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Elizondo

El caserío de Elizondo se asienta en una de las zonas más llanas del valle. Su organización urbana está totalmente vinculada al río Baztán que bifurca la población. La calle Mayor y la calle Sol discurren paralelas a cada orilla del río. Ambas márgenes de la localidad se comunican mediante tres puentes. Elizondo ha continuado creciendo, no pudiendo verse exento del desordenado desarrollo constructivo producido en la segunda mitad del siglo XX. Dicho ensanche se ha ido produciendo paralelo a la calle Mayor y a la carretera de Pamplona a Francia. Los motivos de arquitectura civil se distribuyen a lo largo de los siete barrios con los que cuenta la población: Anzaborda, Bearzun, Berro, Ezponda, Etxaide, Datue y Saltsu. Lógicamente, los mejores ejemplos, de los siglos XVIII y XIX, se localizan en el casco histórico. En una zona de gran amplitud se sitúa la Plaza de los Fueros. En uno de los laterales de la misma, se localiza el Ayuntamiento. Se trata de un edificio barroco que data de finales del siglo XVIII. De forma cúbica, presenta una noble fachada de sillería organizada en tres niveles. El piso inferior es porticado y se articula en torno a tres arcos de medio punto. El nivel central aparece recorrido por un largo balcón de sencilla forja que descansa sobre ménsulas de piedra. En esta segunda altura se abren cinco vanos rectos rematados mediante una cornisa moldurada. La última altura o ático repite el esquema pero esta vez con cinco ventanas rectas con enmarque moldurado.

Destaca en la organización de la fachada, la doble tonalidad de la piedra de sillería. Se combina el tono rojizo con el blanco utilizado en el enmarque de los vanos del piso central y ático. La fachada se remata mediante una cornisa moldurada que recorre todo el perímetro del edificio y que deja paso a un sencillo alero de madera. La cubierta es a cuatro vertientes. Entre los motivos decorativos destaca el balcón central con orejetas y con un frontón recto con pirámides. Sobre el mismo, aparece un escudo de piedra del valle del Baztán. El exterior del ayuntamiento fue restaurado durante el año 2008. A la izquierda de la casa consistorial se sitúa un conjunto escultórico, "Manantial de las lamias" realizado en 1992 por el escultor Xavier Santxotena. En la otra dirección, continuando con la línea horizontal del consistorio, se halla el Casino de Elizondo. Se trata de un edificio de comienzos del siglo XX. De forma cúbica, presenta una fachada enlucida organizada en tres niveles. La piedra rojiza aparece en vanos y esquinas. En el nivel inferior se abren siete vanos rectos. El mismo esquema se repite en el cuerpo principal. Cinco balcones de forja, sobre ménsulas de piedra, se distribuyen a lo largo de este nivel central. El ático se resuelve, acertadamente, por medio de siete óculos. Una sencilla cornisa moldurada recorre todo el perímetro del edificio dejando paso a un modesto alero de madera de color gris. La cubierta del edificio es a cuatro vertientes.

Al otro lado de la Plaza de los Fueros, atravesando la carretera, se sitúa uno de los edificios de mayor empaque de la localidad. Se trata de la casa Paularena. Data del siglo XIX y refleja el buen hacer de la arquitectura decimonónica. Se organiza como un bloque cúbico aislado que presenta una fachada de tres niveles y ático. Destaca el sillar almohadillado que aparece en el enmarque de vanos, refuerce de esquinas y en la separación de la calle central de la fachada. En el cuerpo inferior se abre la portada recta. Sobre la misma, se eleva un balcón apoyado en cinco ménsulas de piedra. A ambos lados se sitúan dos ventanas ligeramente rebajadas. En el nivel principal aparecen tres vanos rectos. El central desempeña la función de balcón anteriormente citada. Similar esquema se repite en la tercera altura. Esta vez, un frontón curvo remata la apertura del balcón central y dos triangulares los laterales. En el ático se abre un medio punto entre pilastras y aletones. Dicho ático aparece rematado mediante un motivo vegetal bajo el que se lee con facilidad el nombre de la vivienda. La cubierta del edificio es a cuatro vertientes sobre sencillo alero de madera. Todo el conjunto aparece inmerso en una zona ajardinada cerrada por una valla de forja. A la izquierda del Ayuntamiento, progresando por antigua calle Mayor dirección a la Plaza de Abastos, se sitúa el palacio Arizcunenea. De estilo barroco, data del siglo XVIII. Presenta, para la zona, una inusual forma de "U" con dos costados salientes y la fachada principal retranqueada. Se accede a la misma a través de un nivel inferior, con portada de medio punto y dos ventanas rectas, que conduce a un pequeño patio. Presenta tres niveles y ático de piedra de sillería. En el piso inferior se localizan una portada rebajada y dos ventanas adinteladas. El segundo nivel se organiza con tres balcones rectos con motivos baquetonados. Similar estructura se repite en la tercera altura, sustituyéndose el balcón central por un gran escudo barroco. El peso de cada uno de los balcones aparece soportado por dos ménsulas de piedra. El conjunto de la fachada principal se remata mediante una cornisa moldurada que deja paso a un ático mixtilíneo. En el mismo, aparece entre aletones una ventana adintelada coronada por un frontón rectangular. Un arco de medio punto y tres pirámides con bolas culminan el conjunto. Las alas salientes del palacio presentan una estructura perfectamente integrada con la arquitectura popular de la localidad. De similar altura, mantienen tres niveles enlucidos. El sillar rojizo se emplea en el refuerzo de ventanas, esquinas y separación de niveles. En el piso inferior de cada ala se abren tres ventanas adinteladas mientras que en los dos siguientes niveles aparecen balcones sobre ménsulas de piedra. Ambos flancos aparecen rematados por sendas ventanas amansardadas de clara influencia francesa.

