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KORTEZUBI

Cercana a la ría de Gernika la anteiglesia de Kortezubi se encuentra dividida en ocho barriadas: Barrutia, Basondo, Enerika, Idokiliz, Terlegiz, Santa Ana, Oma y Terlegiz, como capital del municipio. El entorno ha condicionado su hábitat, entre mar y monte, y su patrimonio es de corte popular centrado sobre todo en su faceta agrícola-ganadera.

La iglesia parroquial de Santiago es un edificio de estilo gótico popular del siglo XV, de un tamaño destacable pero con materiales y decoración tremendamente austera. Construida en mampuesto en su mayor parte, posee pórtico lateralizado en el lado sur que alberga uno de los accesos en arco apuntado de los dos que posee, el otro, a los pies junto a la torre es de menor importancia. La torre es posterior, del siglo XVII, que si bien es de corte clasicista casa perfectamente con el resto del conjunto, que aunque bajomedieval carece de ornamentación, compartiendo vanos de medio punto. Al interior tiene una sola nave con cubierta adintelada de madera con travesaños y postes vistos y ábside cubierto con bóveda ochavada y arco de triunfo en medio punto sobre columnas. Éste está decorado con retablo barroco de estilo churrigueresco. De todo el conjunto cabe destacar una pila bautismal románica que originariamente debió de ser un capitel reaprovechado. Se podría encuadrar dentro del siglo XII y casi con toda seguridad fue traída al templo desde otro lugar.

En cuestión de templos eremíticos Kortezubi posee un gran número y algunos de ellos con elementos muy peculiares. La ermita de San Millán, por ejemplo, es de estilo gótico popular, se encuentra en el barrio de Idokiliz y lo más llamativo y de originalidad notable en este tipo de construcciones es su acceso en arco conopial de bella factura, el resto no dista en demasía del resto de edificios de estas características, es decir, planta rectangular, mampostería y sillar en esquineros y espadaña con un vano. En el barrio de Enderika tenemos otro ejemplar, San Esteban, con acceso en arco conopial, aunque más complejo que el anterior, y data del siglo XVI, renacentista por tanto. De la misma época sería San Pedro Apóstol, en Oma (véase), también rectangular, a tres aguas y con espadaña. La de Santa Ana, de época barroca, planta alargada, cuatro aguas y acceso adintelado y Santo Domingo de Guzmán, ambas en Terlegiz (véase), de la misma cronología, aunque un poco mayor en tamaño posee características similares. Por último señalar la ermita de Santimamiñe en Basondo (véase), del siglo XV y estilo popular, tiene ábside poligonal, nada común en estas fábricas y varias estelas funerarias reaprovechadas, posiblemente altomedievales.

En el apartado de arquitectura culta tan solo es reseñable el ayuntamiento, edificio neoclásico del siglo XIX de tres alturas con línea de imposta, planta rectangular, cuatro aguas y la clásica retícula de vanos para este tipo de cronología. En su origen fue el edificio de las escuelas.

El caserío es el más destacable de todas las construcciones, ya que como municipio rural cuenta con algunos ejemplos a destacar. En Oma (véase) se encuentran los únicos ejemplos vivos del gótico civil, aunque como ocurre en estos casos muy retocados y fragmentados. El caserío Olakoa tiene un acceso en arco apuntado con nacela que es todo lo que queda de su pasado medieval, el resto del edificio es de una reconstrucción de 1758. Beaskoetxe, por su parte, también tiene una entrada apuntada lateralizada como único testigo gótico aunque su pórtico se mantiene sobre pié derecho de madera. De nuevo en Oma la tipología de postes se desarrolla con profusión, destacando Zierre, de fines del siglo XVI; Urriene, que tiene decoración tallada en los postes del soportal; Rementería, de cuatro postes e inscripción de reforma de 1820; y Kurtziñe también de cuatro postes y vano apuntado reaprovechado. Además tendríamos Garekabe y Enderika-andi, ambos de tres postes, Barrutibasobeko, Kakatza y Sakona, este último con columna toscana de mármol en el soportal. Mendoza, Basozabal, Omabeiti, Orriaño y Solozabal serían edificios en los que la estructura de postes pierde su generalidad para centrarse solo en el piso superior, mientras que la bajera es ya de piedra y en general de cronología posterior. Destacar en Oma (véase) el caserío Omagoyeaskoa con soportal en arco escarzado y del siglo XIX. De este tipo también son Lezika y Andikoetxe.

Oma (véase) vuelve a ser el referente en lo que a patrimonio preindustrial se refiere con dos molinos de río: Goikolea, antigua ferrería transformada en molino y Bolunzulo, conjunto de dos molinos posiblemente del siglo XVI. Por último citar el tejero de Terlegiz, en el barrio del mismo nombre (véase), un horno de doble cañon construido en el siglo XVII.

Manu CASTAÑO GARCÍA (2006)