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VALLE DE RONCAL - ERRONKARI (ECONOMÍA)

El cultivo de cereales, principalmente trigo, y mucho menos cebada, avena y centeno, tenía lugar en los carasoles, campos y artigas, pero ya el de las hortalizas se hacía en los huertos adosados a las casas o a orillas de los ríos y barrancos para poder disponer de agua. Desde la introducción de la patata y el maíz, traídos de América, cambió el modo de vida de la agricultura, sobre todo en base a la patata para uso familiar e incluso para alimento de los cerdos. A principios de siglo se recolectaban de 40 a 60.000 robos de trigo. El maíz se utilizaba para alimento de las aves domésticas. En los huertos han venido cultivándose, con predilección por la mujer, berzas, lechugas, acelgas, cebollas, puerros, borrajas y en los linderos de huertos y campos ciruelas, no faltando tampoco un pequeño rincón para fresas. Es de destacar también el cultivo de alubias, para su recogida en verde, vainetas, o alubias ya duras, guisantes y habas. Las vainetas se escaldaban en agua hirviendo y se cosían a hilos para colocar en el techo, de viga a viga y disponer así, fuera de tiempo, de un sabroso alimento después de cocidas las vainas secas. A principios del s. XIX los principales productos agrícolas eran los cereales: trigo (30.000 robos anuales), avena, cebada y centeno. Las cosechas eran inciertas debido al clima frío, de tal modo, que los citados cereales rendían sólo el 6 por 1.