En el número 17 de la calle Braulio Iriarte se sitúa Arozarena. De estilo barroco data del siglo XVII. Presenta una fachada organizada en tres niveles más ático. En el cuerpo inferior se abre un gran portalón de medio punto. A ambos lados del mismo aparecen dos puertas adinteladas. El segundo nivel se articula mediante tres ventanas rectas con baquetones. Toda esta altura aparece recorrida por un largo balcón cuyo peso es sostenido por ocho ménsulas de piedra. El tercer piso es de piedra de sillería. Presenta dos pequeños balcones laterales, dos ventanas adinteladas y un gran escudo de armas entre las mismas. Sobre una cornisa moldurada se eleva el ático con tres aparatosas mansardas. La central se remata con un frontón circular y las dos laterales mediante sendos frontones triangulares

La casa del Virrey, en la calle Jaime Urrutia, es otro buen ejemplo de arquitectura barroca. Data del siglo XVIII. Presenta una leve forma de "U" con fachada principal retranqueada respecto a las dos alas laterales. Organiza su estructura en tres niveles. En el piso inferior se abre, entre pilastras cajeadas, una solemne portada rebajada. El nivel central lo recorre un gran balcón corrido. Simétricamente aparecen en el mismo, tres vanos rebajados. Idéntica solución mantiene el nivel superior pero, esta vez, sin balcón. Un frontón triangular remata la estructura de la fachada. El sillar rojizo se emplea en el enmarque de vanos, refuerce de esquinas, perímetro del frontón y separación de alturas. En claro contraste, el resto de la fachada aparece enlucido. Debajo de la ventana del tercer piso aparece un escudo barroco con motivos de rocalla y guirnaldas. Todas las ventanas del edificio están protegidas por contraventanas de madera. Similar composición presentan las dos alas laterales. La diferencia radica en la aparición de un solo vano rebajado en cada uno de los pisos superiores y una portada adintelada para cada nivel inferior. En este lugar de Elizondo, destaca el agradable espacio porticado que recorre paralelo a la Plaza de Abastos hasta la plazoleta del Pintor Ziga. Otras viviendas próximas, que comparten el esquema arquitectónico barroco predominante en Elizondo, son las siguientes: Muniortea, Garronea, Michelena, Fransenea, Architonea o Sasternea. En la otra orilla del río, predomina un tipo de vivienda popular relacionada con la tipología de arquitectura empleada para los caseríos.

La casa Puriosenea alberga el Museo Etnográfico del Baztán Jorge Oteiza. Data del siglo XVI. De sillar rojizo en su totalidad presenta una fachada organizada en tres niveles. En el piso inferior, se abre una portada de medio punto con robustas dovelas. El intradós aparece decorado por bolas de estilo Reyes Católicos. A la izquierda de la portada se abren dos desiguales ventanas adinteladas. A la derecha aparece otra similar. En el piso central destacan seis ventanas conopiales. Dos ménsulas se sitúan entre las mismas. En el último nivel, intentando mantener la simetría del inferior, se abren cuatro ventanas adinteladas, muy sencillas. La cubierta es a doble vertiente sobre robusto alero de madera. En la zona ajardinada, situada en frente de la vivienda, aparece colocada una escultura figurativa de Jorge Oteiza. A la izquierda de Puriosenea, en el número 38, se ubica otra interesante vivienda. Continúa con el esquema de arquitectura popular relacionada con el caserío. Data del siglo XVIII. Presenta una fachada organizada en tres niveles. El inferior, de sillar rojizo, aparece estructurado por un enorme portalón rebajado. Destaca el arranque del arco. Aparece decorado con motivos geométricos y vegetales. A ambos lados del mismo se abren una pequeña ventana adintelada y una puerta también recta. La superficie de los pisos noble y superior aparece enlucida. La piedra se coloca para el refuerce de esquinas y enmarque de ventanas. De manera simétrica, tres ventanas rectas se abren en sendas alturas. En el centro de la fachada se ubica un sencillo balcón que descansa sobre cuatro ménsulas de piedra. De forma descentrada aparece un sencillo escudo de piedra. Sobre un robusto alero de madera se alza la cubierta a cuatro vertientes. En la misma, se abre una discreta ventana amansardada.

