Concept

Globalización en Euskal Herria

La globalización, como hemos visto, configura una realidad nueva desde el punto de vista político, cultural, económico y social. Y estos cambios tienen claros efectos sobre la identidad y el poder. Dicho de otra forma, en la medida en que cambia el mundo, cambia también la manera en que las personas se sitúan ante él, para legitimarlo o para transformarlo. Así, para Castells (2000), la lógica del poder de la sociedad en red promociona, en primer lugar, una identidad legitimadora del statu quo que es introducida por las instituciones dominantes de la sociedad para extender y racionalizar su dominación frente a los actores sociales. Esta identidad legitimadora es portada, a juicio de Castells, por actores sociales y estructurados que reproducen (aunque en ocasiones de modo conflictivo) las fuentes de la dominación estructural. La segunda de las identidades que se proyectan en la sociedad red es, para Castells, la identidad de resistencia comunal. Esta es una identidad:

"generada por actores que se encuentran en posiciones devaluadas o estigmatizadas por la lógica de la dominación, por lo que construyen trincheras de resistencia y supervivencia basándose en principios diferentes u opuestos a los que impregnan las instituciones de la sociedad".

Estas identidades de resistencia subyacen al auge del integrismo cristiano o islamista, al resurgir de comunidades territoriales como las maras o algunos movimientos nacionalistas radicales y excluyentes. Son, en última instancia, la expresión de la "exclusión de los autoexcluidos". Desde esta lógica reactiva, en nuestro caso, podemos entender ciertos fenómenos xenófobos y excluyentes como los que hemos aludido y que comienzan a vislumbrarse en Euskal Herria.

No obstante, además de la identidad de legitimación y de la identidad de resistencia reactiva, encontramos otras lógicas que están portando nuevos proyectos de cambio social. Así, la identidad proyecto surge cuando los actores sociales:

"basándose en los materiales culturales de que dispone, construyen una nueva identidad que redefine su posición en la sociedad y al hacerlo, buscan la transformación de toda la estructura social".

Dicho de otra forma, son identidades de resistencia proactivas aquellas que se asientan en una redefinición del nosotros en claves inclusivas, reticulares, que permiten la conexión, la conexión de resistencias, y sobre todo que buscan un nuevo proyecto de sociedad que se asiente en el respecto de la tradición, de lo local, pero encarando el futuro con el orgullo de saber que es posible enfrentarse a él con un proyecto propio, que compatibilice lo pequeño, lo singular, lo local, con lo grande, lo plural y lo global.

Esta es la lógica que subyace en gran medida al movimiento altermundialista que se opone a la lógica neoliberal a escala global, o a la reformulación de los nuevos movimientos sociales en términos más inclusivos a escala local. Y, como no podía ser de otra forma, esta lógica proactiva también está presente en nuestra tierra. A modo de ejemplo citaremos dos experiencias de respuesta proactiva a los efectos de la globalización, que están cobrando gran relevancia en Ipar Euskal Herria. Nos referimos al festival altermundialista Euskal Herria Zuzenean y al movimiento Bizi!

Efectivamente, la esencia del Festival musical más importante del verano vasco se resume en la máxima "otro(s) mundo(s) es (son) posible(s). Desde hace 10 años, las campas de Iparralde se llenan durante varios días de verano por miles de jóvenes de todas las procedencias en el único festival altermundialista del sur de Europa. Euskal Herria zuzenean no es un festival patrocinado por un banco, ni es un festival que trata de situar a una ciudad en los circuitos culturales internacionales. No es marca. No es marqueting. Es un festival abertzale y euskaldun. Y es un festival feminista, internacionalista, anticapitalista, que busca la justicia social, que está en contra de toda exclusión, que demanda la libertad sexual, que lucha por los derechos civiles y políticos para todos. Es un festival euskaldún y anticapitalista. Euskal Herria Zuzenean es un Festival y una organización que se reclama abierta con el objetivo de atraer a gente que no tiene la costumbre de mezclarse, trabajar e intercambiar experiencias; una organización que considera que "la construcción de redes de relación es la forma de romper los prejuicios"; que clama que su "riqueza es la diversidad del público" que asiste a su festival. Este año fueron 17000 las personas que en Euskal Herria clamaron que otros mundos son posibles.

