak , planteadas como continuación de la obra anterior, desde el punto de vista habitual de la literatura de Arretxe. En Ostiralak se relatan las peripecias de personajes que quieren seguir a toda costa viviendo la vida estudiantil y que harán lo que se les ocurra para seguir así, buscando la complicidad del lector y echando mano de la autorreferencia en exceso fácil. El humor es también lugar común en los seis relatos que componen la obra. En Larunbatak la novela que culmina la trilogía, Arretxe continúa con el sempiterno mito de la juventud, recogiendo las insensatas vivencias de un grupo de amigos que, aún avanzando en edad, siguen incapaces de enfrentarse a la realidad de la vida. La única concesión a la literatura es la presencia de un narrador inusual -el punto de vista irónico del perro-. Influenciados por la obsesión del deseo de eternidad, los personajes resultan claro espejo de lo que pudiera ser la actitud humana reflejada en el humor burdo y a menudo insolente de nuestra sociedad cotidiana.
En los últimos tiempos, aferrado al vínculo de las novelas de humor Manila konexioa (2003) y Kleopatra con la novela negra, el autor ha centrado sus esfuerzos en este campo y en las novelas de terror.
En opinión de Álvaro Rabelli (2004), Arretxe ha sacado mucho partido de la coherencia que ha mantenido en su trabajo. En este sentido, Manila konexioa coincide con el estilo de la trilogía tanto por el humor gamberro y facilón como por la localización. En esta novela que, según Javier Rojo (2004), en un principio parece una parodia de una conocida novela de Patricia Highsmith, unos malhechores secuestran la mascota de una rica dama para exigir rescate. La señora contrata a Artabe y Etxebe, detectives privados de lo más curiosos, en el loco relato del secuestro de una anaconda que sin duda esconde aún peores intenciones. En el ambiente oscuro de la ciudad vieja de Gasteiz se refleja la visión irónica e irreverente de todos los vicios y carencias de la sociedad. Jon Arretxe ha mostrado más de una vez su habilidad para trabar historias de este estilo, y en esta ocasión la imaginación tampoco falla al tejer una novela de argumento complicado.
Con la novela Kleopatra, que desde el primer capítulo evidencia su cercanía al comic, el autor continúa ofreciendo una parodia de la novela policiaca, utilizando exageradamente las características tópicas para hacer confluir el humor con el género negro, pero las anacronías del relato dificultan la verosimilitud necesaria.
En el apartado de la novela negra, tras las novelas de humor mencionadas, el autor ha publicado Morto vivace (Elkar, 2007), Fatum (Elkar, 2008), Shamaran (Elkar 2009), La calle de los ángeles (Erein 2010), Sueños de Tánger (Erein 2011) y 19 Cámaras (Erein 2012). Morto vivace es una novela negra en el sentido real del subgénero, que aporta los elementos reconocidos de la clásica novela policiaca: el comienzo in media res con la aparición de un cadáver y la subsiguiente investigación, la apertura de la trama que se complica en abundantes hilos argumentales, y finalmente, el encarcelamiento del asesino y cierre del caso contados con un ritmo muy vivo. La violencia, la corrupción y el modo de vida de los marginados son elementos imprescindibles en este tipo de novelas. Además no puede faltar la crítica social. Esto se ha logrado intensificando el trabajo de ambientación. Aunque la personalidad del protagonista principal adolece de sencillez e ingenuidad, es mucho más definida. Arretxe se ha mantenido firme en su estilo directo y cuidado. En su última novela -Shamaran (Elkar 2009)- coloca frente a frente Hamburgo y Estanbul, Asia y Europa, de la mano del asesino profesional que escoge como protagonista. A través de su mirada nos descubre la cara más sucia de ambas ciudades, no tan diferentes como se pueda pensar.
En palabras del autor:
"La calle de los ángeles es una novela negra situada en Lisboa, en la cual los personajes principales son Mario Barbosa, ex policía que malvive en el ruinoso barrio de la Mouraria, y la propia ciudad de Lisboa. Gran parte de la novela está escrita en Lisboa, donde pasé unas cuantas semanas hospedado en una pensión de la plaza Figueira, recorriendo la ciudad una y otra vez en el tranvía 28, buscando el ambiente de las casas de fados, recorriendo los rincones más sordidos del Bairro Alto, la Alfama y, sobre toda la Mouraria. Empapándome, en fin, del ambiente de una ciudad tan hermosa y literaria."
"Sueños de Tánger es una novela negra, pero los toques de Literatura de Viaje tienen más peso que en mis anteriores novelas negras. La trama se situa entre Tánger y Bamako, dos ciudades que conozco bastante bien. Durante el último año he estado tres veces en Tánger, hospedado en una pensión de la medina, con el fin no solo de buscar inspiración, sino también de escribir allí mismo gran parte de la obra. En Bamako estuve por última vez en 2008, conviviendo durante semanas con una familia amiga que vive allí. Entre los principales temas de la novela mencionaría los siguientes: crímenes, misterio, corrupción, miseria, amor, magia blanca y negra... y, tal vez, por encima de todo lucha por la supervivencia."
"Y 19 Cámaras controlan el devenir de los habitantes del bilbaíno barrio de San Francisco, escenario donde transcurre la acción de esta novela. Calles que fueron ocupadas en su día por mineros y estibadores, que asistieron a la aparición del ideario republicano y que fueron un espacio de libertad y de diversión para varias generaciones. El cierre de muchos de los locales, la aparición de la heroína y la llegada masiva de la emigración trastocaron la atmósfera que se respiraba. Y en este paisaje nos encontramos a Touré, un africano en situación irregular que ofrece sus servicios como vidente. Empujado por su instinto de supervivencia, se convertirá en improvisado detective y el destino le llevará a relacionarse con lo más mísero y, sorprendentemente, con lo más selecto de la sociedad bilbaína, dando pie a una secuencia de peripecias hilarantes en contraste con una dura realidad."
Entre los libros de terror mencionaremos los relatos publicados bajo el título Sustrai beltzak (Elea, 2006) traducido como Raíces negras y publicado en 2007 en la misma editorial. El terror ha invadido el núcleo de la obra, pero renovado por el exotismo que ofrecen los viajes. Los once relatos nos acercan a los relatos clásicos góticos, [a los ecos del mundo literario de Lovecraft, Poe, Munro y Saki. Así a más de uno le recordará a los memorables testos de Ipuin izugarriak de Mirande (Rabelli 2007) "Lovecraft, Poe, Munro eta Saki idazleen mundu literarioen oihartzunetara. Horrela, bati baino gehiagori gogora etorriko zaizkio Miranderen Ipuin izugarriak liburuko testu gogoangarriak" (Rabelli, 2007), aunque en opinión de J. Rojo (2007) se acerquen más a la literatura fantástica y su intención sea provocar una incómoda inquietud. No faltan los personajes viajeros, esquivando así la falta de originalidad que pudiera achacarse a este tipo de textos. Por otra parte, como es habitual en el género, Arretxe subraya el lado más cruel, increíble y secreto del ser humano sin renunciar al relato sencillo y directo, a la ironía, la sorpresa y las aventuras que nos llegan de la mano de los paisajes exóticos. Podríamos afirmar que con esta antología Arretxe pretende acercarse a un nuevo territorio.