Llegó a Baiona (Lapurdi) cuando aún no era más que duque de Aquitania, el día de la Epifanía de 1 174. Iba acompañado de un brillante cortejo de caballeros del Poitou, de Angulema y de Gascuña. Su porte amable, la elegancia de sus modales y la brillantez de sus armas le distinguían fácilmente. Entre los señores de su séquito podemos distinguir a W. Maengot, señor de Surgères, del país de Aulnis, Foulques de Mastas señor de Cognac y senescal de Poitou, al vizconde de Castillon, al vizconde de Tartas, Foucault de Archiac y A. Bron. Ahora bien, no se sabe cuál fue la recepción que le ofreció Bayona, pues ni las crónicas ni los archivos han guardado la menor mención sobre ella. Volvió a Bayona en el mes de septiembre levantando la admiración entusiasta del pueblo por el brillo de su lujoso cortejo, su amabilidad personal y su prodigalidad sin precedente. Volvió una vez más a la ciudad pero no tenemos ningún dato sobre su recepción ni su estancia.
Ref. Edouard Duceré: Dictionnaire historique de Bayonne, 2 vols, Bayonne, 1911-1915.