Camino a Irurita se sitúa otro buen ejemplo de arquitectura barroca. Se trata del Palacio Datue. Data del siglo XVIII. De forma cúbica organiza su fachada en tres niveles. La superficie de la misma aparece enlucida si bien, el característico sillar rojizo del valle se emplea en el enmarque de vanos, refuerce de esquinas e impostas para la separación de alturas. Tres vanos se abren en cada uno de los cuerpos. La portada, de medio punto, se sitúa en el centro del piso inferior. Aparece enmarcada por pilastras de fuste liso y capiteles dóricos que dan lugar a un pequeño entablamento. Sobre el mismo se alza un balcón entre pilastras cajeadas. El resto de vanos son rebajados. Destaca el central de la última altura, también entre pilastras cajeadas; su estructura se prolonga desde un frontón triangular abierto que parte desde el piso anterior. Dos pirámides con bolas decoran ambos laterales del mismo. Un robusto alero de madera recorre el perímetro del edificio. La cubierta es a cuatro vertientes y en la misma se abren varias ventanas amansardadas.

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Parroquia de Santiago. Situada en la zona de ensanche de la localidad, data del siglo XX. Fue restaurada durante el año 2007. De estilo ecléctico, presenta una tradicional planta de cruz latina que pretende emular a la antigua parroquia del siglo XVI. La nave se divide en cinco tramos, amplio crucero con tramos laterales y cabecera pentagonal. Para los tramos de la nave se emplea un sistema de bóvedas de crucería similar al utilizado en los brazos del crucero. Tanto para el crucero como para la cabecera se disponen sendas bóvedas estrelladas. Al exterior, se presenta como un noble conjunto de sillar rojizo. Rompen la horizontalidad del conjunto, dos idénticas torres situadas en la zona de los pies. Un espacio porticado recorre los laterales de la iglesia. En el piso inferior de la fachada principal se sitúa una gran apertura de medio punto, flanqueada por otras dos ventanas similares de menor tamaño, que cobija un pequeño pórtico de acceso al interior parroquial. Sobre el mismo se abre una galería con trece arquillos en la que aparecen policromados Cristo Rey y los doce apóstoles. Estos motivos destacan por el colorido que otorgan a la superficie de la fachada. Un gran rosetón culmina la decoración de cuerpo superior dejando lugar a un remate escalonado con una cruz en el centro. Las torres laterales, de similar factura, representan el buen hacer del eclecticismo. En las mismas, sobre el arco de medio punto del procesionario, arranca un cuerpo cúbico en el que se abren tres largas ventanas de medio punto de clara inspiración medieval. En un segundo cuerpo cúbico decreciente y achaflanado, aparecen dos pilares en cada uno de los laterales. Según parece el de la torre del reloj fue recuperado de la antigua parroquia. Ambos se rematan mediante un entablamento con frontón triangular y cornisa perimetral moldurada. Los cuerpos de campanas son también decrecientes y achaflanados. En cada uno se abren cuatro ventanas de medio punto entre pilastras. Cada torre se remata por medio de un cascarón. En la zona ajardinada situada ante la parroquia, se ubica una caja vacía "Oración a Santiago" que el escultor guipuzcoano, Jorge Oteiza, dedicó al pueblo de Elizondo. En el interior parroquial destacan dos retablos del siglo XVII dedicados a la Virgen del Rosario y San José. Respectivamente, se sitúan en la zona de la Epístola y del Evangelio. Ambos proceden de la vieja iglesia. El retablo mayor es contemporáneo al alzado del templo y data de la primera mitad del siglo XX. Presenta un banco sobre el que se alza un cuerpo de triple calle y columnas gigantes. El conjunto se remata por medio de un ático avenerado. Pinturas, esculturas y otros motivos ornamentales completan la decoración de esta pieza mayor.

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