Arrasate, 10-05-1937. José Antonio Altuna fue alcalde del Ayuntamiento de Arrasate entre 1976 y 1979.
Empezó a trabajar en la administración del ayuntamiento en vida del dictador Franco y, siguiendo la costumbre de la época, cuando el alcalde anterior dejó el cargo, nombraron a Altuna primera autoridad del pueblo, dando comienzo a la transición.
El País Vasco vivió momentos muy oscuros y amargos en esos años y 1976 es un año significativo. Fue el año de los asesinatos de los trabajadores de Vitoria; en Montejurra también hubo muertos; algunos miembros de ETA huyeron de la cárcel de Segovia; las manifestaciones contra Iberduero estaban al rojo vivo, en contra de la energía nuclear; desapareció Moreno Bergaretxe "Pertur"; ETA asesinó a diecisiete personas... etcétera.
En medio de este caos, el 21 de julio de ese año se cumplió el centenario de la desaparición de los fueros vascos. Tras la muerte de Franco, por iniciativa de los alcaldes de varios ayuntamientos se hizo un llamamiento para presentarse en Bergara. La gente llegó por oleadas ya que se abría la ventana a una nueva esperanza para la sociedad vasca.
Jose Antonio Altuna tuvo que sobrellevar su cargo en un duro ambiente político y social cargado de violencia. Como formaba parte de los Alcaldes de Bergara, tuvo que participar en reuniones de alto nivel con numerosos miembros del gobierno español. Hay que tener en cuenta que todavía no se había reivindicado la ley de los partidos políticos; por lo tanto, el Grupo de los Alcaldes de Bergara se convirtió en uno de los interlocutores del gobierno español más significativos de la transición.
Altuna participó en 1977 en las reuniones de Txiberta, celebradas para que los grupos políticos vascos negociaran con ETA la desaparición de la organización. El Grupo de Alcaldes de Bergara trabajó para conseguir, por ejemplo, la legalización de la ikurriña y la amnistía de los presos vascos. Consiguieron gran estima también entre los políticos del estado, cuando tuvieron que tratar temas complicados con los ministros Marcelino Oreja Agirre y Martín Villa entre otros.
Jose Antonio Altuna dejó la política activa en las primeras elecciones municipales (1979) a pesar de que recibió ofertas de varios partidos para encabezar sus listas.
Altuna es también un empresario muy conocido por ser propietario de la industria de llaves JMA, y ha distribuido sus productos por todo el mundo.