Concept

Paleolítico (1993 version)

Las culturas del Paleolítico Superior. En dataciones absolutas se sitúan entre aproximadamente los 35.000/ 33.000 y los 9.500/8.500 años BC; por entonces se expanden por Europa occidental variantes del Homo sapiens sapiens. El Paleolítico Superior se inicia en el interestadio Würm II/III (con el Chatelperroniense), abarcando el Würm III (complejo Auriñaciense y Gravetiense), el interestadio Würm III/IV (Solutrense) y el Würm IV (Magdaleniense). Ofrece en su desarrollo importantes innovaciones culturales, con avances técnicos, de explotación y expresivos. Se conocen en Euskal Herria más de sesenta yacimientos: en su mayoría se sitúan en cuevas concentradas en zonas próximas a la costa y a escasa altitud. Se pueden agrupar provisionalmente en zonas de especial densidad, de O. a E. en: Carranza (Venta Laperra), Arenaza, zona litoral de Kurtzia/Barrica, Duranguesado (Bolinkoba, Silibranka,...), alto Deba (Labeko Koba, Lezetxiki), ría de Gernika (Santimamiñe, Atxeta,...), cuenca baja del Lea (Lumentxa, Abittaga), cuenca baja del Artibai (Goikolau), bajos Deba y Urola (Urtiaga, Ermittia, Ekain, Amalda, Erralla), del E. de Guipúzcoa (Aitzbitarte, Torre), Altxerri, alto Goierri (Kobalde), Burunda (Coscobilo, Mugarduia, Portugain), al aire libre en el litoral de Laburdi (desde la desembocadura del Bidasoa -Jaizkibel-, Basté, Chabiague I), grupo de Gaztelu (Isturitz, Haristoi, Erberua), alto Baztán (Berroberria) y otros (Zatoya y Abauntz en Navarra,...). Poco más de una tercera parte de esos yacimientos ha sido objeto de excavación a fondo y de publicación; en una docena más de sitios se efectuaron sondeos estratigráficos de cierta entidad; considerando el resto en citas menores -y por comprobar-de probabilidad tipológica. El Homo sapiens sapiens del Paleolítico Superior es individuo experto en la caza especializada de determinados ungulados: preferentemente ciervos o renos -según circunstancias climáticas- u otras especies particulares de determinados parajes -como cabras monteses y sarrios en montaña, o caballos y bisontes en espacios abiertos-. Organiza muy adecuadamente el interior de las cuevas donde vive (se conocen, también, algunos casos de chozas y espacios exteriores muy bien estructurados), desarrollando ocupaciones rotativas entre territorios vecinos de cuya explotación estacional y especializada (recolección de elementos vegetales y de otras materias primas, marisqueo, pesca fluvial o del litoral marino,... según casos) vive. Domina técnicas muy cuidadas de elaboración del instrumental lítico (por talla y retoque de soportes laminares) y óseo (en hueso, asta o marfil), con tipos diferenciados por usos muy específicos para la caza y las otras actividades artesanales; y manifiesta gráficamente (en obras de arte rupestre o portátiles) un sin duda complejo mundo de sentimientos. La cueva de Isturitz en Baja Navarra, que excavaron E. Passemard (de 1913 a 1923) y R. de Saint-Périer (de 1928 a 1935), contiene uno de los yacimientos paleolíticos más importantes de Europa: con niveles de ocupación que se extienden desde el Musteriense por las varias etapas del Paleolítico Superior.

