Valles

AEZCOA

Sancho el Sabio, concedió a dicho valle privilegio de que ni el baile, ni el merino, tomasen los ganados de sus habitantes, sino pagándolos; y que sólo fuesen a las labores del castillo y ruedas (molinos) cuando estuvieren dentro de la tierra y que estando fuera no acudiesen a ninguna labor. Los habitantes de Aezcoa, y los de Salazar, se hicieron la guerra en tiempo del rey D. Teobaldo I. En 1229 D. Sancho el Fuerte dio fueros al valle de Aezcoa en razón a lo que debía pagar de pecha, y por los montes que disfrutaban sus habitantes, con quienes se convino en que diesen anualmente al rey. 4.500 sueldos, y que pagando esto y los homicidios y calonias, ni el baile ni los merinos pudieran pedirles otra cosa: que ninguno fuese osado a prender a hombre de Aezcoa, ni sus ganados, en los caminos, ni en los senderos del rey, si no fuese fiador o deudor, pena de 1.000 sueldos al que prendase en camino, y sesenta en el sendero. En cuanto a la guerra decía el rey: é ellos en huest é en cabalgada, que vayan conmigo en guarda de mi persona. En 1308 el rey D. Luis Hutin, libertó al valle de Aezcoa de las tres cenas que pagaba de pecha, conmutándolas en treinta libras anuales (Y. M.). En el año 1366, según el apeo que se hizo para el pago de los 40.000 florines de oro, ofrecidos por el reino al rey D. Carlos el Noble, tenía este valle los pueblos y fuegos siguientes: Aribe 6, Orbaiceta 15, Aria 9, Garoya 14, Orbara II, Iriberri 26, Abeurrea 30, Garralda 25, que todos suman 136 fuegos. Este valle tuvo pleito con los vecinos de Baigorry en el año 1401 sobre división de términos. En 1455, el príncipe de Viana, dio a D. Juan de Cardona, su consejero y maestre hostal, para él y sus descendientes, la tierra de Aezcoa y su señorío, con todos los hombres y mujeres habitantes en ella, pechas, almiradío, yermos, montes, homicidios y medios homicidios, sisantenas y demás derechos. En 1462 el rey D. Juan II, considerando los buenos servicios que le habían hechos los aezcoanos, contra los rebeldes, los elevó a la clase de francos, ingenuos, infanzones e hijosdalgos: que no respondiesen en juicio, ni fuera de él, sino como personas libres y exentas y como hidalgos, según las leyes y privilegios bajo los cuales debían responder los demás hijosdalgo. Intentaba el rey, al conceder estos privilegios apropiarse de los montes llamados Puertos grandes, situados hacia la parte de Cisa, y por cuyo disfrute pagaban los aezcoanos los 4.500 sueldos que dice el privilegio del año 1229, libertando de consiguiente al valle del pago de dicha cantidad, y aún convino éste en ello; pero luego hizo presente al rey la necesidad que tenía de los referidos montes y puertos para sus ganados y se los concedió a tributo perpetuo por 194 florines anuales. En 1496, el rey D. Juan de Labrit, confirmó al valle de Aezcoa los privilegios referidos, ratificando la concesión de los montes y haciéndole libre de peaje y pontaje. Posteriormente se confirmaron en 1609. Y. M. En 1600, la población era de 208 casas y 2.000 personas; las casas fueron casi enteramente arruinadas en la guerra con Francia y aunque sus dueños procuraron reedificarlas, en el 1800 todavía vivían muchos de ellos en chozas. Arive es la capital de este valle; para su gobierno nombraba el virrey un alcalde y capitán a guerra que ejercía la jurisdicción en todos los pueblos eligiendo cada uno un regidor entre sus vecinos.

Refs. Azkue, R. M. de: Cancionero Popular Vasco. 935, 963, 101 I; 219, 229, 625, 870, 986, 1088; 453,829; 1133; 1089; 549, 551, 1089. Euskalerriaren Jakintza. Lit. Popular del País Vasco. 4 tomos; Aezkera, Bilbao, 1928. v. CUERPO C) BIBLIOGRAFIA.

Idoia ESTORNÉS ZUBIZARRETA