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ARRONIZ

Una lápida encontrada en este pueblo nos perpetúa la memoria de Tito Servio Scriba, escritor dramático y director de la orquesta teatral de Pamplona. (Hübner, 2.972). La inscripción que fue recogida pero desapareció posteriormente decía lo siguiente: D. T. SEVIVS: SCRIB: SEVIO: M. FERMETIONI: PATRI. AN. LXV: SENP. DINE: DILLAE MATRI AN. LX. SEV: IOIANV: ARIO NON CVLO AN XLV: ET SIBI. F. C. Juan Antonio Fernández la tradujo como sigue: «A los dioses manes: Tito Sevio escribano, á Sevio Fermecio su padre, que murió de edad de 65 años: a Sempronia Dina Dilla su madre, que murió de 60; y a Sevio Januario su tío, que murió de 45 años; y para sí, hizo construir esta memoria sepulcral». Al S. de Arróniz, a unos 4,5 kms. fue hallado el mosaico romano de las Musas, en 1883, junto con restos de terra sigillata, huesos de animales, ánforas, monedas y objetos de piedra y bronce. Taracena y Vázquez de Parga exploraron el lugar en 1942 encontrando los restos de una villa romana y trozos de cerámica. El año 1209 ejercía su autoridad en el castillo de Arróniz D. Pedro Garcés Arroniz, personalidad que figuró en el séquito del rey D. Sancho el Fuerte en la batalla de Muradal. Carlos II cedió el señorío de esta villa a D. Juan Martínez de Medrano, señor de Sartaguda y más tarde, en unión de él, a D. Juan Corbarán de Lehet, Gobernador general del Reino, por acuerdo de las Cortes, resultando así el agraciado como de los Rico-hombres de más autoridad y mayor poder entre los de su tiempo. Arróniz tuvo contienda judicial contra D. Juan Velaz de Medrano, debida a que éste impedía con la fuerza, a los del pueblo, el arrendar o vender las yerbas de sus términos, y moler sus granos en otro molino que el de Velaz: fundábase éste en que, según el fuero de Nav., los pueblos no podían vender sus pastos sin voluntad de todos los vecinos que tenían parte en ellos, y que en cuanto al molino se habían confederado todos los vecinos para no moler en el suyo y para hacerle daño en sus cosas. El gobernador de Nav. Renault pronunció sentencia arbitraria, en el año 1341, en favor del pueblo en cuanto a vender las yerbas y que pudiesen ir a moler sus granos a cualesquiera ruedas (molinos), y que no fuesen constreñidos de ir a las de dicho don Juan, et que este les vuelva las diez y ocho cargas é no les faga mal ni villania por razón del rencor, é que eillos á eill lo tracten é amen como buen conceillo á bon vecino et honrado caballero. La villa de Arróniz fue vendida al rey, en 1342, por Ferrán Sánchez de Medrano y sus sobrinos, hijos y nietos de D. Juan Martínez de Medrano, señor que fue de Sartaguda al gobernador de Nav. D. Felipe arzobispo de Sanz a nombre del rey, quien anteriormente había donado dicho pueblo al referido D. Juan por sus buenos servicios: la cantidad de la venta fue 48.500 sueldos sanchetes: el pueblo ayudó a la compra con 300 libras, o 6.000 sueldos, y en consideración a ello se acordó que fuese siempre de la cambra del rey (realengo) y que no pudiera ser enajenado de la corona. En 1366 tenía Arróniz 50 vecinos. En 1379 el rey don Carlos II, perdonó a la villa de Arróniz la mitad de lo que le correspondía de la ayuda (donativo) de 60.000 florines, y que sólo pagase 308 que le correspondían por 44 fuegos a 7 florines cada uno, en consideración a que en la última guerra con Castilla había sido destruida, quemada y despoblada. En 1397 D. Carlos III donó a Mosen Carlos de Beaumont, alférez, a perpetual hereditage para él y sus herederos, toda la pecha y renta de Arróniz con el bailio de la villa y las pechas y rentas que fueron de D. Juan Remirez, que el seinnor rey fezo comprar de sus propios dineros. En 1495 tenía Arróniz 84 vecinos. En 1511 la pecha de Arróniz era 200 cahices de trigo y además, por las heredades del rey, dos cahices y dos robos: dice que las cobraba D. Luis de Beaumont (Y. M.). Guerra carlista. Los días 29 y 30 de marzo de 1835 se libró una batalla entre el ejército liberal mandado por el general Aldama y el carlista dirigido por Zumalacárregui en la que el primero rechazó al general carlista. En 1836 el general Oria hizo retroceder a las tropas carlistas del Montejurra.