a) El complejo "Auriñaco/Perigordiense". En su amplia duración, de más de quince mil años, se suceden etapas concretas de una y otra de sus facies. Comienza con el Chatelperroniense (o "Perigordiense antiguo"), viene luego el progreso del Auriñacense propio (en sus fases de Arcaico, Típico y Avanzado) y concluye con las manifestaciones del Gravetiense (en fases del "Perigordiense superior" y "Perigordiense final"). En el conjunto de este complejo cultural se irá produciendo la sustitución del utillaje lítico de ascendencia musteriense (elaborado sobre lascas) por otro de carácter leptolítico (sobre láminas) con tipología de piezas de dorso (puntas) y diversos modelos de raspadores, buriles, etc.; por otra parte, una significativa emergencia y evolución del instrumental en hueso y asta marcará las variantes del desarrollo interno del Auriñacense y del Gravetiense. Las estratigrafías fundamentales de Euskal Herria para el estudio de estas etapas se hallan en Isturitz y Gatzarria, con importantísimos efectivos de industria lítica y ósea y controles de paleobotánica. En el umbral mismo del período (interestadio Würm II/III) un horizonte aluvial -no arqueológico- de Bidart ha dado por C14 una fecha igual o anterior a los 33.000 años a. de C. (Gif. 2767). Pendientes de resultado otros programas de datación absoluta en Gatzarria y en Labeko Koba (donde se suceden Chatelperroniense, Auriñaciense Típico y Gravetiense), disponemos ya de varias fechaciones C 14 de este dilatado período de nuestra Prehistoria: más de los 28.650 años a. de C. en el nivel IX de Ekain (con indicios de un "Auriñacoide" genérico) (I. 11056) y 18.950±450 en el VIII de Ekain (referido a inicios del interestadio Würm III/IV) (I.13005), 25.450±l.000 en el nivel IV de Amalda (Gravetiense) (I. 11664 y I. 11665) y 17.050±340 y 15.940±390 en el nivel V de ahí mismo (Gravetiense final o "Protomagdaleniense", con fechas C14 aparentemente demasiado recientes) (I. 11663 y I. 11372), y 17.390±780 en el nivel IIIa de Lezetxiki (probable Gravetiense in genere) (I. 6144). De la transición del Musteriense al Paleolítico Superior -Chatel perroniense y Auriñaciense Arcaico- hay trazas en media docena de sitios, casi todos en Iparralde: Gatzarria es el más importante. Dura el conjunto de la etapa unos 5.000 años (aproximadamente entre los 35.500 y los 305.000 BC). El Auriñaciense Arcaico de Gatzarria expresa la clara evolución de las industrias líticas y óseas hacia las formas y técnicas propias del Paleolítico Superior. El Auriñaciense Típico (30.500 a 27.000) está muy bien representado en Isturitz y en Gatzarria. La presencia del zorro polar (Vulpes lagopus), del mamut y del rinoceronte lanudo refrendan la condición extremadamente fría (en los rigores del Würm III) de esta etapa de Isturitz. El utillaje propio de este período ofrece las características azagayas aplanadas de hueso con base hendida y abundantes raspadores carenados, láminas con retoque continuo lateral, buriles, etc. en piedra. El Gravetiense (Perigordiense Superior y Final) sucede, en algunos yacimientos vascos, al Auriñaciense Típico. A veces es fácil distinguir ambos phyla culturales porque se intercala un nivel estéril entre sus depósitos: así el de 15 a 20 cm. de potencia que se interponía entre los horizontes Ist V e Ist N de la gran sala de Isturitz. En otros casos las diferencias industriales se refuerzan con otras reveladas en los análisis de suelos y de fauna, como ocurre entre los niveles cb y cbcs de Gatzarria. Pero hay situaciones (p.e. en los niveles IIIa y acaso parte del II de Lezetxiki, en colecciones de Coscobilo y Mugarduia) en que el efectivo de piedra tallada puede ser referido indistintamente al Auriñaciense propio o al Gravetiense. El bloque cultural gravetiense tiene una duración de más de seis milenios (aprox. 27.000/ 25.000 a 19.000/ 18.000 BC), produciéndose en un ambiente climático complejo que conoce las condiciones más frías del Paleolítico Superior en el S. de Europa: según se comprueba en los niveles Ist N de Isturitz, cbcs de Gatzarria y parte baja del II de Lezetxiki. Son de importancia los niveles gravetienses de Isturitz y Bolinkoba; con buen interés complementario de los de Gatzarria, Amalda, Lezia, Labeko Koba, Aitzbitarte III, Coscobilo o Lezetxiki como lugares de habitación en la embocadura de cuevas, y el de Mugarduia S. (en Urbasa), sitio de taller.

