Escultor neoclásico. Entre los años 1736 y 1739 figura un Juan Bautista de Mendizábal, trabajando como oficial a las órdenes de los escultores eibarreses Hilario de Mendizábal y Fernando de Arizpe en la ejecución de la parte superior del retablo mayor de San Andrés, que los Araoz dejaron sin acabar. Por la diferencia de años es de suponer que no sea el mismo escultor a que nos referimos en esta ficha. En 1747, el ayuntamiento nombró como perito a un Bautista de Mendizábal para que reconociera y analizara el retablo colateral de San Antonio en la ermita de Azitain, ejecutado por Fernando de Arizpe y Joaquín de Unzeta-Barrenechea. En ésta nos referimos concretamente (por lo menos con seguridad) a aquel Juan Bautista de Mendizábal por el que el ayuntamiento de Eibar, en sesión del 16 de octubre de 1795, tomó el acuerdo de dar varios castaños para resarcirle de las pérdidas que experimentó al quemársele algunos troncos que tenía "para hacer estatuas". Este escultor eibarrés de la segunda mitad del siglo XVIII, entre los años 1756 y 1781 colaboró con el arquitecto vergarés Tomás de Jáuregui en la ejecución del hermosísimo retablo mayor de la parroquia a Zumarraga. En 1784 esculpió un San Andrés para "que sirva de adorno, honra y gloria de todos y que pueda ser sacado con sus andas en las procesiones que se hacen anualmente". En 1799 realiza un relieve de la Trinidad, las tres imágenes de bulto, y los ángeles del remate, para el retablo mayor de la parroquia de Foronda (Álava), por cuyo trabajo se le pagaron 7.000 reales. Y, finalmente, nos consta, que en 1814 talló un Cristo del Sepulcro y el de Resurrección, para la parroquia de Gernika, por valor de 1.600 reales.
Ref. Mújica, Gregorio: Monografía histórica de la Villa de Eibar, pp. 126-128, 178, 278. Caro Baroja, Julio, "Monumentos religiosos de Lesaka" (Anuario de Eusko-Folklore, XII, 1932), p. 22. Enciso, Portilla, Eguía y Azcárate, Catálogo Monumental. Diócesis de Vitoria, vol. IV, Llanada occidental (Vitoria, 1975), p. 385.