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FALCES

El trazado topográfico de la villa de Falces se encuentra dispuesto dentro de una "falce" u hoz del río Arga, al abrigo de un gran escarpe rocoso. Su entramado urbanístico presenta la irregularidad propia de la Edad Media. Gran parte de sus calles están provistas de casas de ladrillo de dos o tres cuerpos más ático, en su mayoría del siglo XVII, aunque algunas excepciones conservan elementos propios del siglo XVI. La Plaza de los Fueros es el principal conjunto urbanístico de la villa, y constituye el ejemplo más representativo de su arquitectura civil. De aspecto cuadrangular, esta plaza está presidida por la casa consistorial erigida en 1868, dentro del orden ecléctico, con tres cuerpos de piedra de sillería. El piso principal está compuesto por un gran balcón corrido, provisto de cinco vanos, adintelados el central y los laterales, y rematados en forma de medio punto los restantes. En la misma plaza se halla la casa de los Badaran, correspondiente a una construcción barroca en ladrillo del siglo XVII. De apariencia austera, su fachada está organizada en dos cuerpos, que otorgan al conjunto una definida horizontalidad. Dicha fachada posee únicamente como elemento ornamental, un blasón timbrado en yelmo, colocado entre los dos balcones existentes en el edificio. Detrás de la Plaza de los Fueros, se encuentra la Placeta de Maya, flanqueada por un palacio del siglo XVII. Este palacio es de aspecto similar al de los Badarán, con una base realizada en sillar y el resto de ladrillo. En la misma placeta, se localiza también una casa del mismo período compuesta por mampostería con verdugadas de ladrillo. Tanto la presente casa, como el anterior palacio, están decorados por sendos blasones del siglo XVIII de estilo barroco. Muy cerca de la Placeta Maya, se sitúa la Plaza del Planillo. En uno de sus frentes, se erigen dos edificios de ladrillo del siglo XVII, muy transformados. Bajando del Planillo a la calle Mayor se llega a la calle del Congreso, de ancho trazado y rematada por un palacio barroco de sillería, con dos fachadas en esquina. Ambas, continúan la tipología de la villa, en forma de dos cuerpos más ático, con vanos rectos. Desde esta vía, se alcanza la calle Nueva. En el número 12 de dicha calle, se halla una casa del siglo XVII, con dos cuerpos de ladrillo y ático rematado del mismo material, abierto en galería de arcos de medio punto. La fachada en su segundo cuerpo, posee un gran blasón decorativo, que es coronado por un frontón recto con dos bolas. En los números 44 y 46, se localizan también sendos escudos del siglo XVIII, inscritos sobre un águila bicéfala y querubines inferiores. En calle Huerta del Rey, se ubica la casa Bucesta, correspondiente a una edificación del siglo XVII, compuesta por dos cuerpos de ladrillo más ático con vanos rectos. La casa de Bucesta alberga encima de su portal un balcón configurado por pilastras, decoradas con motivos geométricos. lalle San José se levanta la Casa Ximenez de Embun; se trata de un monumental edifico del siglo XVII. Posee dos cuerpos y ático de ladrillo, con vanos adintelados decorados con for de la época. Sobre el portal y el balcón del pis principal, se halla un escudo barroco de finales del siglo XVII. En el número 17, de esta calle, se localiza una casa de principios del siglo XVI, también de ladrillo, con dos cuerpos y un ático muy transformados. Lo más característico de esta edificación es que a la altura del segundo cuerpo, todavía conserva un vano con arco conopial y tracería flamígera. Ente los motivos de arquitectura religiosa destacan la Parroquia de la Natividad de Nuestra Señora, la Basílica del Salvador del Mundo y la Ermita del Cristo del Calvario. La Parroquia de la Natividad de Nuestra Señora de origen medieval, fue parcialmente derivada en el año 1567, reiniciándose desde entonces una gran transformación del edificio a cargo de los canteros guipuzcoanos Antón de Anoeta y Juan de Orendain. El templo aprovecha estructuras medievales que todavía hoy se pueden apreciar. El aspecto que se dispone en la actualidad, corresponde a una remodelación neoclásica efectuada entre 1779 y 1781 por Ignacio Asensio; queda definida con una planta de cruz latina con amplia nave de tres tramos, provista de capillas laterales, y crucero más largo de disposición irregular, condicionado sin duda por el trazado original medieval del edificio. Los parámetros arquitectónicos del edificio están enmarcados dentro un proyecto clasicista de gran calado, muy relacionados con el arte de Ventura Rodríguez, de quien era discípulo Asensio. Entre grandes pilastras, se enmarca el conjunto dentro de un orden gigante, que sirve de base a las bóvedas de medio cañón, con un crucero con bóveda de media naranja sobre pechinas. Se trata de una arquitectura puramente clásica, que se ve realzada por la iluminación procedente de los ventanales de la cubierta y de los tres óculos que se abren bajo las bóvedas, en el muro de los pies. Desdice de su aspecto neoclásico, el coro de estilo barroco y planta rectangular, levantado con tres tramos de bóveda de medio cañón. En su interior, se localiza la antigua sacristía del siglo XVI, ubicada en el lado de la epístola y con planta cuadrada cubierta con bóveda de terceletes. El exterior del templo es un conjunto heterogéneo de construcciones y añadidos, de diferentes épocas. En el lado del Evangelio, se aprecia un portal gótico del siglo XV, con un arco carpanel interior y otro conopial exterior, sobre columnillas con capiteles con decoración vegetal. Del siglo XVI son los muros de sillar de la cabecera, recrecidos con contrafuertes sobre los existentes de época gótica. En el XVII, se configuró buena parte del lado de la Epístola, con un pórtico de ladrillo entre los pies y el lado del crucero, sobre dos arcos de medio punto. Se sitúa también una portada del siglo XVIII, en la zona de los pies, con un arco de medio punto con dovelas alternas. En esta zona de la parroquia, se ubica el bloque de sillería del coro, rematado por una cornisa con moldura barroca y que finaliza en el lado de la Epístola, con una pequeña torre de ladrillo barroca del siglo XVII. Amén de diversos retablos e imágenes dieciochescas, destaca en el presbiterio la imagen de Nuestra Señora de las Arcas, procedente de su desaparecida ermita. Se trata de una pieza renacentista de influencia flamenca de principios del siglo XVI. La Ermita del Cristo Calvario data de 1759. Se dispone en forma de planta cuadrada y cubierta a dos aguas. Sus muros son de mampostería y ladrillo revocado, en los que destaca un pórtico adintelado sobre tres pilares. El interior está decorado por un pequeño retablo barroco de la segunda mitad del siglo XVII, con un cuerpo único de columnas salomónicas. El retablo es presidido por un Cristo del siglo XVIII. La Basílica del Salvador del Mundo es un edificio moderno, inaugurado en 1980, que sustituye a una iglesia de 1614. Este reciente edificio, dispone una nave de tres tramos, con un pórtico y una torre en uno de sus laterales. En su interior, en la zona del Presbiterio destaca un retablo manierista del siglo XVII, con dos cuerpos de tres calles formadas por columnas compuestas. El retablo está rematado con un ático de dobles machones y tímpano curvo. Los motivos pictóricos del retablo corresponden a un estilo rafaelesco, de inspiración pretenebrista dedicados a la figura de Cristo Salvador y en algún caso a la de la Virgen.