b) El Solutrense. El ámbito temporal de esta cultura en Aquitania y N. de la Península Ibérica cubre más de tres milenios (circa 19.000/18.500 en los niveles más antiguos hasta los 15.000 años a. de C.). Manteniéndose el utillaje básico de ascendencia auriñacogravetiense, esta cultura se caracteriza por la presencia (nunca de modo abundante) de puntas líticas foliáceas de diversas formas. Los niveles solutrenses vascos mejor representados proceden de la excavación de Bolinkoba, Ermittia, Aitzbitarte IV, Isturitz y Hareguy y de las colecciones recuperadas en Coscobilo; en Amalda, Santimamiñe, Atxeta y otra media docena de sitios se han recuperado evidencias más restringidas de esa misma cultura. La base del depósito solutrense de Aitzbitarte IV (nivel VIII) se ha datado por C14 en 16.100±100 años a. de C. (GrN. 5993); el nivel IV de Amalda, atribuido al Solutrense, ha proporcionado fechas en 15.630±400, 14.250±380 y 14.140±240 (I. 11355, I. 11428 y I. 11435). El Solutrense vasco intermedia entre el de las áreas cantábrica y pirenaica. Revisando los efectivos disponibles hoy de esa cultura se advierte que mientras los sitios solutrenses pirenaicos parecen dedicarse a actividades estacionales ("no permanentes"), los del S. de las Landas, del Pirineo vasco y aledaños y del resto del litoral cantábrico se agrupan en mayores densidades y contienen depósitos relativamente potentes con ajuares numerosos y variados. De un cuadro de distancias estadísticas (Delta-K, a nivel 0.05) se deducen cuatro constataciones sobre semejanzas y diferencias en el seno del Solutrense vasco con respecto al de los países vecinos:
Que Aitzbitarte IV queda al margen de cualquiera de los otros yacimientos.
Que existen varios puntos de aproximación entre los yacimientos solutrenses vascos (Bolinkoba, Santimamiñe, Ermittia y niveles F II e Ist IIIa de Isturitz) y algunos entre Bolinkoba, Santimamiñe y F II de Isturitz y otros del N. del Pirineo (Pape en las Landas y Harpons en Alto Garona).
Que Pape y Harpons parecen servir de elemento puente entre las estaciones solutrenses vascas y algunas de Asturias y Cantabria puesto que mantienen relaciones de proximidad estadística con todas ellas.
Que no se aprecia homogeneidad relativa entre aquel bloque de yacimientos solutrenses vascos y los de Asturias y Cantabria.

