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Ablitas

Conserva los restos de dos castillos entre sus límites territoriales. El castillo de Ablitas, situado en lo alto de la colina que domina la villa, es una construcción bajomedieval con reminiscencias góticas, sobre roca madre y de corte defensivo, típica de este momento, de la cual solo se conserva la torre del homenaje, de planta circular, construida en sillería y cubierta con bóveda hemisférica soportada sobre columna central de sección circular y algunas galerías subterráneas en ladrillo. Este edificio está documentado por primera vez a principios del siglo XII. El castillo de Pedriz también ruinoso, conserva solo la torre y la iglesia de San Juan Bautista.

Pocos edificios civiles de consideración posee el municipio, siendo la plaza de los Fueros, de estructura circular, la que alberga algunos de ellos. Reseñar el antiguo ayuntamiento, fábrica de tres alturas separadas por imposta moldurada, vanos en dintel y blasón centralizado en su tercer piso; el número 10 de esta misma plaza, antigua casa condal, edificio de tres alturas trabajado en ladrillo, con dintel en su acceso inferior sobre el que aparece escudo barroco, planta central con balconada y ático en arquerías; y el número 3 de la plaza del Olmo, también del siglo XVIII y que presenta las mismas características que el anterior, ladrillo, tres alturas, blasón en su parte central y logia coronando el conjunto.

La parroquia de Santa María Magdalena es un templo de tamaño importante que, tras numerosas remodelaciones históricas, cuenta con una estructura compleja y de difícil lectura ya que se superponen diversos estilos. De origen gótico, solo se conservan algunos muros exteriores de este período y la gran mayoría de la fábrica dataría de la segunda mitad del siglo XVI. De planta rectangular, tres naves, coro a los pies, cabecera de tres lienzos y sacristía adosada a ésta en el lado epistolar, cuenta con cuatro tramos interiores, está cubierta toda ella con bóvedas estrelladas, salvo dos tramos laterales en el lado del evangelio, en arista, y el presbiterio, en cascarón. Al exterior se trabaja en ladrillo, exceptuando los muros primitivos, de sillería, que engloban la parte inferior de la torre lateralizada a los pies, de cinco cuerpos separados por líneas de imposta moldurada y canes y rematada por linterna octogonal en ladrillo cubierta por cúpula ochavada y pináculo. Jalonan el perímetro del edificio varios contrafuertes, combina luces de medio punto, rebajadas y circulares y se muestra sobria con escasa decoración, la más destacada alrededor de la cornisa en friso rectilíneo trabajado en ladrillo.

Con respecto al arte mueble, el más destacado es el retablo mayor, obra manierista de mediados del siglo XVII realizada por Juan de Gurrea y que consta de dos pisos, tres calles, dos entrecalles y doble banco. De claro corte clasicista, sus calles están divididas por columnas acanaladas de capitel corintio y culminadas por frontones rectilíneos y circulares. La iconografía combina talla y lienzo y cabría destacar entre ellos la escultura de la titular, en la calle central, de estilo romanista, y el lienzo que lo culmina a modo de ático, un Ecce-Homo sobre esfera flanqueado por los donantes, los señores de Ablitas luciendo las armas del condado. Retablos menores son el de la Virgen del Rosario, barroco de la primera mitad del siglo XVIII, con imagen de la titular del siglo XVI; el de la Purísima, de la primera mitad del siglo XVII; el de San Antón, de mediados del XVI, hoy conocido como de la Virgen con el Niño, por albergar esta imagen en su caja central y otros de pequeño tamaño a lo largo de las capillas laterales. En el coro se puede contemplar una sillería neoclásica y un órgano del siglo XVII con remodelaciones posteriores, varias tallas en la sacristía y un copón y un cáliz, ambos de plata de la primera mitad del siglo XVI en la casa parroquial.

En Pedriz aún se conservan los restos de la iglesia de San Juan Bautista, totalmente en ruinas, de la que se pueden ver parte de las cubriciones en bóveda estrellada sobre su planta rectangular, e integrada dentro del conjunto del castillo de Pedriz, ya que era su capilla. También existieron las ermitas de San Miguel y la Purísima Concepción, hoy desaparecidas.

  • GARCÍA GAINZA, María Concepción (dir.). Catálogo monumental de Navarra. Merindad de Tudela. Vol. I. Pamplona:_ Ed. Principe de Viana, 1980.
  • LÓPEZ SELLÉS, Tomás. "Contribución a un catálogo de ermitas de Navarra. Merindad de Tudela". Cuadernos de etnología y etnografía de Navarra,1975.

MCG