Bienhechor de Baiona. Compró, dos años antes de la Revolución, el cargo de consejero al Parlamento de Navarra y fue nombrado, en 1820, diputado por sus conciudadanos, pero después de un espacio de 6 años, vino a fijar su residencia en Baiona, que no volvería a abandonar. Murió el mes de enero de 1847, dejando una fortuna de cerca de cinco millones, de los que cuatro millones fueron empleados en obras de caridad. He aquí cuáles fueron sus principales legados: 100.000 fr. al seminario de Aire; 20.000 fr. a la fábrica de la catedral; 10.000 fr. a la escuela de los Hermanos de la Doctrina Cristiana; 10.000 fr. a la escuela de las Hijas de la Cruz; 124.000 fr. de rentas al título de 3, 4 y 4 y medio por cien, así repartidas: 20.000 fr. de rentas para la manutención del hospital civil; 12.000 fr. de renta al Bureau de Bienfaisance, para continuar con las caridades que él hacía en vida; 2.000 fr. al mismo Bureau, para el mantenimiento de los huérfanos; 1.000 fr. para una clase para adultos; 500 fr. a la iglesia de Orthe-Landas-; 1.000 fr. al hospital civil de St. Esprit; 1.000 fr. a la fábrica de la misma ciudad; 1.000 fr. a St. Esprit, para una escuela de niñas; 12.000 fr. para la construcción de una casa de retiro para los viejos sacerdotes; 3.000 fr. para el Bureau de Bienfaisance de Bayona; 1.500 fr. para la escuela de sordomudos; 3.000 fr. para la construcción de una capilla sucursal extra-muros; 2.000 fr. para el seminario de Larressore; 40.000 fr. para las reparaciones del interior de la catedral y la construcción de una curia; 12.000 fr. para la reconstrucción de la iglesia de St. André; 12.000 fr. para el Bureau de Bienfaisance, destinados a Camp de Prats. Se elevó una estatua de bronce en honor de este hombre de bien en el patio central del hospital civil. Se dio su nombre a la calle donde se encontraba su casa. Ref. Edouard Duceré: Dictionnaire historique de Bayonne, 2 vols, Bayonne, 1911-1915.