Concept

Prehistoria. Concepto científico

Aunque requiere numerosas matizaciones, la definición de Prehistoria como el estadio humano previo al conocimiento de la escritura perdura en buena parte del planeta. Como consecuencia de ello, las fuentes literarias o epigráficas no aportarán información sobre los grupos humanos prehistóricos, más que en aquellas situaciones (conocidas como Protohistoria) inmediatamente previas a la toma de contacto de determinada sociedad con la escritura (con la Historia). Además, la metodología que nos aporta la mayor parte de la información sobre la Prehistoria es la arqueológica (vid Arqueología), entendida en su máxima extensión. La mayoría de la información, aunque no toda: a pesar de que esta realidad ha pasado desapercibida con frecuencia, diversas disciplinas como la Geografía, la Estadística o la Demografía aportan también cierto nivel de información a la construcción del discurso de la Prehistoria.

La Prehistoria, como primera porción de la Historia humana, definida entre la primera presencia del género Homo en diversos puntos de África hace algo más de dos millones y medio de años y la aparición en cada medio regional de la escritura, se construye a partir de variadas fuentes. En ausencia de documentos escritos, el registro principal es el arqueológico. Pero dadas las circunstancias de interdisciplinaridad de la Arqueología, la construcción de la Prehistoria requiere la participación de múltiples especialistas. En primer lugar, es necesario construir una secuencia geocronológica, con la participación de físicos y químicos especializados en los más variados procedimientos de datación. Geólogos y biólogos contribuyen a elaborar un cuadro de evolución paleoclimática y ambiental -en su máxima extensión, incluyendo todos los términos del Paisaje- en la que se desenvuelven los primeros grupos humanos. Arqueozoólogos y arqueobotánicos, entre otros, dan cuenta de los primeros mecanismos económicos de explotación del medio, primero entre las bandas de cazadores-recolectores y posteriormente, bajo el régimen de economía productiva. Los antropólogos biológicos trazan una fisionomía y caracterización genética de los protagonistas de la Prehistoria, del mismo modo que los antropólogos sociales y culturales los caracterizan en términos paleoetnográficos y comportamentales. Los arqueólogos de formación más clásica se ocupan de la cultura material que fosiliza en los depósitos prehistóricos, proporcionando una lectura de la evolución tecnológica de este registro. En fin, una gran cantidad de especialistas atienden a los más variados aspectos de la reconstrucción arqueológica durante las tareas de campo y laboratorio, hasta el punto de que el clásico arqueólogo y prehistoriador, de formación humanística en las universidades europeas, está viendo desdibujado su rol central en los equipos de investigación.