Pintor. Tudela, 1921; Tudela, 2001. Uno de los pintores figurativos navarros más reconocido y famoso del siglo XX, con una extensa trayectoria artística en la que destacaron especialmente por su popularidad sus retratos.
Cesar Muñoz Sola nació en Tudela en el año 1921 iniciándose en el dibujo a una edad muy temprana. Gracias a su destreza con el dibujo, en 1941 se fue a vivir a Madrid donde comenzó a trabajar como aprendiz en un taller que se dedicaba a la restauración de obras de arte. Al poco tiempo ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando gracias a una beca que recibió de la Diputación Foral de Navarra. Durante sus años de estudiante en Madrid, Muñoz Sola desarrolló y perfeccionó su técnica y se especializó en la disciplina de pintura.
Una vez finalizado sus estudios, viajó primero a Roma y después a París, donde residió durante algún tiempo. En Francia aprendió especialmente del estilo realista decimonónico francés que se había desarrollado a mediados del siglo XIX y del impresionismo; en cambio, las vanguardias, tanto del período inicial del siglo XX como del período de entreguerras no le interesaron. Durante este período de formación y especialmente a partir de su estancia en territorio francés, Muñoz Sola decidió especializarse en el retrato, consiguiendo gracias a su técnica realista numerosos encargos y un gran éxito de público tanto en diferentes países europeos como también en Estados Unidos. Posteriormente regresó a Navarra donde residió entre Tudela y Pamplona desde donde recibió la mayoría de los encargos, aunque también fue un pintor muy solicitado desde otras zonas de España.
Aunque Muñoz Sola ha pasado a la historia del arte navarro por su fama como retratista -muchos de los retratos de la Galería de Retratos de Personajes Célebres de la Diputación Foral de Navarra son suyos-, también destacó en otros géneros como el paisaje, el bodegón o la naturaleza muerta. En el género del paisaje, por ejemplo, pintó interesantes vistas de las Bardenas Reales, reivindicando este tipo de paisaje de secano frente al más conocido de los bosques húmedos que reflejaban otros pintores navarros agrupados en la denominación pintores de la Escuela del Bidasoa, y de los paisajes de las riberas de los ríos Ebro y Arga. En cuanto a los bodegones, en ellos se aprecia la influencia de la pintura española del Siglo de Oro, influencia que también se advierte en sus retratos de personajes pintorescos como vagabundos o mendigos.
En todos estos cuadros, Muñoz Sola destacó por un estilo marcado por la exactitud técnica de sus trazos, el uso particular del color y el detallismo a la hora de plasmar las superficies y las texturas, consiguiendo siempre una gran sensación de realismo en sus trabajos.
En la actualidad en Tudela existe un Museo dedicado a su persona y a su obra que se denomina Museo Muñoz Sola de Arte Moderno. El museo además de organizar exposiciones temporales dedicadas a pintores como Aureliano Beruete, Ramón Casas o los pintores impresionistas del siglo XIX, también tiene una colección permanente donde encontramos además de obras del propio Muñoz Sola, otros trabajos de pintores afines a su estilo realista y figurativo.