Por su parte, un colectivo, el movimiento Bizi! nació en verano de 2009 conformado con un grupo promotor de 12 personas. Un año después forman parte en este colectivo 124 activistas coordinados en 6 grupos de trabajo: grupo de alternativa al coche; grupo de consumo responsable; grupo reflexión sobre el trabajo; grupo de denuncia a la banca; grupo de comunicación; y grupo de formación. Además, y para no perder el ritmo, existe otro grupo de animación musical (batukada) que participa en todas sus actividades. ¿Qué acciones han realizado? En solo un año han organizado casi una veintena de actos públicos de formación y reflexión en los que han participado 1508 personas: han realizado 3 jornadas de acción, 2 flashmob, una manifestación en bici, 3 jornadas de ocupación del espacio público con bicis, 3 desfiles y 13 acciones simbólicas. Quizá sea interesante destacar algunas de ellas. Por ejemplo, frente a potentes focos que iluminan el oscuro cielo intentando situar nuestras ciudades en el caleidoscopio de centros urbanos del planeta, los activistas de Bizi! han considerado que tal consumo irresponsable de energía va en contra de la sostenibilidad del planeta; razón por la que sus activistas, montados en bicis, han recorrido en dos ocasiones las calles de Baiona cortando los cables de los comercios que iluminan sus escaparates "que nadie observa en las vacías noches del norte". Por ejemplo, frente a la atención de las autoridades políticas a la banca y el capital financiero, en la estrategia que propone Bizi! los bancos han salido mal parados en sucesivas parodias en las que decenas de militantes ataviados con trajes de faena han ocupado sus instalaciones para (con desinfectante, lejía y humor) "limpiar la suciedad que esconden". Por ejemplo, frente a las presiones de los grandes grupos para desregular los horarios de apertura del comercio desde el movimiento Bizi! se han ocupado grandes superficies abiertas en domingo para que sus activistas pudieran jugar al ping pong con las estanterías, descansar a la fresca en la sección de congelados, o patinar por los impolutos y pulidos pasillos del supermercado.

Por ejemplo, frente al modelo de construcción urbana que ilumina al mundo desde el Guggenheim y que seduce en Shanghai en nombre del desarrollo, el 10 del 10 de 2010, a las 10 de la mañana Baiona amaneció como una ciudad alternativa, la ciudad del futuro, la ciudad que surgirá (así creen los activistas de Bizi!) de la conciencia de que "el mañana se juega en cada momento". El objetivo de este acto, en última instancia, era hacer visible la ciudad que nacerá cuando se haga frente a la urgencia ecológica y a la justicia social. Ese día se dieron cita en el presente las ilusiones del mañana, las sonrisas y la esperanza en que otro mundo es posible. Ese día tomo la palabra Susan George, una de las más destacadas mentes del pensamiento altermundialista. Ese día Baiona se llenó de stands de consumo ecológico, se mostraron experiencias de edificación responsable, de auto-banca y trueque, de energías renovables. Hubo talleres de educación ecológica, de transporte "dulce", de reciclaje y de iniciativas de transición a un decrecimiento. Ese día las calles se vaciaron de coches y se llenaron de comidas populares, de juegos infantiles, de teatro, de lecturas y recitales públicos, de bancos... para descansar, para charlar.

Ese día, el coche, ese símbolo del hiper-individualismo consumista (Bauman 2005, 2010), desapareció de la calle, del espacio público, para permitir que el y la ciudadana con-vivieran. Ese día, más que nunca, la calle fue la verdadera república ciudadana. En la que la res-publica se crea con el contacto, y no atrincherados en un individualismo consumista.

Recordemos que, al fin y al cabo, si a pesar de ser Bilbao tan pequeño que no se veía en el mapa, era conocido hasta por el Papa... lo era por la tradición del txikiteo, que en última instancia remite a una sociabilidad comunitaria basada en el ocio, en el contacto, en la canción...