Literatos

Acosta Montoro, José

Hay una muerte, fin biológico, de la que nadie escapa, y hay otra muerte, agazapada mientras se vive, que estalla por carencia de futuro, de la que pueden fugarse los que de continuo tienen porvenir. Hay un pasado, estéril y ridículo, que afecta a los que ignoran tanto de la vida que ni siquiera saben de la suya, y hay un pasado fértil, singular y complejo, que se destina a los que cumplen las edades dando la cara con decisión y sin rencor a las situaciones presentadas.

Los que viven futuros, sobre pasados fértiles, son los afortunados que pueden contarlo, si es que la memoria no es enemiga del descanso y se convierte en filme con intérprete cercado de seres superiores, normales o inferiores, que de todo habrá, escalón de la herencia que obligadamente deben alcanzar, desde la Edad de la Infancia a la Edad de la Razón, pasando por la Edad de los Impulsos y por la Edad de las Transiciones, que pueden llevar su carga de petulancia y egoísmo, casi siempre inevitables.

De Si la memoria no es enemiga del Descanso (2005)