Es en Itxassou donde este grupo de militantes y simpatizantes constituyó oficialmente el movimiento tomando como base lo que se ha dado en denominar Carta de Itxassou. Destacaban, dentro del grupo fundador, Ximun Haran (farmacéutico), Jacques Abeberri, director del grupo de danzas "Oldarra", el ingeniero J. Louis Davant, Michel Labéguerie, poeta, médico y alcalde de Cambo, y Pierre Larzábal, escritor euskérico y sacerdote. En una de sus publicaciones fundacionales (Pourquoi Enbata?, Bayonne, s/f), Enbata se define como un movimiento abierto a todos los vascos y amigos del País Vasco, sea cual sea su opinión filosófica. Sus dos objetivos primordiales son:
"a) En una primera fase, y dentro del respeto de la Constitución y de las leyes que rigen la República francesa, la creación de un departamento vasco que comprenda las tres provincias de: Zuberoa, Baja Navarra y Laburdi, departamento que gozará de un estatuto para la lengua vasca. b) En una segunda fase y dentro de la Comunidad de una Europa unida, la formación de una región política, administrativa y culturalmente autónoma que reúna las siete provincias vascas, federada al resto de las entidades europeas".
El marco político de la aparición de Enbata presenta estas tres coordenadas: 1. Francia procede a ultimar el proceso descolonizador (tras el tratado de Evian). 2. Europa da los primeros pasos concretos para la constitución de una comunidad europea unida. 3. Inicio y expansión del fenómeno ETA. Llegan los primeros refugiados de esta organización los cuales ejercerán una indudable influencia sobre la dinámica del nuevo grupo. Este último punto es tal vez el que más ha marcado a Enbata imprimiéndole una mayor radicalización y restringiendo su poder de captación en una población reacia y envejecida por la emigración rural, muy volcada en los módulos franceses.
Su ayuda a Txillardegi, Irigaray, Madariaga y Benito del Valle, líderes de ETA expulsados del territorio francés en 1964-1965, le enajenó parte del público que había mirado con simpatía al grupo viendo en él a una formación semifolklórica más. Tal popularidad fácil desciende aún más al ser detenida por la policía española la ciudadana francesa militante de Enbata Kristian Etxaluz, acusada de introducir dinamita en territorio español. La primera manifestación callejera del movimiento tiene lugar debido a esta detención, en el verano de 1965, en el puente de Hendaya.