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TELEVISION

Euskal Telebista. ETB es ya una realidad consolidada. Pero su nacimiento y desarrollo inicial estuvieron sujetos a una dura controversia entre el Gobierno Vasco por un lado y, por otro, el Gobierno Central y la propia RTVE. El núcleo de esta controversia estuvo en que mientras el Gobierno Vasco sostenía que la CAV tenía competencias jurídicas para crear una televisión de titularidad propia, la Administración Central sostenía que la única titularidad residía en el Estado, que la creación de televisiones en las Comunidades Autónomas requería una concesión específica del Gobierno de Madrid y, que era necesaria, previamente, la aprobación de una ley que regulase los "Terceros Canales" (Autonómicos). La posición vasca se apoyaba en que las previsiones del Estatuto de Autonomía de esta Comunidad (aprobado el 18 de diciembre de 1979, antes, por tanto, que el Estatuto de la Radio y la Televisión), se diferenciaban del de Cataluña justamente en el reconocimiento de tal competencia. Además, se añadía, el Estatuto de Autonomía es una ley de rango superior (Orgánica) a la del Estatuto de Radio y Televisión (Ordinaria). La Administración Central sostenía que la ley fundamental, la Constitución aprobada el 31 de octubre de 1978, establecía como exclusiva competencia del estado la aprobación de una Ley Básica sobre radiotelevisión y que esa ley era el estatuto de 10 de enero de 1980, por lo que la CAV no tenía competencias para poner en marcha su propia televisión al margen de las condiciones señaladas. Las instituciones vascas llevaron a la práctica su postura. El Parlamento Autonómico aprobó el 20 de mayo de 1981 la Ley de creación del Ente Público Radio Televisión Vasca - Eusko Irrati Telebista del que José Zubiaur fue nombrado primer Director General. El 19 de junio de 1982 se aprobó la creación de la Sociedad Televisión Vasca - Euskal Telebista para cuya puesta en marcha se habían aprobado unos presupuestos de 1.400 millones de pesetas. Con todo ello se recrudeció el conflicto con la Administración Central que se negó a conceder frecuencias, negó la licencia de equipos comprados en Estados Unidos. Otro tanto ocurrió con RTVE que rehusó colaborar en la asesoría para diseñar la organización y programación y en la formación del personal de ETB (tareas asumidas finalmente por la empresa alemana "Studios Hamburg"), boicoteó el ingreso de ETB en la Unión Europea de Radiodifusión (solicitado desde el 11 de abril de 1983) y el acceso a su intercambio de noticias y programas internacionales (EUROVISION) y negó sistemáticamente a la televisión vasca el acceso a la red de transporte por microondas necesario para poder conectarse con sus corresponsales en otros puntos del Estado español. El conflicto subió de tensión cuando comenzó a emitir el segundo canal (ETB 2) en vísperas de las Elecciones Municipales de 1986. Las diversas reclamaciones ante los tribunales de justicia nunca trajeron sentencias favorables al cierre de ninguna de las dos cadenas de ETB y a raíz de la puesta en marcha de gobiernos de coalición entre el PNV y los socialistas, cuyo partido gobernaba en Madrid, la tensión fue desapareciendo. La Ley de Creación de EITB concebía la radiotelevisión vasca como un "medio fundamental de cooperación con nuestro propio sistema educativo y de fomento y difusión de la cultura vasca, teniendo muy presente el fomento y desarrollo del euskara". En este último aspecto establecía como criterio para la utilización de euskera y castellano en las emisoras públicas la "oferta global de emisiones radiotelevisivas en lengua vasca". Numerosas declaraciones de cargos y responsables políticos afirmaban esa función prioritaria para la televisión pública vasca. inicialmente sólo se emitía un programa de noticias en castellano, pero con la creación de ETB 2 esta cadena pasó a emitir en castellano quedando la primera para la emisión en euskera. Justo antes de que ETB iniciara sus emisiones (1 de enero de 1983) dimitió el Director General de ETB y fue sustituido por Andoni Areizaga. El 2 de febrero comenzaron las emisiones diarias, todavía en fase experimental, que consistían en 30 minutos de informativos y 2 horas de programación (con fuerte peso de programas infantiles) a partir de las 20 horas. El 19 de diciembre comenzó ya la emisión de la programación consolidada, aunque se seguía hablando de una televisión sin exceso de horas de emisión ni desmesurado crecimiento en los gastos. El conflicto desatado entre el Partido Nacionalista Vasco y el Presidente del Gobierno Carlos Garaikoetxea, que fue apoyado por la dirección de EITB, llevó a la dimisión de Andoni Areizaga a mediados de 1985 que fue sustituido por el entonces secretario de la Cámara de Comercio de Bilbao, José María Gorordo. Bajo su dirección, la televisión vasca vivió un giro total, en el que la conquista del máximo de audiencia en corto espacio de tiempo y la consolidación frente a la competencia pasaron a presidir las decisiones. Se multiplicaron las horas de emisión y cambió el tipo de programación predominando los deportes, el cine y los espectáculos. La creación de ETB 2 fue la decisión más importante. Según datos de ETB la audiencia que se había perdido como consecuencia de una larga situación de conflictividad laboral durante la primavera y verano de ese año, se recuperó rápidamente y para febrero de 1986 se daba un índice del 22,7 % de la población adulta (RTVE, basándose en datos del Estudio General de Medios asignaba a ETB una audiencia del 17,9 %). El presupuesto aprobado para ese año (en el que no entraba ETB 2) era de casi 3.700 millones de pesetas, pero los ingresos publicitarios quedaron muy por debajo de lo previsto. En abril