Religiosos

ARNAULD, Jacobina María Angélica

Abadesa de Port-Royal, en París. La más ferviente discípula del vasco Saint-Cyran, más conocida por «La Madre Angélica». Desde 1633 había entregado al abad de Saint- Cyran la dirección espiritual de la comunidad. El misticismo jansenista del bayonés arraigó profundamente en la Madre Angélica y su comunidad. Hombres importantes de su tiempo y familiares de la abadesa abrazaron también la doctrina de Saint-Cyran y llevaban en Port-Royal una vida austera y mortificada, llamándoseles «los solitarios de Port-Royal». El cardenal Richelieu encarceló a S. Cyran, en Vincennes, en 1638. La Madre Angélica persistió en su lealtad y en su misticismo. La comunidad tuvo que abandonar el convento, a donde volvió después de 22 años. La actividad desplegada por la Madre Angélica fue extraordinaria. Cuando en 1643 murió Saint-Cyran lo veneró como a un santo mártir. Su campaña jansenista, escribiendo cartas a los que vacilaban, publicando obras, fue notable. Su lealtad a la doctrina del abad vasco, su actividad y su ardiente caridad, fueron sus características más sobresalientes. Se conservan colecciones de «Cartas», «Conversaciones» y «Conferencias». Existen también otros escritos y sus «Memoires pour servir a l'histoire de Port-Royal». El tomo 6 de Espasa trae una completa bibliografía. Su hermana Inés, que fue abadesa del monasterio de Tord, escribió «El Rosario Secreto», que fue condenado por la Sorbona. Pero muy pronto apareció una apología del mismo, debida a Saint-Cyran. La Madre Angélica que había nacido en 1591, murió el año 1661. Ref. Histoire générale de Port-Royal, Dom Clemencet; Saint-Cyran, José de Arteche, Col. Auñamendi, n.° 3.

Mariano ESTORNÉS LASA