Artista vizcaíno nacido en Bilbao en 1955 y fallecido en la misma ciudad en 1990.
Entre 1973 y 1978, estudia en la Facultad de Bellas Artes de Bilbao y ejerce como profesor de dibujo en el Instituto de Erandio.
En 1982 y 1984 es premiado en el Concurso de Carteles del XXIV y XXVI Certamen Internacional de Cine Documental y de Cortometraje de Bilbao, el cartel realizado por el gana también el Concurso de Carteles de los Carnavales de Bilbao en 1984.
Su primera exposición individual tiene lugar en el Aula de Cultura de Barakaldo en 1975. Le suceden las mostradas en el Galería Arteta de Bilbao (1978), Galería Alga de San Sebastián y Arteder 81 en la Feria de Muestras de Bilbao (1981), Arteder 82 (1982), Casa de Cultura de Basauri (1986) y Museo de Bellas Artes de Bilbao (1992).
Participa en las muestras colectivas Euskadi Margolaritzan en Bilbao y Praga (1978), Arteder 83 en Bilbao, Figuración vizcaína y Autorretratos, ambas en la Galería Windsor de Bilbao (1983). Este mismo año realiza, junto a la pintora Juana Cima, el mural del vestíbulo de consultas externas del Hospital Civil de Basurto en Bilbao. Xabier Sáenz de Gorbea lo describe así:
"Allí concreta un espacio idílico proclive a la evasión, en el que representa una naturaleza desbordante junto a la pérgola del parque, el quiosco del Arenal o el arco de San Mamés. Después, plantea un universo surreal donde los paradisíacos paisajes del entorno local están habitados por animales salvajes, como monos o avestruces. Unos temas en los que se concitan ilógicos encuentros oníricos que ofrecen distorsiones, buscan el contraste y amplían el sentido de cada obra."
En 1987, con motivo del 50 aniversario del bombardeo de Gernika participa en 15 artistas vascos interpretan el "Guernica" de Picasso para el suplemento dominical de Diario 16 con texto de J.L.M. y con exposición en la Galería Windsor de Bilbao.
Muere en Bilbao en 1990 a los treinta y cinco años. Gandía es, no obstante, especialmente recordado por sus numerosos trabajos como cartelista y publicista, en los que hizo gala de una imaginación fuera de lo corriente.
Catorce años después, en 2004, la BBK organiza la muestra retrospectiva Manolo Gandía 1955 -1990 en la Sala de Exposiciones de la fundación en la Gran Vía bilbaína. La exposición, comisariada por José Luis Merino, recoge 21 cuadros fechados entre 1977 y 1987 y seis ilustraciones que realizó para "El guardián de las moscas", un relato del propio de José Luis Merino, que nunca vio publicado en vida Manolo Gandía. El catálogo elaborado para la ocasión recoge emotivos testimonios de otros artistas y colegas que compartieron con el la vida. Entre otros podemos observar el de Javier Riaño, compañero pintor que describe así su obra:
"Los inicios de la trayectoria artística de Manolo Gandía tienen al dibujo como protagonista. Un dibujo foto-realista, sin grandes contrastes, con una definición en los detalles que le lleva a construir unas imágenes llenas de sensaciones. Es en esta primera época cuando su paleta cromática es escasa pero muy sugerente, caracterizada por imágenes etéreas que en determinados momentos se pierden o confunden con el blanco del papel y se difuminan sutilmente.
Con el paso del tiempo, estas imágenes empiezan a adquirir un mayor contraste e intensidad, introduciendo grandes collages con motivos realistas muy diversos que dan fórmula a una especial iconografía. Estos objetos no sólo acompañan a las imágenes sino que participan activamente en las obras (el tubo del aspirador asfixia a la chica sentada en el sofá sobre un fondo de piel de leopardo, esbozado todo ello con una fidelidad sorprendente). Es a partir de este momento cuando comienza una nueva etapa cercana al surrealismo y caracterizada por la introducción de la figura humana y de diversos elementos de la arquitectura fantástica en el paisaje."
Fue un gran dibujante que tuvo
"la mala suerte de tener que convivir, en la década de los ochenta, con el arte conceptual y el neoexpresionismo, dos modalidades estéticas muy valoradas por los expertos en arte último de provincias" (Merino).