Narrators

Hernández Abaitua, Mikel

Escritor. Nació el 16 de enero de 1959 en Vitoria.

El gasteiztarra Mikel Hernández Abaitua se licenció en filología vasca por la EUTG y hoy en día es catedrático de instituto en euskera. Además de la literatura, su gran pasión es la música. Sus trabajos literarios comenzaron a conocerse al ganar el premio de narrativa Ciudad de Donostia en 1981. Las narraciones publicadas en concursos y en revistas de la época (Oh! Euzkadi, Ustela, Susa...) conformaron los primeros pasos de la carrera literaria de Hernández Abaitua. Para comprender convenientemente toda su carrera nos es imprescindible el último trabajo del autor , el libro de memorias Azukre xehea, gatz larria (2010, Alberdania). Según este libro, podemos decir que se destacan claramente dos etapas en la carrera literaria de Hernández Abaitua. Por una parte, las narraciones publicadas en revistas y sus dos primeras colecciones de relatos Panpinen erreinua (1983, Hordago) y Ispiluak (1985, Hordago) se realizan en la década de los 80. Por otra parte, ya en la década siguiente, despues de una etapa de silencio, el autor vuelve a retomar su carrera, la que nos ha aportado el resto de obras.

Respecto a la primera étapa, en ella encontramos a Hernández Abaitua sumergido plenamente en la vorágine literaria de los años 80, escribiendo en revistas y publicando colecciones de relatos. Ya que, como apreciamos, la literatura de Hernández Abaitua viene de la mano del cuento, precisamente en los años 80, cuando se produce la eclosión de este género. En ese sentido, tal como ocurrió con otros muchos autores, se puede decir que el cuento conformó toda la producción literaria del autor en esa década. Así, Hernández Abaitua pronto estuvo en condiciones de convertirse en un narrador estimado. Pero, quizás porque sus libros de cuentos no fueron del todo excelentes o porque otros escritores consiguieron mayor éxito, Hernández Abaitua decidió permanecer en silencio al final de la década de los 80, alejándose del mundo literario.

Como se ha mencionado, Hernández Abaitua publicó dos colecciones de relatos en los años 80. La primera en 1983, Panpinen erreinua (Hordago). En ella ofreció cinco relatos que poseen estilos diferentes, desde el realismo más detallista hasta la fantasía alegórica, desde el humor juguetón hasta la tristeza más emotiva. En estos cuentos, además de reivindicar la parte lúdica de la narración, Hernández Abaitua inició a una reflexión sobre los limites entre realismo y fantasía. En las segunda edición de este libro (2004, Erein), el autor escribió un largo epílogo autobiográfico a modo de narración, el cual se refleja el momento en que estos cuentos fueron escritos. Ese epílogo, precisamente, es el origen del libro de memorias publicado en 2010 Azukre xehea, gatz larria (Alberdania). Su segunda colección, Ispiluak (Hordago) la publicó en 1985. El libro Ispiluak también tenemos que ubicarlo entre la literatura fantástica y la tendencias experimentales. El libro recibió la influencia de la obra de Sarrionandia Narrazioak (1983). En Ispiluak el autor mantiene un juego dialéctico entre el espejo del mundo y el mundo del espejo. De paso, ese juego dialéctico trae consigo una profunda reflexión sobre la función de la literatura.

La reflexión entre fantasía y realidad volvió a estar presente en la colección de relatos Bazko arrautzak (1995, Elkar) [Huevos de pascua, 2007, Atenea] , la cual supuso la vuelta de Hernández Abaitua a su carrera literaria. Las seis narraciones eclécticas del libro tienden hacia la ironía y la pluralidad, y básicamente, estas buscan un tipo concreto de realismo, que proviene de sintetizar este con la fantasía. Para entonces, sin embargo, un vez reconciliado de nuevo con la literatura, Hernández Abaitua ya tenía tomado otro rumbo en su camino, el del realismo precisamente. En esa nueva senda Hernández Abaitua dió su punto de vista sobre el conflicto político de Euskal Herria. De ello derivaron la primera novela del autor, Etorriko haiz nirekin? (1991, Elkar), la colección de relatos Ahotsak (1996, Erein) y la segunda novela Ohe bat ozeanoaren erdian (2001, Erein). La novela Etorriko haiz nirekin? relata la historia de un profesor amenazado por ETA. En ella nos da cuenta de la realidad socio-política, siempre desde el punto de vista del autor. Precisamente, Etorriko haiz nirekin? podemos considerarla como una novela de tesis, la cual rechaza totalmente la violencia política. La edición bilingüe de esta novela fue publicada por la editorial Atenea de Madrid en 2010. La idea de que la violencia no tiene ningún sentido volvió a aparecer en una obra de Hernández Abaitua, esta vez en la que es su última colección de relatos Ahotsak. En esta corta colección, solamente tiene cuatro narraciones, se analiza la violencia de ETA desde diferentes puntos de vista. Es de resaltar en estos relatos la utilización de la primera persona, lo cual refuerza la intención de expresar opinión. También en la segunda novela del autor, Ohe bat ozeanoaren erdian, de nuevo unió conflicto y viaje, viaje interior en esta ocasión. Partiendo desde el cansancio que produce la situación política de Euskal Herria se conforma un viaje que retrae a reflexiones, pensamiento y memoria, en un intento de huir de un mundo asfixiante.

Reflexión, pensamiento y memoria, precisamente, son elementos que Hernández Abaitua no ha evitado en otros trabajos. En este sentido, son de resaltar Literatura eta Rock & Rolla (1994, Emak Bakia Baita), el ensayo Ramon Saizarbitoriaren lehen eleberrigintza (2008, EHU) en el que se pone en duda la idea generalizada que la primera novela de Saizarbitoria estuviese englobada en la estética Noveau roman, y el ya mencionado libro de memorias Azukre xehea, gatz larria (2010, Alberdania). Ese mencionado trabajo es uno de los más destacados entre los realizados últimamente por el autor. Es un conjunto de memorias que transciende más allá de la mera autobiografía. En la obra aparecen anécdotas y vivencias entorno a la literatura, política y la música. En ella Hernández Abaitua realiza una crónica de sus últimos cuarenta años. Organizada cronológicamente, la obra transita desde el tardofranquismo hasta hoy. Entre otros temas, nos muestra el contexto literario de los años 70 y 80, la situación política de entonces, la huella dejada por los atentados de ETA, todo ello sin faltar la mirada irónica y cándida del autor.