Marrokin. Apellido vizcaíno, rama del linaje de Salcedo, extendido por Las Encartaciones y otros lugares de Bizkaia. Empieza este linaje, según las Bienandanzas de Lope García de Salazar, con D. Sancho Ortiz y Marroquín, hijo bastardo de D. Furtud Sánchez de Salcedo, señor de Ayala. Nació de las relaciones de éste, siendo viudo, con la doncella, hija de Martín Sánchez de Santa Mariña. Educado en casa del Sr. de Bizcaya, Diego López el Bueno. Se fue con éste a Marruecos en tiempos de Alfonso III, donde hubo de quedar como rehén junto con otros caballeros. Por todo lo que le aconteció allí se quedó con el sobrenombre de Marroquín, así como los que le sucedieron. Por todos los servicios que había prestado al rey, en especial por su intervención en la batalla de Ubeda (Navas de Tolosa) obtuvo en recompensa los monasterios de San Julián de Musques y de San Román de Ciérbana, el prebostado del puerto de San Martín de Somorrostro «para que lo sirviese con su lanza e con seis ballesteros» bien pagados en aquel tiempo por «los Srs. de Bizcaya, que habían siempre contiendas con los Reyes sus Señores, o la más de su tiempo para él e para sus hijos con el dicho servicio». Se le dieron asimismo en posesión las «aseñas» de La Puente, del Arsenal, de Ontón, y del valle de Trapaga. Posteriormente fue a establecerse en Montermoso de Salcedo donde hizo construir la torre y solar de dicho nombre. Casó con Dña. María Ortiz, hija de D. García Tuerto de Vasurto, hijo del Sr. de Ayala. De esta unión nació Diego Sánchez Marroquín. Habiendo enviudado casó con doña María Sánchez, hija de Jimeno de Muñatonez, hijo de don Galindo Gastón de Norveña de Asturias, que habiendo venido huyendo del rey de León, se estableció en Junquera de Erandio, donde sirvió al Señor de Bizcaya con el nombre de Junquera. Su hijo el antes mencionado Ximeno, se estableció en Muñatones, nombre que adoptó posteriormente, así como sus descendientes. De este matrimonio nació también Pero Sánchez Porra de Muñatones. Al enviudar de nuevo casó con Juana, hija de D. Salcedo Lopez de Baracaldo, descendiente de los godos que poblaron en Soloera, que después pasarían a Erandio. De esta unión nacieron Juan Sánchez Marroquín y Dña. María Sánchez que casaría con Juan Ortiz de S. Julián de Mena, del que vienen los Zamudianos de Salcedo.
Problemática. Ver MARRO.
Los primitivos de Gueñes: de oro, cuatro panelas de verde, variación de las armerías de Salcedo, que ostenta, con los mismos esmaltes, cinco panelas.
Otros, según J. C. de Guerra, que son de los de Las Encartaciones: de plata, un moro, con una cadena pendiente del cuello. Bordura de rojo, con cuatro aspas de oro en cruz.
Otros: de plata, una banda roja, engolada en bocas de dragantes verdes.
Otros: de oro, un sauce verde, acompañado a la derecha de dos panelas verdes puestas en palo, y, a la izquierda, otras tres panelas, puestas dos y una; superado de una mano diestra empuñando un rastrillo al natural.
Según J. A. de Hita: partido: 1.°, de plata, un sauce verde; 2.°, del mismo metal, cinco panelas verdes, puestas en aspa, que son de Salcedo.
Otros: De oro, un castillo de piedra, aclarado de plata, surmontado de un lis de azul, acostado de dos hojas de higuera verdes y otra sobre la entrada. De la derecha de la puerta, sale un brazo armado con una espada de azul, y del izquierdo, un brazo de rojo, con unos grillos de hierro en la mano. Ref. Cadenas y Vicent; Jaime de Querexeta; Juan Carlos Guerra.
Otros, según J. C. de Guerra, que son de los de Las Encartaciones: de plata, un moro, con una cadena pendiente del cuello. Bordura de rojo, con cuatro aspas de oro en cruz.
Otros: de plata, una banda roja, engolada en bocas de dragantes verdes.
Otros: de oro, un sauce verde, acompañado a la derecha de dos panelas verdes puestas en palo, y, a la izquierda, otras tres panelas, puestas dos y una; superado de una mano diestra empuñando un rastrillo al natural.
Según J. A. de Hita: partido: 1.°, de plata, un sauce verde; 2.°, del mismo metal, cinco panelas verdes, puestas en aspa, que son de Salcedo.
Otros: De oro, un castillo de piedra, aclarado de plata, surmontado de un lis de azul, acostado de dos hojas de higuera verdes y otra sobre la entrada. De la derecha de la puerta, sale un brazo armado con una espada de azul, y del izquierdo, un brazo de rojo, con unos grillos de hierro en la mano. Ref. Cadenas y Vicent; Jaime de Querexeta; Juan Carlos Guerra.