Goldsmith

Pérez, Tadeo

Platero del siglo XVIII, trabajó en Pamplona desde 1787 hasta 1825.

De estilo neoclásico, de su obra destacan el capón de Santa María de Olite (1798), el cáliz de Echavarri (1814), las vinajeras de Los Arcos (1814), el ostensorio de Murchante (1815), el relicario de San Francisco de Pamplona, los cálices de Mendigorria y Cirauqui (1816). También, el relicario de Santa María de Tafalla (1800).