Compositores

Aita Donostia

Conectó con las personalidades más destacadas de la música vasca y sintió una llamada especial, para dedicarse al estudio y recopilación del folklore de su tierra y a la música vasca en general. Modelo importante para él era Resurrección Mª de Azkue, por la exposición que hacía de sus melodías recogidas del pueblo y de las conclusiones, que de ellas sacaba. Su vocación fue consolidada por las conferencias de Francisco Gaskue y remachada al conocer las canciones vascas de Charles Bordes.

Personalmente tuvo su primer contacto con el folklore vasco en 1911, recogiendo las primeras melodías populares en el Baztán. En 1912 inició sus series de Preludios Vascos para piano, que fueron recibidos desde el primer momento como verdaderas joyas del género. En 1913 armonizó un buen número de melodías vascas para orfeón. El nombre del P. José Antonio de San Sebastián, quedó rodeado de gran admiración. A partir de ahora su denominación más habitual y popular será la de Aita Donostia. Ya en su conciencia se había formado la idea de que debía convertirse en el apóstol del sentimiento vasco. El 30 de abril de 1916 pronunció en la Filarmónica de Bilbao las primeras conferencias sobre la música vasca. El entusiasmo fue extraordinario. En setiembre (del 1 al 8) de 1918 participó en el I Congreso de Estudios Vascos.