de 1987 Josu Ortuondo sucedió a J. M. Gorordo en la dirección general continuando con la línea de éste y reafirmando los criterios de comercialización en la estrategia del Ente público. Pero los ingresos publicitarios siguieron siendo el talón de Aquiles de esa estrategia; los ingresos por este concepto aumentaron, pero lo hicieron muy por debajo de lo previsto alcanzando apenas el 16 % de los presupuestos de 1989). Entre otras medidas se aprobó un acuerdo con el grupo FI- NINVEST del magnate de la comunicación Silvio Berlusconi, para que éste gestionara la publicidad de ETB, pero los resultados tampoco fueron satisfactorios. En 1992 los presupuestos de la radiotelevisión pública vasca han alcanzado 12.882 millones de pesetas de los que 10.795 corresponden a ETB. La subvención pública para cubrir tales ingresos ha sido de 10.100 millones, lo que representa casi el 60 % de los presupuestos de la Consejería de Cultura y un 2,37 % de los presupuestos totales de la CAV frente a un 0,89 % en el caso catalán, un 1,16 % en el valenciano o un 2 % en el gallego. El porcentaje de programación propia de ETB era, ya el año 1991 , el más alto de todas las televisiones autonómicas, con más del 60 %, de las 4.000 horas emitidas por ETB 1 y las 3.600 por ETB 2. Pero la audiencia seguía por debajo de las previsiones, aunque éste sigue siendo un dato completamente dispar según quién y bajo encargo de quién realice el estudio (según datos facilitados por eres un 22,9 % y según un estudio de FUNDESCO un 14,2 %). La captación de la programación de ETB fuera de la CAV -en Nafarroa e Iparralde particularmente- es un dato de relativa importancia y que arrastra, además, elementos de conflicto. Desde el momento en que la televisión vasca comenzó a emitir, su captación fue una reivindicación sostenida por distintos colectivos ciudadanos y políticos de Nafarroa. En noviembre y diciembre de 1985 se produjeron, en este sentido, los primeros actos públicos de cierta importancia y se entregó una solicitud avalada por 100.000 firmas ante el Gobierno Foral. La colocación de un reemisor dirigido a Nafarroa sobre el monte Aralar y la instalación de repetidores de esa señal (comenzando por la ikastola "Paz Ziganda" y siguiendo por varios municipios) fue extendiendo la captación de su programación. La empresa CIES daba una audiencia de 14.000 espectadores de ETB 1 y 11.000 de ETB 2 el año 1988. En junio de 1993, todos lo grupos de oposición del Parlamento Foral aprobaron una moción para que el Gobierno regularice la captación de ambos canales. Pese a las dificultades e incluso negativas iniciales para que se captase en Iparralde, los acuerdos posteriores entre ETB y FR3 - Aquitania han permitido que gran parte de la comunidad vasca en territorio francés tenga ya acceso a dicha señal. Asimismo, ETB ha dispuesto sus reemisores de manera que alcancen a partes importantes de La Rioja, Cantabria y Burgos, territorios donde la programación de la segunda cadena e incluso los programas deportivos de la primera tienen una significativa audiencia. Dado el papel que la TV va teniendo en toda Europa como articulador del cine y de toda la producción audiovisual, es importante reseñar la actuación de ETB en estos terrenos. Los datos son, hasta el momento, negativos en referencia al cine y positivos respecto al resto de la producción audiovisual. La Comunidad Autónoma Vasca se ha distinguido de todas las demás en las subvenciones otorgadas a la producción cinematográfica durante los últimos años. ETB realizó en 1984 un acuerdo con la Asociación Independiente de Productores Vascos que podía haberle situado en el centro de los procesos de transformación que ha vivido el cine en nuestro país, pero no ha ocurrido así. Entre 1984 y 1991, las inversiones del gobierno vasco en cine (largometrajes y cortometrajes incluidos) ha sido de 1.006.926,7 millones. Las inversiones de ETB desde que firmó el acuerdo con los Productores Vascos hasta que dicho acuerdo finalizó en 1989 fue de 241.600 millones de pesetas en derechos de antena, lo que no le ha permitido jugar más que un papel secundario. Además, después de ese año, no ha renovado siquiera acuerdos para la adquisición de tales derechos. En cambio su papel ha sido muy notable en el desarrollo (aunque todavía sea muy débil) de las productoras audiovisuales (pequeñas y medianas empresas en su mayoría). Nacidas en su mayor parte en torno a ETB y produciendo para esta emisora, existían en 1991 , 75 productoras que facturaron 5.500 millones de pesetas, sosteniendo 7l5 puestos de trabajo directos y 230 indirectos. Elaborado durante 1992, el Gobierno Vasco ha presentado a discusión parlamentaria un amplísimo informe sobre el futuro de ETB. Frente a otras posiciones del arco parlamentario, se reafirma en él la continuidad de una televisión pública con dos canales diferenciados, uno en euskera y otro en castellano. Se le da al primero una programación de carácter generalista, más clásica, proyectando el segundo con una programación más especializada. El informe mantiene numerosos criterios de prospectiva sobre los que asienta el futuro de ETB. Partiendo de la idea de un desplazamiento creciente de la inversión publicitaria de la prensa y radio hacia la televisión, prevé incrementos anuales entre: un 10 % y 15 % (frente a incrementos de un máximo de un 8 % en los informes europeos más fiables como el de Krief-Intermatrix). Prevé, también, una fuerte inversión en equipamiento de producción y emisión en Alta Definición (1.100 millones entre 1995-97), aunque en muchos de los foros europeos, incluidos en los propios programas de la Comunidad, las previsiones sobre la implantación de la Alta Definición están siendo muy controvertidas.

José Vicente IDOYAGA