c) El Magdaleniense. Tiene lugar a lo largo de unos seis milenios, durante la fase climática Tardiglaciar. (Würm IV). Según los paleoclimatólogos del S.O. de Europa se ha reconocido la existencia en el seno de esa etapa, y dentro del notable rigor climático general del Würm IV, de dos oscilaciones atemperadas -Bölling y Alleröd-. Clasificaciones del utillaje del Magdaleniense anotaron, en su modelo de la cuenca del Garona (en Périgord/ Dordoña), hasta seis estadios (I a VI) no siempre fáciles de aplicar a todas las situaciones estratigráficas detectadas en excavación: en general se puede sintetizar todo en unas etapas sin arpones (I a III: cuya evolución se apreciaría en la de algunos tipos de azagayas) y otras (IV a VI) en que hacen acto de presencia esos instrumentos de asta. En Euskal Herria apenas se conocen horizontes del Magdaleniense Arcaico (I y II), hay algo de Magdaleniense Inferior (III), no mucho del Medio (IV), correspondiendo la mayor abundancia de los establecimientos al Superior y/o Final (V/VI). Se han atribuido al Magdaleniense Arcaico, con dudas, los niveles F en Lumentxa y en Urtiaga e indicios discutibles en Atxurra y Aitzbitarte IV. Para el Magdaleniense Inferior se cuenta con los depósitos más importantes de los niveles C de Bolinkoba, VIc de Santimamiñe, VII de Ekain, V de Eiralla, e de Abauntz y con diversos indicios probables en los E de Lumentxa, de Ermittia, F de Urtiaga acaso e Ist II de Isturitz. La más interesante ocupación del Magdaleniense Medio se dio en Isturitz (tanto en la gran sala -niveles E e Ist IIcomo en la sala de San Martín -nivel S I-); hay trazas de menor entidad en los niveles G de Berroberria, de Ermittia, acaso en Aitzbitarte IV, Bolinkoba y Santimamiñe. No es fácil distinguir las fases Superior y Final del Magdaleniense vasco: son atribuidos a la Superior el nivel Ist I de Isturitz y quizá el D de Lumentxa y el E de Berroberria, a la Final los Ist la de Isturitz, II de Aitzbitarte N, D inf de Berroberria, VI de Ekain, III de Erralla, D de Urtiaga, IIb de Zatoya, Torre, Ermittia,... y a un Magdaleniense "terminal" genérico bastantes otros sitios como Goikolau, Atxeta, Santimamiñe, Atxurra, Haristoi, nivel II de Zatoya, Alaiz,... No es fácil decidir -por ausencia de criterios estratigráficos y de fauna u otros de referencia climática -la adscripción de lugares de ocupación magdaleniense al aire libre: el yacimiento del cabo de Higuer encaja mejor en un estadio inicial o arcaico de esa cultura, mientras que el de la Hoya Grande (en Olite) puede ser adscrito a una fase superior o final. La lista disponible hoy de fechas absolutas C14 (por desgracia no fueron sometidos a ese tipo de control importantes yacimientos como Urtiaga, Ermittia, Aitzbitarte IV, Santimamiñe, Lumentxa, Bolinkoba o Isturitz) permite definir los límites del Magdaleniense vasco en el cuadro general de esta cultura occidental. La datación del paso del nivel G a F de Urtiaga en 15.100±140 años a. de C. (GrN. 5.817) se ha atribuido con dudas al Magdaleniense Arcaico. Para el Magdaleniense Inferior se dispone de las fechas del nivel VII de Ekain en 14.300±250 (I.12566: VIIf, lecho 22), 13.450±240 (I.12226: VIId, lechos 19 y 18), 14.020±240 (I. 12225: VIIc, lechos 17 y 16), 14.080±240 (I.12224: VIIb, lechos 15 y 14) y 14.560±270 (I.12020: VIIb, lecho 13) y las consideradas aberrantes de 12.000±330 (I.10931: VIIf, lecho 21) y 5.930 (I.8626: VIIb, lecho 12), del nivel V de Erralla en 14.320±240 (I.12868), 14.250±240 (I.12551), 13.790±240 (I.12540) y -obviamente aberrante- 8.630±270 (I.10803) y del nivel e de Abauntz en 13.850±350 (Ly.1965). El nivel IV de Erralla, arqueológicamente estéril, se fecha en 13.850±230 (I.13728) y -más probablemente- en 12.620±300 (I. l0819). El Magdaleniense Medio del nivel G de Berroberria ha dado los 12.480±290 (BM.2375) y el avanzado del E los 11.320±220 (BM.2372). Las fechas del Magdaleniense Final se suceden a lo largo de un milenio: 10.360± 190 (I. 13439) en el nivel III de Erralla, 10.100± 190 (I.9240) en el VIb de Ekain; 9.950±130 (OxA. 949), 9.800±300 (BM.2370) y 9.650±130 (OxA.978) en el D inf de Berroberria; y 9.890±240 (Ly.1400), 9.670±360 (Ly.1599), 9.530±270 (Ly.1399) e igual o anterior a los 8.990 (Ly.1458) en el II de Zatoya. Se han considerado rejuvenecidas en exceso las fechas del nivel D de Urtiaga en 8.330±190 (CSIC.64) y del 7 de Santimamiñe en 7.520±400 (Gif.130). A caballo entre el Magdaleniense terminal y el Aziliense se halla la ocupación del abrigo de Portugain, con fecha en 8.420±90 (GrN.14097).

d) El arte del Paleolítico Superior. Los sitios vascos con arte rupestre paleolítico están en las cuevas de Arenaza, Santimamiñe, Venta Laperra, Ekain, Altxerri, Alkerdi, Isturitz, Haristoi, Erberua, Etxeberri, Xaxixiloaga y Sinhiloke. Las manifestaciones menores -de arte mueble o portátil- presentan un lote excepcional en Isturitz y vistosos casos concretos en Urtiaga, Santimamiñe, Bolinkoba, Lumentxa, Ekain, Berroberria, Torre o Hareguy. Se han representado en el arte rupestre y en el mobiliar muchos temas animales (bisontes, caballos, ciervos, cabras, algunos renos y peces,...), muy escasos "antropomorfos" y diversos signos complejos. Al estilo primitivo (etapa II del arte paleolítico en el esquema de A. Leroi-Gourhan) se atribuyen los grabados parietales de Venta Laperra y las primeras muestras mobiliares figurativas, del Gravetiense, en Isturitz. Al arcaico (etapa III: del Solutrense y del Magdaleniense inicial) acaso las figuras de Arenaza y piezas muebles de Isturitz y Hareguy. Al estilo clásico (etapa IV: del Magdaleniense Inferior al Final) la mayoría de los santuarios rupestres (así Ekain, Altxerri, Santimamiñe, Erberua, etc.) y del arte mueble (Ekain, Torre, Berroberria, el impresionante conjunto del Magdaleniense Medio de Isturitz, etc.).

Ignacio BARANDIARAN MAESTU.